PESCADORES: TRES SEMANAS CAMINANDO
En Santiago los pescadores atraviesan una situación grave: la larga caminata desde el sur, la falta de alimentación adecuada, el calzado inapropiado, en fin, los ha debilitado y enfermado.
El asunto se perfilaba, en toda su tristeza, el 14 de noviembre, cuando los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores Transitorios Industriales Pesqueros de Talcahuano y Coronel llegaron a Rancagua. Para enconces llevaban una semana de camino con rumbo a Santiago para dar a conocer el incumplimiento de promesas por parte de las autoridades del sector.
Rancagua –no lejana de Santiago– es una ciudad emblemática: en su plaza de armas, luego del llamado Dedsastre de Rancagua, cuando la guerra popr la independencia, renace el afán de conseguir a cualquier t5ence y precio la liberación de Chile a principios del siglo XIX.
Por ello, tal vez e incidentalmente, el frustrado candidato mapuche a la presidencia, Aucán Huilcamán, acampó simbólicamente en la plaza, como una forma de expresar tanto la identidad étnica de su candidatura como el hecho de que era hora de cerrar heridas entre huinkas (blancos) y la nación mapuche y levantar un frente común para lograr una segunda independencia nacional –trabajo que quedó trunco (y olvidado) tras el golpe de Estado de 1973 y muerte de Salvador Allende.
La larga marcha
Llegados a la capital de la Sexta Región, los pescadores debieron quedarse unos días en la zona para ayudar a sus compañeros que sufrieron algunos problemas médicos. Los trabajadores pesqueros habían iniciado la caminata el ocho de noviembre, con el objetivo de denunciar que en sus hogares la situación es «insostenible» por la falta de dinero para alimentar y educar a sus familias, por lo que solicitan que se respete un acuerdo firmado en el 2003 con el Gobierno, que estipula el pago de indemnizaciones para los cesantes y que sus hijos tengan acceso a la becas Presidente de la República, promesas que –afirman– no se han cumplido.
El documento se generó desde el gobierno ante los perjuicios que les trajo la ley e pesca, que significó, en pocas palabras, la privatización de todo en manos de grandes empresas.
Los pescadores están muy mal. Encerrados en un galpón de zinc en donde los encierran como presos despues de las 10 de la noche, y en el que el calor no se aguanta durante el día. Hay uno con heridas muy mal tratadas en las piernas y están en total abandono político. Otros con depresión e incluso intentos de suicido. El viernes 25, frente a La Moneda, podía verse a uno de ellos con una herida grave en la yugular.
Necesitan atención médica, em especial uno muy mayor, que tiene sus heridas en carne viva y mal tratadas. Y abogados para les den apoyo en algo que firmaron con el gobierno y hoy desconocen desde el Estado. También víveres.
Y gestiones para sacarlos de allí y llevarlos, quién sabe, a un recinto menos inhóspito y más solidario. Hace 40 años y más la Federación de Estudiantes y otros grupos estudiantiles lograban ocupar recintos universitarios para darles albergue a los trabajadores que llegaban a realizar sus planteamientos a la capital del país. Otros sindicatos se movilizaban, políticos –como el mismo Allende, ponían la cara y actuaban.
La ideología neoliberal-conservadora acabó con todo, hasta con la solidaridad humana. El «mundo político» cierra los ojos –y sobre todo la boca–. El «consenso nacional» –léase el pacto que permitió el alejamiento a regañadientes del ladrón ex dictador (y asesino)– funciona. La candidata del gobierno es médica, dizque socialista. ¿Debemos preguntar en inglés dónde está ¿Bien: Where is she? ¿El señor Hirsch? ¿Algún parlamentario de la zona?
Por si no lo saben: están hacinados en Arturo Prat 2558, paradero uno, Gran Avenida. Cualquier ayuda debe ser entregada directamente a ellos.
Todo directamente a ellos: Arturo Prat 2528. Paradeo uno de Gran Avenida.