Poesía. – EL HUÁSCAR Y PALABRAS NO ARRASTRADAS POR EL VIENTO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Con el auspicio de una serie de instituciones encabezadas por la Presidencia de la República de Chile, una serie de municipios de la zona metropolitana, la marina de guerra, la Universidad de Chile, la Fundación Neruda, en fin, y una serie de embajadas –México, Estados Unidos, Colombia, España, Argentina–, el diario El Mercurio y otros importantes centros de difusión cultural el poeta Memet (abajo, izq.) preside y dirige Chile Poesía.

fotoMás allá de los vínculos de sus patrocinadores con el que hacer poético (o con el interrogante de qué hacer con la poesía) la entidad llamó a un IV Encuentro internacional de poetas bajo la consigna de «borrar fronteras». Que fue exactamente lo que hicieron los distinguidos invitados de Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Estados Unidos, México y Venezuela,al cruzarlas para llegar a Chile y participar en él entre el 17 y el 25 de marzo de 2007.

Ya nos informará Chile Poesía sobre los sin duda interesantísimos asuntos discutidos por los literatos.

Las cosas anduvieron bien los primeros días: una charla aquí, un diálogo allá, un paseo a alguna parte; y el natural intercambio de libros y anécdotas; y una poca de vino –tal vez algún pisco aportado por los invitados de honor–; el deslizarse cauto del otoño por esta California surera. Todo apacible, ningún escándalo que mereciera la atención de la prensa, que respetuosa del silencio creador y creativo poco o nada dijo del Encuentro.

fotoLa nota alta sonó por cuenta de una mujer, tal vez la más digna de los convocados. Rocío Silva Santiesteban dijo que no. Que no recitaba a bordo del Huáscar. Silva es peruana. El Huáscar es un buque de guerra que perteneciò al Perú hasta ser capturado por la armada chilena en el Combate de Angamos, cuando la guerra del salitre.

Con la brillantez propia de los grandes poetas que en el mundo han sido, Memet había puntualizado: «Nuestra historia con Perú está signada por la guerra. No hay posibilidad de encuentro desde el pasado, pero sí la hay desde el futuro». Palabras fuertes las del mozo.

Apacibles, casi, las de la poeta al decir «no» a la idea de pararse con sus textos sobre la heroica cubierta. Nunca supe –dijo– «que iba a participar en un recital en el Huáscar y nunca me consultarán mi opinión». No aleteó su Mariposa negra cuando agregó: «Estoy de acuerdo con unirnos culturalmente, pero no nos pongan en la situación incómoda de leer poemas en el Huáscar, que es un botín de guerra chileno en tierra chilena, es una situación delicada e insostenible».

Chile no acepta que el Huáscar sea botín de guerra, sólo –asegura– está «resguardado» en Talcahuano.

fotoDistinta fue la conducta de otro poeta, peruano también. Rodolfo Hinostroza quizá quería recitar a bordo del buque, así que frente al delicado desequilibrio que planteara su colega y compatriota señaló, acaso «memetianamente», que «el pasado es ceniza».

Hinostroza tuvo su respuesta en Lima. El escrior –poeta en serio– Juan Cristóbal, viejo amigo de Jorge Teillier (las cartas de Teillier a Juan Cristóbal –Jorge Teillier, Correspondencia con Juan Cristóbal– fueron recogidas en un volumen publicado en Perú por Álvaro Ruiz, por lo que eso de borrar o cruzar fronteras no es nuevo) escribió a Hinostroza un recado.

EL PASADO NO ES CENIZA

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En el marco del triste papel que algunos escritores hicieron en Chile, cuando el recital en el Huàscar, Rodolfo Hinostroza dijo una frase que, al parecer, ha pasado inadvertida. Dijo con el mayor desparpajo: «La poesìa es fuego, el pasado ceniza».

Esto, en el contexto realizado, tiene muchas y variadas interpretaciones. Trataremos de acercarnos a algunas.

Si el pasado es ceniza, entonces todo nuestro pasado –y en particular la Guerra del Pacìfico– hay que olvidarlo. Por lo tanto todo lo que el significa:

– Si el pasado es ceniza, hay que olvidarnos de nuestras raìces culturales y existenciales.

– Si el pasado es ceniza, los problemas nacionales no cuentan para nada. Si el pasado es ceniza sólo el presente es valedero.

– Si el pasado es ceniza, sólo, según la expresión, la poesía o literatura interesa, no el desarrollo del hombre y su conciencia histórica.

– Si el pasado es ceniza, sólo la forma presente cuenta, no los contenidos del pasado, que hay que echarlos al
olvido.

Todo lo cual es una forma perversa y deshonesta de pertenecer a una realidad històrica. Es aceptar su destino apoyarse, de forma sumisa, en la consolación literaria. Es no aceptar su responsabilidad como ser humano ante su sociedad. Es crear una ficción de su «libertad». Porque el pasado es toda nuestra existencia. Es necesario no desconocerlo, aún cuando haya sido angustioso y lacerante, hay que enfrentarlo.

Y enfrentarlo no es negarlo, sino señalar todos sus errores y virtudes. Se puede ser reaccionario, es decir, ir contra la esperanza de la historia, pero no se puede caer en el miedo y la cobardìa. Y Rodolfo Hinostroza lo ha hecho. Ante los marinos y escritores chilenos.

Lima, 11 de abril, de 2007

Buen marco da el texto para otra frase del genial Memet: «La cultura y la poesía, esta última la más grande de las locuciones entre ambos países y de su imaginario, pueden unirnos, pueden crear un nuevo centro que tenga que ver con la integración».

Podríase comenzar con la devolución del Huáscar y luego partir a disfrutar una playa boliviana. Al fin de cuentas integrar no es más que construir un todo. O completarlo con las partes que le faltan. Construir el futuro no ha sido nunca abandonar el pasado, pero tampoco aferrarse a él como a las hilachas de un traje viejo.

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