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El gobierno de Alan García enfrenta esta semana dos frentes conflictivos, por un lado; las movilizaciones y el paro general convocado por la Confederación General de Trabajadores de Peró (CGTP) en contar de las medidas económicas, políticas y sociales aplicadas por el gobierno. Y por el otro, el escándalo de corrupción en el ámbito petrolero.La denuncia de corrupción se dio a conocer el domingo por el ex ministro del Interior Fernando Rospigliosi en el programa de televisión "Cuarto Poder", de la estación América Televisión.
Las grabaciones contenían una conversación entre un miembro del gobernante Partido Aprista, Rómulo León, y Alberto Quimper, también aprista e integrante del directorio de Petroperú.
En las grabaciones se escuchan discusiones sobre el dinero que supuestamente recibirían si se le otorgaba la concesión de tierras para la explotación petrolera a la empresa noruega Discovery Petroleum.
El presidente Alan García, anunció una investigación por el escándalo de corrupción que involucra a directivos de empresas estatales en la concesión de lotes petrolíferos. Además, renunciaron el ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia; y el presidente de la estatal Petroperú, César Gutiérrez.
"La mejor manera de eliminar a las ratas es actuar de inmediato para lograr que se pueda limpiar al gobierno y al estado en cualquier acto de corrupción", señaló García.
En tanto, las protestas -desarrolladas en un clima de tranquilidad-expresan el rechazo al alza del costo de vida, a la política económica neoliberal de García, a las promesas incumplidas y al estancamiento del incremento de sueldos y pensiones.
En respuesta, el Gobierno autorizó la militarización de la protesta y convocó a las Fuerzas Armadas a apoyar a la policía en las medidas de seguridad.
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