“Por fidelidad y entrega a una causa me asombran el Che, Fidel, Spinetta, Pizarnik, Artaud, Fijman…”
Con extensa trayectoria como poeta y director de la revista “Maldoror” (“la otra liter/hartura”), Rodolfo A. Álvarez declara en este cuestionario, por ejemplo, que “la escuela es lo horrible” y que estuvo de acuerdo con el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), porque estuvo de acuerdo con el Che.
– ¿Cuál fue tu primer acto de “creación”, a qué edad, de qué se trataba?
–Ninguno. Marinerito fascista en 1° inferior. La escuela es lo horrible.
– ¿Cómo te llevás con la lluvia y cómo con las tormentas? ¿Cómo con la sangre, con la velocidad, con las contrariedades?
– La lluvia es la estación de la vida. Es la estación que amo. La sangre está. No se niega. Todo lo demás es demás.
– “En este rincón” el romántico concepto de la “inspiración”; y “en este otro rincón”, por ejemplo, William Faulkner y su “He oído hablar de ella, pero nunca la he visto.” ¿Tus consideraciones?…
– La única inspiración (palabrita odiosa) es la curiosidad. Yo soy eso. Desde siempre, curiosidad y anti-escolar.
– ¿De qué artistas te atraen más sus avatares que la obra?
– De Jacques Prevel (1915-1951).
– ¿Lemas, chascarrillos, refranes, proverbios que más veces te hayas escuchado divulgar?
– “Niente diente paladar caliente”
– ¿Qué obras artísticas te han —cabal, inequívocamente— estremecido? ¿Y ante cuáles has quedado, seguís quedando, perplejo?
– El nacimiento humanito. Mis tres hijos y mi nieto.
– ¿Tendrás por allí alguna situación irrisoria de la que hayas sido más o menos protagonista y que nos quieras contar?
– Idiota por aprehensión escolar dura toda la vida. He tratado de dinamitar esa voluta veneno siempre.
–¿Qué te promueve la noción de “posteridad”?
– Nada, no existe tal cosa.
– “¿La rutina te aplasta?” ¿Qué rutinas te aplastan?
– Toda rutina aplasta. El capitalismo es una rutina y global. Lo genial es salirse y nunca saber adónde.
– ¿Para vos, “Un estilo perfecto es una limitación perfecta”, como sostuvo el escritor y periodista español Corpus Barga? Y siguió: “…un estilo es una manera y un amaneramiento”.
– El estilo es no tenerlo, dijo Man Ray (creo). Yo?= tampoco.
– ¿Qué sucesos te producen mayor indignación? ¿Cuáles te despiertan algún grado de violencia? ¿Y cuáles te hartan instantáneamente?
– La desigualdad Es la violencia. La madre de todas las violencias. Estuve de acuerdo con el ERP porque estuve de acuerdo con el Che. Sigo ahí/aquí.
-¿Qué postal (o postales) de tu niñez o de tu adolescencia compartirías con nosotros?
– La primera bicicleta que hizo de mí un poeta alucinado y a los diez años me dio mi primera (hermosa) noviecita.
-¿En los universos de qué artistas te agradaría perderte (o encontrarte)? O bien, ¿a qué artistas hubieras elegido o elegiríaspara que te incluyeran en cuáles de sus obras como personaje o de algún otro modo?
– Soy un personaje pero a la vez soy yo mismo en una novela alucinatoria de Juan Noel Mazzadi llamada “Los mágicos”. Con Juan me alcanza y sobra.
-El silencio, la gravitación de los gestos, la oscuridad, las sorpresas, la desolación, el fervor, la intemperancia: ¿cómo te resultan? ¿Cómo recompondrías lo antes mencionado con algún criterio, orientación o sentido?
– Es mucho la pregunta. Me excede, vate.
– ¿A qué artistas en cuya obra prime el sarcasmo, la mordacidad, el ingenio, la acrimonia, la sorna, la causticidad… destacarías?
– Oliverio y Antonin.
– ¿Qué apreciaciones no apreciás?¿Qué imprecisiones preferís?…
– No entiendo. Prefiero la imprecisión. Las matemáticas siempre ahogan.
– ¿Viste que uno en ciertos casos quiere a personas que no valora o valora poco, y que en otros casos valora a personas que no quiere? ¿Esto te perturba, te entristece? ¿Cómo “lo resolvés”?
– No. Yo quiero a los que quiero y está bien. Y los que me quieren son respuesta. Y también está bien.
– ¿El mundo fue, es y será una porquería, como aproximadamente así lo afirmara Enrique Santos Discépolo en su tango “Cambalache”?
– Obvio. ¿Cuántos exoplanetas se descubrieron en los últimos treinta años? Bueno, tu pregunta es una respuesta.
– Por la fidelidad y entrega a una causa o proyecto, ¿qué personas (de todos los tiempos y de todos los ámbitos) te asombran?
– Miles. Imposible nombrar a todos. El Che, Fidel, Spinetta, Pizarnik, Daumal, Artaud, Fijman, Carmen Bruna, etcéteras infinitas.
– ¿Qué te hace“reír a mandíbula batiente”?
– Mi nieto y su riesgo de vida. Los niños ríen, aman, juegan, se lastiman sin red. Es vida. Nosotros… tememos.
