Reacciones y dudas. – EL CASO DE LOS ANARQUISTAS CHILENOS

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

María Elena Welsh escribió Como la cigarra pensando acaso en el restablecimiento de los lazos sociales en la Argentina; en el renacer de la vida cultural y política del país tras la dictadura de 1976/83:

Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.

No existe en los tiempos modernos corrientes del pensamiento y acción social más perseguidas que las anarquistas. Tal vez porque demandan no buena memoria para recordar –y citar– unas cuantas páginas leídas o consignas escuchadas, sino una ética personal que no admite justificaciones ni dobleces.

El padre de Pierre-Joseph Proudhon fabricaba cerveza allá por la segunda mitad del siglo XVIII y uno de sus dramas de artesano pobre –¿acaso hay artesanos ricos?– era ganarse la vida; pensaba que no debía vender su producto a más de lo que le costaba fabricarlo; se dedicó, pues, a hacer toneles, oficio que –entre otros varios– también tuvo su hijo.

Nada con la muerte, sino al final de la vida

La anarquía nada tiene que ver con la muerte –salvo por eso de aceptarla como inevitable–; tampoco persigue desatar el caos o insultar notarios o ancianas.

La leyenda de los anarquistas que expropian bancos en verdad no tiene nada de legendario; lo hicieron. Tampoco es leyenda que la burguesía haya cortado tanto cabezas nobles como cabezas campesinas: necesidad y modalidades de lucha. Luis XVI terminó en el patíbulo; las guerras campesinas del XVI y XVII que asolaron Europa no fueron una manera de resolver contradicciones religiosas. Benedicto XVI no habló de religión al referirse al islam.

Los bandoleros que pueblan canciones y relatos populares del los siglos XIX y XX en América Latina no constituyen un cuerpo literario costumbrista. Los que en Catalunya en los años de la guerra civil española pudieron sentarse o pasear por algún convento secularizado no miraban sólo el paisaje. Pensaban.

La historia contemporánea es la contradictoria exposición de un enigma. El que entre 1831/40 expusiera Federico Engles del siguiente modo: «¿Qué será de tantos millones de seres que no poseen absolutamente nada?»

La última respuesta es grotesca: «que decida el mercado» –en la medida en que manejo el mercado–.

No obstante es cierto: ¿qué culpa tiene el semáforo que algún chico descontrolado apalea?, ¿qué culpa los vidrios de una tienda que otro chico rompe a piedrazos?. No tienen culpa: son cosas; son cosas que no sólo representan aquello que los oprime en su cotidianidad, sino que son cosas que simbolizan a quienes les oprimen. Y no te oprimen porque la policía te impida zamparte una cerveza en la plaza con tus amistades. No.

Son el símbolo de un orden que le negó un salario congruo a sus padres, que les negó salud, vivienda, que no les reconociuó dignidad de ser vivo. Son símbolo de lo que le niega educación y trabajo. «No se hace una tortilla sin romper unos cuantos huevos».

Allá por 1951/70 solía creerse que tras el desastre español y el afianzamiento del marxismo-leninismo las ideas anarquistas habían muerto o se refugiaban en el arte: la danza, la pintura, un poco de poesía, algo de teatro. Confinadas en los extramuros de la cultura oficial –que privilegia el espectáculo (el «showbizz» es el opio, no la religión, como descubriráan los teólogos católicos de la liberación)– el anarquismo podía hacer lo que le viniera en ganas. Se neutralizaba a sí mismo.

Alguna «cosita» para amenizar las veladas

Las cosas no son tan sencillas. La sociedad capitalista es opresiva. La sociedad soviética fue opresiva. La libertad de expresión y la libertad artística debía conocer límites, de lo contrario ¿qué con las buenas costumbres?

Y esos pobres que no dejan, por Dios, de reproducirse. Un recipiente lleno no se puede poner a hervir porque rebasará; no se puede congelar, porque se trizará. Así que vino la droga. Grandes cantidades de droga. Hasta el templo llamado Casa Blanca anduvo metido en el negocio.

Tardaron en encontrar la mejor droga. No marihuana, que en definitiva no envicia; no cocaína, que es más cara y envicia poco; no alcohol, porque del alcohol se puede salir; no tabaco, porque el cigarrillo no enerva; no el opio: está muy lejos de América y es demasiado caro. Pronto los laboratorios internacionales dieron con la solución: a todas esas substancias sumémosle pasta base.

