Luego de haber incrementado el poder de represión de las fuerzas de seguridad para repeler las protestas sociales que se suceden hace cuatro días y dejaron un saldo de cuatro muertos en distintas ciudades, el primer ministro británico volvió a advertir que “esta violencia continua se frenará”, insistió que “no se permitirá que en las calles exista una cultura del miedo” y sentenció que "sean cuales sean los métodos que necesite usar la policía, tendrán autorización legal".
"Necesitábamos contraatacar y el contraataque ha comenzado", enfatizó David Cameron tras volverse a reunir en gabinete de crisis con el Comité de Emergencia Cobra, encargado de combatir las protestas sociales que, básicamente en barrios periféricos de Londres, se desataron luego de que la policía asesinara a un joven de 26 años.
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