Porvenir, Pando, Bolivia: 30 voces menos. ¿Estará en la agenda de la UNASUR?

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Radio Nikzor*

Los presidentes están reunidos en La Moneda, Santiago de Chile. Hace muy poco, sobre un puente ubicado a siete kilómetros de Porvenir, un millar de campesinos marchaban hacia Cobija en protesta por la violencia impulsada por el prefecto Leopoldo Fernández. No llegaron: paramilitares entrenados y financiados por el "cacique" pandino los masacraron el jueves 11 de septiembre. Los sicarios, presuntamente contratados por el prefecto, usaron ametralladoras, escopetas y revólveres para asesinar a un grupo de campesinos en el municipio de El Porvenir, a 30 kilómetros de la ciudad de Cobija, capital del departamento de Pando. La reunión presidencial está por terminar.

Uno de los trabajadores rurales que estuvo en ese puente cuando comenzó la balacera contra gente indefensa, testimonió que ellos marchaban desarmados, pero de pronto escucharon los disparos y algunas personas comenzaron a caer heridas de muerte.

Francotiradores ubicados en las copas de los árboles dispararon sobre la multitud sin importar que también se encontraban niños, mujeres y ancianos confundidos entre los campesinos… "Estábamos desarmados, no como dicen ellos. Nos detuvieron a unos siete kilómetros antes de Porvenir y luego nos atacaron cuando avanzamos a la altura del puente nos emboscaron y comenzaron a disparar con ametralladoras automáticas", relató el testigo, apesadumbrado por la muerte de al menos 10 de sus compañeros, ya que hasta el viernes 12 de septiembre se reportó un número indeterminado de desaparecidos…

Ya en septiembre de 2006, la entonces ministra de Gobierno, Alicia Muñoz, denunció que el prefecto Leopoldo Fernández entrenaba en Cobija al menos a un centenar de paramilitares, bajo la fachada de conformar una fuerza "para seguridad ciudadana".

Aunque Fernández negó veracidad a esa denuncia, de la que Muñoz tenía fotografías y grabaciones de video probatorias, el jefe de Seguridad Ciudadana de la Prefectura de Pando, Alberto Murakami, admitió el entrenamiento de civiles…

La profesora del municipio de Filadelfia, Karina Escalante Guerra, dijo que llegaron a esa población, cercana al lugar de la masacre, campesinos heridos que lograron huir de la matanza metiéndose en el monte y cruzando ríos. Agregó "Porvenir está a dos horas a pie de Filadelfia; los que escaparon llegaron por monte y por el agua, desesperados. Nosotros queremos pedir al Gobierno de una vez actúe, tenemos amenazas de que vienen a quemar la Alcaldía, quieren al alcalde, yo no sé qué hace este gobierno, por qué no manda de una vez a las Fuerzas Armadas".

"La gente está desesperada y llorando, porque los heridos de parte de nuestra gente están siendo amenazados por los cívicos para ser sacados del hospital y atacarlos"… No acaba aquí el espanto.

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) exige la libertad inmediata de los campesinos, que luego de ser torturados por los paramilitares de la Prefectura de Pando, fueron encarcelados acusados de ser presuntos autores de los hechos de violencia en la localidad.

No es el único lugar donde corre sangre y de destrozan los humildes bienes ajenos

Santa Cruz, los fuegos de la noche

La ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra ha sido el escenario de violentos actos racistas comparables a un progrom, actos dirigidos contra indígenas, negros, campesinos pobres y sus instituciones. Fueron saqueadas y destruídas sedes de organizaciones relacionadas con la actividad indígena, como la Coordinadora de Pueblos Étnicos, la Confederación de los Pueblos Indígenas de Bolivia y el Cejis.

Todos realizados con el apoyo de la Prefectura del Departamento y de la Alcaldía Municipal utilizando vehículos oficiales y en forma totalmente organizada, eliminandose así toda posibilidad de ataques descontrolados.

En el caso de la Coordinadora de Pueblos Étnicos fueron identificados Fernando Chiqueno, Carmelo Justiniano, Antonio Surubí y Amalio Siyé, quien al frente de un grupo organizado de unos 40 jóvenes saquearon muebles, equipos de computación, equipos de grabación y musicales, ropas y enseres. Después, con los documentos y los muebles hicieron una gran fogata incendiándolo todo. Además saquearon puertas, ventanas, protectores y destruyeron por completo todos los techos de las oficinas.

Menos conocida es la violencia de los ataque nocturnos –que duraron hasta bien entrada la madrugada– que se repitieron sistemáticamente durante varios días con la finalidad de atacar a los habitantes de un barrio muy conocido en la ciudad, el Barrio Plan 3000.

Ante la gravedad de los sucesos y en un intento de bajar los niveles de vilencia, el gobierno decretó estado de sitio en el área. Las fuerzas gubernamentales son recibidas a balazos por los facciosos.

Un informe de www.radionikzor.org

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