Y con sigilo, inadvertidamente, ¡oh Dios!, la pasta base se constituyó en el helado de crema de adolescentes, jóvenes, pobres y delincuentes. Es imposible entrar a Chile una manzana que no disponga de todos los certificados que acrediten su sanidad, no hablemos de un queso, de un trozo de fiambre, de un pez, de un tubérculo. Sin embargo…

Sin embargo en –muy– pocos años la pasta base se convirtió en mercancía corriente a todo lo gran largo y poco ancho del país. ¿Cómo? ¿en qué período? Tarea para los antropólogos del futuro.

Las drogas tampoco «solucionaron» este asunto de la rebeldía; siempre surgen algunos inconscientes que la rechazan. Así que desaparecen los rebeldes, son reemplazados por meros delincuentes.

Y así andamos

Se criminaliza la protesta. Escribió Andrés Bianque en el periódico digital Rebelión*:

…Se detuvo a un grupo de seis personas que habitaban una casa «ocupa» en las inmediaciones de la arteria principal de Santiago de Chile, la Alameda. Cinco eran estudiantes chilenos y el último era un joven de nacionalidad española. Todos acusados del delito de ser «anarquistas».

«El proceso no está claro, lo único cierto es que supuestamente se encontraron cuatro molotov y material para su confección, sin embargo, los materiales no estaban unidos en un solo cuerpo, es decir, se «presume» que fabricarían bombas molotov, como también se «presume» que este grupo de jóvenes actuarían en la movilización de los profesores, también se «presume» que ellos incurrirían en el delito de «asociación ilícita…»

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 26 de setiembre de 2006, casualmente a horas de una movilización social convocada por el Colegio de Profesores de Chile cuyo objetivo es que deje de tener vigencia la Ley Orgánica Consitucional de la Enseñanza (LOCE), promulgada por la dictadura el día en que Pinochet dejaba el gobierno. Es una ley de suyo nula y que rija es una vergüenza para el país.

www.rebelion.org.

La detención del grupo de jóvenes tuvo impacto internacional. El estado tiene 90 días para investigar los hechos y pedir su procesamiento. Mientras, aguardarán en la cárcel el juicio. A nadie se le ocurrió acusar de «católico» a ninguno de los sacerdotes de esa religión apresados por estupro o sodomía en el cuerpo de niños a su cargo. Y no se ha acusado de nada a nadie por la destrucción de un santuario de vida silvestre en el sur de Chile; tampoco por la destrucción de bosques nativos.

Ningún regente de colegio subvencionado por el Estado enfrente cargos ni por estado de los edificios ni por la probadamente infame instrucción que impartían.

Una Declaración Pública frente al allanamiento de la okupa de San Ignacio

Los abajo firmantes declaramos ante los hechos ocurridos en el allanamiento en la casa ocupa de San Ignacio y la detención de seis jóvenes lo siguiente:

1. Que frente a la incapacidad de los gobiernos de la concertación de dar respuesta a las legítimas demandas de los trabajadores, estudiantes y del pueblo se ha ido generando una situación de movilización social general.

2. Que la respuesta a estas demandas del pueblo ha sido siempre la represión.

3. Que la acción de grupos encapuchados es parte de la realidad que se ha ido construyendo en la exclusión, la impunidad y desigualdades, en un sistema político que sólo favorece los privilegios de unos pocos.

4. Las movilizaciones de los pobres se han multiplicado las últimas semanas, generando una situación de efervescencia social que el gobierno pretende aplastar con represión y montajes de inteligencia.

5. La arremetida del gobierno contra los jóvenes y las casas okupas, los allanamientos y las burdas acusaciones de «fábrica de bombas» pretende criminalizar las acción de los jóvenes que en ellas construyen cultura popular, autónoma, al margen de la danza de
millones que mueve la cultura oficial.

6. Las amenazas abiertas del ministro del interior contra las casas okupas y los anarquistas se inscriben en una «nueva» doctrina, que busca criminalizar el arte y cultura popular.

7. Los anarquistas son, en su mayoría, jóvenes que conviven con el pueblo trabajador, con los pobres y marginados de nuestro país, son estudiantes y estudiosos, realizan trabajos solidarios en las poblaciones y defienden el derecho a la educación pública, el derecho al trabajo y sueldo digno.

