Razonando: quien apuesta al dólar no puede sino perder

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Luigi Lovecchio*

Curiosamente la moneda estadounidense aumentó su valor. Como si quienes la emiten e imponen fueran ajenos a la crisis –que, por otra parte, está lejos de haber sido conjurada–. Pero quien apuesta al dólar pierde. Y al dólar están apostando los  mismos  empresarios que paradójicamente lo declaran enfermo. Algunos, no pocos, círculos financieros, incluyendo parte de Wall Street y otras bolsas económicas mundiales percibieron con sonada claridad que la moneda de Estados Unidos no merece confianza.

…Sin embargo son los mismos que anhelan un dólar fuerte porque sus negocios están atados a la moneda estadounidense. Afirmar que el dólar está enfermo seria como suicidarse.

Además, tener un dólar fuerte a pesar de la crisis, esconde al vulgo su propia cultura de ganancias fáciles y sus barrabasadas financieras. Por especulación exagerada el dólar aumentó sus volúmenes de emisión, enfermó de desconfianza y, ahora mismo, los actores que lo enfermaron no saben cual es la receta salvadora. Este drama es aún más ampliado por la ineficiencia y el temor de los políticos y gobernantes, quienes han sido superados por los acontecimientos y no osan hacer frente con decisión a los grandes grupos económicos que son, en ultima instancia quienes comandan de manera socarrona la desconfianza que genera toda la crisis.

Por varias razones –fácilmente explicables que pero nadie se atreve a develar– hablan de crisis, pero ni un solo periodista – y escasísimos economistas– declara las verdaderas razones por la cual está crisis avanza y no se avizora una solución. Dicen que es una crisis de confianza hacía el mercado de valores de Estados Unidos, su dinero y su liderazgo. ¿Pero por qué? 

Veamos: Todas las monedas del mundo se emiten respaldadas por la capacidad de producción de bienes de cada nación, el Producto Bruto Interno (PBI). El PBI de EEUU es de 10,6 trillones de dólares, el más alto entre todos los países del mundo. La capacidad de producir bienes es lo que el país vale en lo económico. Cuando la emisión de la moneda supera de mucho su capacidad de producción de esos bienes y servicios el dinero pierde su credibilidad. Es lo que ha sucedido con el dólar.

Naturalmente hay una pequeña tolerancia: se puede imprimir  superando esta cifra en un dos o tres por ciento. Así fue cuando Europa se unió en una moneda única, el euro; se calculó la capacidad de producción de cada nación y se imprimieron tantos billetes cuanto PBI de cada país. La tolerancia admitida oficialmente por los Criterios de Maastricht –las reglas que disciplinan las emisiones de euro– es de un 3% más o menos. Reglas estrictas que generaron una moneda fuerte. Fue la aparición del euro uno de los motivos principales de de la caída del dólar porqué marcó una nueva referencia en el valor real de los bienes.
 
Estados Unidos mantuvo por muchos años una política agresiva de expansión  hacía los mercados externos; dueño de una red industrial consistente que le permitió disponer de una plataforma de producción interna fuerte, sus fábricas se esparcieron con rapidez por todo el mundo volviéndose entre las más importantes de cada país. Consiguieron así imponerse en los mercados más impensados.

La Coca Cola y la hamburguesa McDonald, se convirtieron en un símbolo económico de EEUU y representan la bandera estandarte de la presencia norteamericana en todas las plazas del mundo. Al mismo tiempo que las industrias estadounidenses invadían el planeta, los dólares también lo hacían. Sólo que a una velocidad mucho mayor.

Petrodólares, euro dólares fueron moneda de referencia de una cierta época, cuando el dólar (¡otros tiempos!) tenía toda la credibilidad de los mercados financieros. La misma Reserva Federal imprimía alegremente la moneda que luego los fondos de inversión usarían para especular y acrecentar en volúmenes inimaginables sus negocios llenos de gloria. La concentración de la riqueza batía récords y eso causaba una enorme debilidad al mismo mercado interno.

Según Walden Bello, profesor de ciencias políticas y sociales en la Universidad de Filipinas, “el problema de esa fórmula era que, al redistribuir el ingreso en favor de los ricos, estrangulaba el ingreso de los pobres y de las clases medias, lo que provocaba la restricción de la demanda, sin necesariamente inducir a los ricos a invertir más en producción”.

