Qué significa el apoyo norcoreano a Rusia en Ucrania

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El acercamiento entre Corea del Norte y Rusia desde 2022 evidencia una tendencia que Occidente haría muy mal en ignorar.

Rusia y Corea del Norte han venido acercando posturas desde 2023, en cierta medida como consecuencia lógica del aislamiento impuesto por Occidente contra Rusia. La resistencia ucraniana en Kiev durante las primeras semanas del conflicto y la apuesta de Moscú, Ucrania y Estados Unidos por una guerra de larga recorrido terminó por comprometer el abastecimiento de municiones (especialmente, balísticas) para el Ejército ruso. Este hecho abrió la puerta para que Corea del Norte se convirtiera en un socio clave para el gobierno de Vladimir Putin.Puede cambiar el curso de la guerra la presencia de tropas norcoreanas en Ucrania?

Corea del Norte, a pesar de estar bajo estrictas sanciones internacionales, ha sido capaz de producir grandes cantidades de municiones, a punto tal que, según se estima en The Times ━quizá de forma exagerada━ cerca de la mitad de los proyectiles de artillería que Rusia utiliza en el conflicto provendrían actualmente de Corea del Norte. Además, recientes reportes apuntan a que la participación directa de tropas norcoreanas en la guerra de Ucrania estaría cerca de ser un hecho innegable.

El acercamiento

Verdaderamente, semejante decisión por parte de Pyongyang y Moscú no sería descabellada: la firma del Tratado de Asociación Estratégica Integral en junio de ese año entre Vladimir Putin y Kim Jong-un confirmó la posibilidad de una colaboración militar más estrecha entre ambos países. En octubre, Kim Yong-hyun, un alto mando militar de Corea del Sur, declaró que la participación de las fuerzas armadas de su país en Ucrania era «altamente probable». Pocos días después, The Guardian reportó que ingenieros norcoreanos ya estaban colaborando en Rusia, ayudando con misiles balísticos y operando en áreas ocupadas, lo que refuerza la hipótesis de una intervención directa de Pyongyang en el conflicto.

El tratado no solo formalizó la cooperación militar, sino que constituyó la base para una eventual ampliación. El acuerdo incluye cláusulas de apoyo mutuo, como la provisión de asistencia militar inmediata en caso de conflicto y la cooperación para la construcción de un «nuevo orden mundial multipolar».

Además, ambos gobiernos establecieron dinámicas de colaboración en la ONU, lo que podría ser beneficioso para Corea del Norte, uno de los actores internacionales con peores perspectivas diplomáticas. Realmente, la simbiosis era perfecta: Rusia recibiría de Corea del Norte un flujo Seúl alerta sobre envío de soldados norcoreanos a Ucrania en apoyo a Moscúconstante de municiones que le eran absolutamente fundamentales para sus esfuerzos de guerra; simultáneamente, Pyongyang obtendría apoyo diplomático y ayuda tecnológica, especialmente en su programa espacial. El lanzamiento exitoso del satélite de espionaje militar Malligyong-1 en noviembre de 2023 es un ejemplo de los avances que ha logrado la nación asiática, muy probablemente con apoyo ruso.

El nuevo estatus de la relación ruso-norcorena ofrece al gobierno de Kim Jong-un un mejor posicionamiento internacional. Desde marzo de 2024, Rusia ha utilizado su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para, entre otros apoyos, bloquear la renovación del Panel de Expertos encargado de supervisar las sanciones contra Corea del Norte, lo que demuestra el valor diplomático de esta alianza para Pyongyang.

La participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania marca un cambio importante en su política exterior. Tradicionalmente, bajo el liderazgo de Kim Jong-il, el país se había mantenido en un aislamiento casi total, protegiendo su economía autárquica para garantizar la supervivencia de su modelo juche. Sin embargo, Kim Jong-un parece dispuesto a romper con este aislamiento y aprovechar la guerra para integrarse más activamente en el ámbito internacional, en particular en el “eje antiestadounidense”, donde aspira a ser un actor de peso, tras años de marginalidad casi plena.

Además de los beneficios inmediatos, la participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania podría tener implicaciones a largo plazo para sus fuerzas armadas. La experiencia de combate que adquirirían sus tropas en Ucrania será un activo valioso en caso de una posible guerra en la península de Corea. Con todo, quizá lo más relevante de los reportes es lo que indican en clave geopolítica.

Relevancia geopolítica

Del aislamiento a la batalla: las tropas norcoreanas se exponen a un golpe de realidad en UcraniaPor ahora, no parece seguro que, en efecto, Corea del Norte haya desplegado tropas en el escenario ucraniano. Si lo hiciera, no obstante, probablemente sería en Kursk para ayudar a Rusia a repeler la ofensiva ucraniana; de esta forma, Pyongyang no pisaría suelo ucraniano. En cualquier caso, ciertamente sería un escenario esperable: al gobierno de Kim Jong-un le interesa participar en la conflagración, no solo para mejorar su encuadre como actor antiestadounidense, sino para labrarse un asiento en las negociaciones de paz entre Rusia, Ucrania y los actores de la OTAN.

Independientemente de la cuestión específica de las tropas, el acercamiento entre ambos actores es un hecho incontestable. Frente al eje imperialista colectivo liderado por Estados Unidos y al que adhirieron, durante décadas, los Estados europeos, Japón, Australia y algún otro actor, se había opuesto tras la disolución de la Unión Soviética un polo desagregado y diverso al que se le dieron muchos nombres. China, Rusia, Irán, Cuba, Corea del Norte… todos esos Estados compartían su oposición a Washington, pero en ningún caso lograron articular un polo unificado de poder.

Esa situación, si bien no se ha revertido, está dando pasos evidentes. Que Corea del Norte, actor nuclear y el gran Estado “paria” de la esfera internacional, salga de su aislacionismo, se asocie con Rusia y provea apoyo militar a Moscú en el marco de una guerra en suelo europeo no es un asunto menor. Por el contrario, refleja que el belicismo otanista y el rechazo a la realidad multipolar generan fricciones en los actores no alineados que, potencialmente, pueden devenir en asociaciones que incrementen el poder relativo de los gobiernos contrahegemónicos.Afirman que Corea del Norte envió 1500 soldados para entrenarse en suelo ruso y eventualmente combatir en Ucrania - LA NACION

La guerra en Ucrania era una guerra internacionalizada, pero inicialmente solo desde el lado ucraniano, pues contaba con el apoyo de la OTAN. Ahora, con la incorporación más o menos directa de Corea del Norte, el conflicto se ha internacionalizado desde la perspectiva rusa. Esta es la tendencia más importante que marca la decisión del gobierno de Kim Jong-un. Sin ir más lejos, el Tratado de Asociación Estratégica Integral habilita (y, prácticamente, obliga) a Rusia a apoyar a Corea del Norte militarmente en el caso de que estalle un conflicto en la península.

En suma, Europa ha apostado en el marco de la guerra en Ucrania y del genocidio israelí en Gaza por fortalecer su adhesión al proyecto hegemónico estadounidense. Este polo, liderado por Washington, seguirá siendo el más poderoso durante un tiempo, pero su agresividad con actores emergentes como China o Rusia, así como su declarado belicismo, impulsarán una mayor integración entre los Estados antiimperialistas y antiestadounidenses. La decisión de Corea del Norte no será, con toda probabilidad, la última que veamos en este sentido.

 

* Politólogo y maestrando en Relaciones Internacionales. Miembro de Descifrando la Guerra. Colaborador e invitado en varios medios escritos y audiovisuales como analista internacional. Escribe sobre la península de Corea, Argentina y América Latina.

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