8. Denunciamos el asedio del gobierno y la represión contra los ocupantes de República 550, ex cuartel de la dina-cni, hoy recuperado como un lugar de cultura, arte y creación por jóvenes que no se venden al sistema donde la prioridad es el dinero y no la dignidad de las personas. El gobierno pretende un desalojo violento y encarcelarnos
como terroristas, como lo han hecho con los jóvenes de San Ignacio, todos artistas comprometidos con el pueblo.

9. Seguiremos resistiendo con nuestras armas: arte y creación, autonomía y autogestión. Las amenazas de un gobierno comprometido con los patrones y empresas extranjeras, no detendrán la lucha libertaria de nuestro pueblo.

Santiago, 27 de septiembre de 2006.

(Firman)

Centro de Investigación Escénica AKÍ, Colectivo Revista Perro Muerto, Colectivo de Contrainformación Hommodolars, Editorial Quimantú, Centro Cultural Esteban Gumucio, Colectivo Manuela Saenz, Compañía SacrOficio, Compañía Lucidez Infante,
Comité de Derechos Humanos Kamarikun, Casa de la Cultura de La Legua, Colectivo Muralista La Garrapata, Colectivo Reexistencia, Colectivo Dayanadrea, Claudia Salgado Rivera, actriz, Horacio Díaz, dirigente sindical, ARTEMISA A.S.B.L. Comunicación, Educación y Cultura (Bruxelles, Belgique), Videoteca Popular Nuestra Imagen, Sindicato Audiovisual, Indymedia Santiago, Resistencia Cultural Antofagasta, Comisión Ética contra la Tortura, Encuentro por la Libertad, Agrupación Mapuche Kilapán.

Otra más

Declaraciones de tono similar llegan de Chile y otros países. Así, Les Insumises alertan:

«Las okupas en Santiago de Chile son espacios liberados para la cultura y la vivienda, son espacios de vida comunitaria libertaria que iluminan una ciudad donde prima el gris de la represión (…) la represión ha venido a silenciar esta voz libertaria que se alza autónoma ante las represiones de derecha, centro e izquierda (…)

A las 4 de la madrugada, una cincuentena de policías uniformados (Carabineros), irrumpió en una casa ocupada en el número 165 de la calle San Ignacio, centro de Santiago de Chile. Se detuvo a 6 personas: Danae Alvarez Sagredo, Carla Monsalve, Victor Núñez; Alvaro Pinto, y el español Miquel Balaguer Yus.

«Estamos convencidos de que el Gobierno y Carabineros lo que han hecho es un Montaje Policial que pretende generar ganancias sin costo para el gobierno: el aplauso de una derecha nostálgica de la dictadura, el aplauso de una izquierda temerosa del avance de las ideas anarquistas y el consenso social suficiente para justificar en la discusión del presupuesto estatal del próximo año el aumento del presupuesto de seguridad y defensa y la creación del Ministerio de Seguridad y el fortalecimiento de la Agencia Nacional de Inteligencia, bajo el control de las Fuerzas Armadas (…)

Cientos de libros y material audiovisual fue requisado y presentado ante la prensa como material «subversivo», hemos vuelto a la dictadura sin previo aviso: se reprimen los libros, posiblemente se les queme en la plaza pública.

Firman:

Movimiento Antimilitarista de Objeción de Conciencia, Ni Casco Ni Uniforme Santiago,
Re/Evolución Linares, Rompiendo Filas Temuco, Flores Con Sorpresa Osorno.

Para cerrar. Desde Brasil llegó el 28 de setiembre de 2006 esta infomación:

El día lunes 25 de septiembre en horas de la madrugada fue atacado nuestro sitio web http://www.edicionesespiritulibertario.cl; estamos averiguando de dónde proviene esta violación al legitimo derecho de expresar una idea. la cual hacemos a cara descubierta y en forma pública.

«No vamos a prejuzgar –como lo hacen la policia, autoridades y la prensa– en quien está detras de este hecho, pues somos en lo sumo respetuosos con respecto a otras personas, sea cual sea su pensamiento. Si logramos dar con la información requerida, la daremos públicamente tanto a entidades locales como internacionales.

Por cierto seguiremos el camino trazado hace ya cinco años y no decaeremos en el esfuerzo de nuestra autogestión y tal como el Quijote si los perros ladran es señal de que avanzamos.

Para todos sin excepción muy buena salud

(Firma)
Ediciones Espiritu libertario

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