Algo parecido a la decadencia del imperio romano… Los desequilibrios sociales provocan fallas irremediables, tarde o temprano. Y la falla vino de la mano de la restricción de consumo, por un lado, encarecimientos de los precios de los productos a causa de la menor producción, por el otro y, en el ámbito de los operadores económicos, desconfianza hacía la moneda americana. O sea: dudas si esa moneda llamada dólar vale tanto para justificar y mantener el valor de los bienes que produce.

Pero cuando se divide el valor de los bienes (10,6) por la cantidad de dinero circulante (6031) se obtiene un cuociente de 570. Entonces el dólar debería valer 570 veces menos del valor actual. (¡!). Los economistas del gobierno americano justificaron esa diferencia diciendo que EEUU, como cualquier país de mundo, tiene retornos de los "royalties" de las empresas que actúan en las economías de otros países y permiten el “retorno” en valores de la moneda estadounidense con mucha velocidad.

Fue un buen argumento que convenció por un tiempo. Hasta tanto la codicia del imperio no comenzó a molestar los talones de Rusia, China, India, Japón, Europa con sus argumentos de supremacía: Georgia fue uno de ellos. También hay que considerar que en estas regiones hay empresarios cuya opinión económica pesa en las bolsas de valores. Son los que cuestionan al dólar como moneda de referencia y dudan de su valor a la luz de la poca credibilidad que cosechó la política exterior de Estados Unidos.

Cuando el PBI de EEUU era de ocho trillones de dólares, el circulante real (podemos imaginar) era de 4.000 trillones aproximadamente; ahora que el PBI es de 10,6 trillones de dólares  el dinero circulante oficialmente es de 6.031 trillones de dólares. Una cifra impresionante que no se puede ni pensar: es 6.031 con doce cero atrás. El PBI de todo el planeta no llega a cubrir toda esa cantidad de dinero. Para comparar: Europa con todas sus naciones unida bajo el mismo signo monetario tienen un PBI de 9,6 trillones.

Es fácil deducir que  EEUU ha emitido trillones y trillones de dólares sin respaldo para prestigiar especulaciones financieras a lo ancho y largo del mundo hechas por sus propios agentes, codiciosos de  ganancias fáciles, y para favorecer su expansión a nivel internacional. Dólares que volaban todas las fronteras, para tentar, corromper, conquistar. En cuanto el negocio era ganancioso para sus actores, merecía la confianza y nadie se preocupaba del hecho que los dólares emitidos no tenían respaldo. Pero cuando las decisiones de  política  exterior fueron algo aventuradas se comenzó a dudar.

Trapisondas

En los círculos políticos más prestigioso del mundo la lectura de los hechos que marcaron los acontecimientos históricos inmediatos: la caída de las Torres Gemelas, la guerra de Afganistán e Iraq, fueron observados como acto de codicia del imperio. Esta visión fue también compartida por la mayoría de los hombres de negocios que no hacían parte de la órbita de intereses de Wáshington.

Según la visión de esos observadores la Torres habían sido abatidas por los mismos estadounidenses con la complicidad del estado de Israel. La razón era motivar una guerra que permitiese a las dos naciones ser dueñas de las fuentes de energía y oleoductos de los países invadidos. Pero hay más: esos actos de codicia posicionaban a los hombre de negocios del imperio estadounidense como lideres indiscutidos en los mercados mundiales y, todo eso, con dólares en circulación sin respaldo, que había servido a persuadir por décadas a empresarios y gobiernos del resto del mundo.

En estos últimos años muchas cosas han cambiado. La aparición del euro, con sus reglas estrictas de emisión, basado sobre un PBI real, trasladó la preferencia del dólar para las transacciones hacía el euro. Los círculos económicos que no pertenecían a los intereses de Wáshington, comenzaban a ser más numerosos: otros mercados se habían sumado con éxitos financieros sólidos y no estaban dispuesto a hacer concesiones: prestar poder a un grupo de agentes económicos que habían mentido constantemente el valor de su moneda para acrecentar sus riquezas.

