Poco pan y demasiado circo preelectoral en Italia

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No sólo los personajes que se presentan como candidatos, de los orígenes más dispares, sino hasta el simple símbolo y nombre de las listas que competirán en las elecciones del 25 y 26 de febrero han desencadenado un mar de polémicas en Italia.Entre los partidos se destacan “Partido pirata”, “Movimiento poetas de acción”, “Paremos a los bancos y los impuestos”, “Yo no voto”, “Estado Ladrón. Fuerza Evasores” y “Recortemos a la mitad el salario de los políticos”.

Y no falta quien supone que algunas de esas listas puedan haber sido montadas y pagadas por ciertos hombres muy poderosos de la política local, simplemente para sembrar el desconcierto entre los votantes y ganar ellos los votos de los desorientados.

Es que cuando esta semana se presentaron en el Ministerio del Interior todos los que pretenden competir en las elecciones con una formación propia, apareció una segunda lista con el nombre de Monti pero no se refería a la alianza del primer ministro llamada Elección Cívica con Monti por Italia. Esta vez se titulaba Por Europa, Monti Presidente y pertenece a Samuele Monti, un consejero municipal de la provincia de Cuneo. Curiosamente el diseño del símbolo de las dos listas es muy parecido.

Algo similar ocurrió con una segunda lista llamada Movimiento Cinco Estrellas, que lleva el mismo nombre y tiene el mismo símbolo de la lista del cómico y súper crítico del establishment, Beppe Grillo. La única diferencia entre ellas es una pequeña frase. “Está claro que nos quieren perjudicar. No sabemos quién lo ha hecho pero nos lo esperábamos”, comentó Grillo en su blog.

Las dos listas, tanto la de Monti como la de Grillo, apuntan al voto del centro, un área ampliamente disputada por el centroderecha liderado principalmente por Silvio Berlusconi y la racista Liga Norte.

Por el resto, en materia de símbolos hay para todos los gustos, casi parece un carnaval de la ironía: “Partido pirata”, “Movimiento poetas de acción”, “Paremos a los bancos y los impuestos”, “Yo no voto”, “Revolución civil”, “Pan, paz y trabajo”, “Estado Ladrón. Fuerza Evasores”, “Recortemos a la mitad el salario de los políticos”, entre muchos otros, aparte por supuesto de los partidos tradicionales. No está dicho que todos sean aceptados para las elecciones.

En cuanto a los candidatos, tanto el centroizquierda liderado por el Partido Democrático (PD) y del que participa el Movimiento Izquierda, Ecología y Libertad y los socialistas, como la lista Monti, han presentado oficialmente sus nombres. El centroizquierda fue la única formación que no sólo hizo primarias para elegir el candidato a primer ministro sino también para todos los candidatos que presentará para el Parlamento. Su procedimiento fue transparente y los candidatos votados fueron publicados en el portal Internet del partido.

La lista Monti, en cambio, no recurrió a las primarias sino que hizo pasar por un estricto filtro, al menos eso aseguraron sus dirigentes, a cada uno de los eventuales candidatos, revisando sus antecedentes judiciales. Y así, por ejemplo, rechazó uno propuesto por sus aliados de la Unión de Centro (UDC) por tener antecedentes penales, una decisión que causó no poco malestar en la UDC. En las filas de Monti hay de todo, desde la campeona olímpica de esgrima Valentina Vezzali hasta el actual ministro de Salud (pero abogado) Renato Balduzzi; el director del diario de derecha de Roma, Il Tempo, Mario Sechi; un empresario líder mundial de la producción de yates, Paolo Vitelli; varios investigadores y profesores universitarios y hasta una senadora que abandonó el PD, María Paola Merloni.

La oposición de centroderecha, concentrada principalmente en Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, ha designado sus candidatos a dedo. Habló en diciembre de hacer primarias, para no quedar tan mal ante las que estaba haciendo el PD. Pero después se olvidó. Y como ha sucedido en otras ocasiones, será Berlusconi y sus más cercanos colaboradores los que determinarán nombres y posiciones, aunque en esta oportunidad, por primera vez, se animan a decir que no serán candidatos quienes tengan alguna condena judicial definitiva. Berlusconi, por ejemplo, ha sufrido y todavía tiene abiertas algunas causa judiciales pero ninguna condena definitiva.

En realidad, Berlusconi está más preocupado ahora por disputarle los puntos de ventaja que todavía tiene el centroizquierda respecto de su alianza en todas las encuestas preelectorales. Y para eso se presenta en cuanto programa televisivo lo invita. No importa que sea antiberlusconiano, como el guiado por Michele Santoro en la televisión La 7 hace algunos días.

Fue muy preparado, discutió, hizo bromas agresivas, gritó, y hasta tuvo actitudes de muy baja calaña ese día, como limpiar con su pañuelo la silla donde se había sentado un famoso y respetado periodista, Marco Travaglio, que en ese programa presenta a menudo pruebas en su contra. Servicio Público fue visto por más de 9 millones de personas y Berlusconi salió contento. Cree que así cambiará las encuestas que hoy le dan al centroderecha en torno del 25 por ciento contra el 35 por ciento del centroizquierda, el 14 por ciento de Monti y el 16 por ciento de Grillo.

El ex premier quiere hundir al PD, es su máxima aspiración, porque, dice, “no podemos dejar que los comunistas gobiernen el país”. Y ahora está proponiendo un debate televisivo con Pier Luigi Bersani, líder del PD, un boloñés tranquilo, profesor de historia, que difícilmente pueda responder al mismo nivel las agresiones que seguramente le lanzará Berlusconi. Aunque de verdades contra el ex primer ministro Bersani debe tener los bolsillos llenos.

*Publicado en Página12 de Argentina

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