Es propio del sistema: todo se puede vender, alguien querrá comprarlo. Mientras el número de cesantes aumentó la semana pasada en EEUU en más de 600.000 personas –para un total de 5.1 millones que perdieron su trabajo en los últimos dos meses–, aumentó también notoriamente el número de mujeres que venden sus óvulos a parejas y solteras con problemas de fertilidad. En tanto últimos cálculos estiman que el déficit estadounidense podría llegar este año a más de 1.7 trillones de dólares.
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