De hecho las operaciones económicamente inconsistentes y codiciosas se habían apropiado del alma de Wall Street de una manera tan soberana que habían enceguecido de sed de dominio sus hombres sin pensar que en otras orillas de mundo económico surgía también el frenesí por el poder: China ya cuenta con más de 40 millones de millonarios en dólares, India, Vietnam, Rusia, Japón, incrementan su producción con el uso de las tecnologías que habían hecho grande a Estados Unidos. El nuevo mapa mundial del comercio y de la tecnología podría –es la lección– con toda tranquilidad dejar de costado el mercado americano y sus dólares impresos con la maquinita de la conveniencia, sin el respaldo adecuado del PBI y sobre la base de larga mentiras económicas, como lo demuestran las guerras en curso.

Es lo que sucede: nadie quiere apoyar al dólar y sus trampas. Para seguir dando confianza a la moneda americana es necesario el apoyo explicito del estado emisor. Lo hubo, pero no fue suficiente. El capital en moneda dólar en circulación en el mundo supera 570 veces la capacidad de producción de bienes. Un déficit enorme que requirió la intervención de todos los estados más ricos del mundo, el G7. La hubo. Los mercados se tranquilizaron, pero…

Pero todos los estados del G7 implicados tuvieron que avalar la trampa de la moneda americana. Los inversores, al tener un respaldo de semejante proporciones, se tranquilizaron, como se dice: “los hermanos sean unidos”. Sólo que eso no hace desaparecer el problema. Simplemente lo posterga. Es como si un señor tiene una fuerte deuda de juego y un poderoso lo avala con su solvencia, pero el señor endeudado sigue jugando y endeudándose hasta que, en fin, la deuda se vuelve incobrable –y también el respaldo de quien avala.

 Ciudadano común.

La actitud de todos los estados del mundo ha sido la de mantener el dólar sostenido y fuerte frente al ciudadano común. Con todas las reserva repletas en dólares en los cofres de los gobiernos o en los banco suizos, en los paraísos fiscales ¿Quién quiere que esa moneda se devalúe? Seria como un “muera Sansón con todo los filisteos”. La caída del dólar significaría, lisa y llanamente, la vuelta a la pobreza de millones de hombres de negocios. Suicidios colectivos, cambio drástico del mapa de poder.

Lo mejor es fingir que hay una crisis de confianza que ha sido superada. ¿Y el euro? Bien gracias. Tuvo que bajar su valor para mantener la capacidad de ventas de sus productos en los otros mercados. Otra especie de suerte/socorro para la moneda americana. Y la nave va

Addenda

Estos grupos de bancos traviesos que emitían moneda  a discreción, cuyos verdaderos dueños, Rothschild, Rockfeller, Morgan, entre otros, jamás son nombrados,  son los mismos fundadores de la Federal Reserve System, la casa privada de la moneda de EEUU. La emisión de los dólares  estadounidense la ejerce un grupo de bancos privados que cobra un alquiler al gobierno americano para el uso de sus dólares. Toda una distorsión que dice mucho sobre la actual situación de caos e inconsistencia económica del mercado liberal.

Cayó el muro de Berlín… Ahora parece que ha llegado el turno de la caída de otro muro: Wall Streett, luz económica del imperio americano.

Los 12 bancos de la R3eserva Federal, las 12 ciudades y los 12 presidentes
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=5&galeria=23803" Primer Distrito, Boston, Massachussets: Cathy E. Minehan.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=6&galeria=23803" Segundo Distrito, Nueva York, NY: Timothy F. Geithner.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=7&galeria=23803" Tercer Distrito, Philadelphia, Pensilvania: Anthony Santomero.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=8&galeria=23803" Cuarto Distrito, Cleveland, Ohio: Sandra Pianalto.
•"http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=9&galeria=23803" Quinto Distrito, Richmond, Virginia:Jeffrey M. Lacker.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=10&galeria=23803" Sexto Distrito, Atlanta, Georgia: Jack Guynn.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=11&galeria=23803" Septimo Distrito, Chicago, Illinois: Michael H. Moskow.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=12&galeria=23803" Octavo Distrito, St. Louis, Missouri: William Poole.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=13&galeria=23803" Noveno Distrito, Minneapolis, Minnesota: Gary H. Stern.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=14&galeria=23803" Décimo Distrito, Kansas City, Missouri: Thomas M. Hoenig.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=15&galeria=23803" Undécimo Distrito, Dallas, Texas: Robert D. McTeer, Jr.
• "http://www2.terra.com/finanzas/galeria/galeria.cfm?foto=16&galeria=23803" Duodécimo Distrito, San Francisco, California: Janet L. Yellen.
 

* Periodista. Director de www.losbuenosvecinos.com.ar

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