– ¿Cómo afrontás lo que sea que te produzca suponerte o advertirte, en algunos aspectos o metas, lejos de lo que para vos constituya un ideal?
– Ni idea. Ni ideal.
– El amor, la contemplación, el dinero, la religión, la política… ¿Cómo te has ido relacionado con esos tópicos?
– Como a todo el pueblo en el capitalismo salvaje=mal. Me relacioné con todo y todo fue mal… como debe ser en este desajuste que llamamos sociedad pero…
– ¿A qué obras artísticas —espectáculos coreográficos, films, esculturas, música, pinturas, literatura, propuestas teatrales o arquitectónicas, etc.— calificarías de “insufribles”?
– A Borges y toda la cría de derecha culturosa… (son varios) (y nomenclaturas abundan).
– ¿Qué calle, qué recorrido de calles, qué pequeña zona transitada en tu infancia o en tu adolescencia recordás con mayor nostalgia o cariño, y por qué?…
– No puedo. Es un secreto. Desde mi casa hasta el parque (final de la ciudad) que era un territorio poético y alucinatorio…
– ¿Cómo reordenarías esta serie?: “La visión, el bosque, la ceremonia, las miniaturas, la ciudad, la danza, el sacrificio, el sufrimiento, la lengua, el pensamiento, la autenticidad, la muerte, el azar, el desajuste”. Digamos que un reordenamiento, o dos. Y hasta podrías intentar, por ejemplo, una microficción.
– De vuelta, es mucho, amigo. Me excede. Me remito si querés a todos los libritos que escribí. Eso.
– “Donde mueren las palabras” es el título de un filme de 1946, dirigido por Hugo Fregonese y protagonizado por Enrique Muiño. ¿Dónde mueren las palabras?…
– En la muerte. Sólo así. En esa segunda certeza.
– ¿Podés disfrutar de obras de artistas con los que te adviertas en las antípodas ideológicas? ¿Pudiste en alguna época y ya no?
– Puedo. Y después los puteo.
– ¿Cómo te cae, cómo procesás la decepción (o lo que corresponda) que te infiere la persona que te promete algo que a vos te interesa —y hasta podría ser que no lo hubieras solicitado—, y luego no sólo no cumple sino que jamás alude a la promesa?
– La traición es lo opuesto a la lealtad. A mí me han traicionado. Horrible. Yo nunca. Lealtad es absoluta.
– No concerniendo al área de lo artístico, ¿a quiénes admirás?
– A millones de cumpas, ellos, ellas, elles… que la yugan todos los días… a pesar de todo y tanto.
– ¿Tus pasiones te pertenecen o sos de tus pasiones?Pasiones y entusiasmos. ¿Dirías que has ido consiguiendo, en general, distinguirlos y entregarte a ellos acorde a la gravitación?
– No, no hay gravitación. La pasión siempre gobierna. Porque es difícil discernir lo que nos sucede. Prefiero seguir la pasión, que me gobierne…
– ¿Qué artistas estimás que han sido alabados desmesuradamente?
– Ninguno. Los que yo amo no son tan famosos.. y vos los conociste… Jorge Santiago Perednik, Enrique Blanchard, Emeterio Cerro, Raúl García, Juan Noel Mazzadi, Daniel Rodríguez.. y varios más. Todos muertos. Sin mucha alabanza, no?
– ¿Acordarías, o algo así, con que es, efectivamente,“El amor, asimétrico por naturaleza”, tal como leemos en el poema “Cielito lindo” de Luisa Futoransky?
– Ni idea… La última vez resbalé ¡por izquierda!.. Ah! Y prefiero a Celia Gourinski!
– ¿El amanecer, la franca mañana, el mediodía, la hora de la siesta, el crepúsculo vespertino, la noche plena o la madrugada?
-: Para mí la vida está en la noche profunda y en el amanecer. Después.. sufrir como vampiro.
– ¿Qué dos o tres o cuatro “reuniones cumbres” integradas por artistas de todos los tiempos y de todas las artes nos propondrías?
– Ninguna. Juntás veinte poetas y todo se volverá aburrido…. Me ha pasado demasiadas veces…
– Seas o no ajedrecista: ¿qué partida estás jugando ahora?…
– El ajedrez lo aborrezco. Y no estoy jugando. Vivo. Soy muy grande. Y me divierto y escribo, ya es algo en tanta derrota tanta…
Rodolfo A. Álvarez nació el 21 de mayo de 1957 en la ciudad de Junín, donde reside, provincia de Buenos Aires, la Argentina. Entre 1996 y 2000 tuvo a su cargo El Teatro de Serafín: compañía de teatro y, a la vez, un espacio cultural. Fue el responsable de varios sellos editoriales y el director de la revista “Maldoror”. Entre otros poemarios ha publicado “Silueta por los bordes”, “Pensamientos amputados”, “Algunas palabras contra la pequeñez de muerte”, “Paisaje primavera”, “Biografeo / Distraigo”, “Endechas, Juan”, “Tres retratos”, “Diaréz mamá”, “Un buddha invertido”, “Pez en la medianía”, “Lo definitivo”, “30 poemas después del destino”, “El amor es tu risa”, “A la mesa”, “Soles tranquilos y otros poemas pequeños”, “Escrito en el desierto”, “Así sucede”, “Ternura ante la muerte”, “Política”, “La promesante” y “Visitaciones”.