Sebastián Allende / Apuntes: la influencia anarquista en la literatura chilena (I)

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existe un espíritu pacifista, según mi juicio de nítida raigambre tolstoiana (la influencua de Tolstou, por lo demás, es evidente, como veremos, en las letras chilenas).

Así, la influencia anarquista en nuestra literatura no es menor, mas sorprende su profundo desconocimiento. Aunque algunos literatos no hayan pasado de fugaces coqueteos con el socialismo libertario, como Víctor Domingo Silva o Carlos Mondaca, otros permanecieron sentados de por vida en la vereda anarquista, como Manuel Rojas o Mauricio Wácquez.

De igual forma, paralelo al sorprendente nexo entre creación literaria y anarquismo en Chile, es igualmente llamativo el desconocimiento de numerosos poetas que han caído, por distintos motivos, en las llanuras del olvido. Gente como Zoilo Escobar, Antonio Bórquez Solar o Manuel Magallanes Moure, son prácticamente  desconocidos para las nuevas generaciones, a pesar de la buena pluma con que contaban.

En lo que queda del escrito, realizaré un acercamiento, general, sobre el tema del anarquismo y literatura chilena de comienzos del siglo veinte, de ahí que denominé “apuntes” a este trabajo.

El anarquismo en Chile: albor literario ácrata

Como tal, el anarquismo en Chile comienza a emerger claramente a comienzos del siglo XX, con orgánicas de lucha, como Sociedades de Resistencia o centros culturales. Aunque, si bien el primer periódico anarquista chileno, “El Oprimido”, data de 1893, alcanzando la cifra de 8 números, estas experiencias no constituyen un asentamiento real del ideario ácrata en nuestro país. Sin soslayar el hecho de que anarquismo y socialismo marxista aún no llegaban a una clara diferenciación, y por lo visto en la prensa, los anarquistas criollos no tenían gran depuración ideológica, ni conceptual.

No obstante, la realidad social de nuestro país por aquellos años, mucho más cruda que hoy, era el aliciente real para transformarse al socialismo, obviando la lectura de un teórico doctrinario, quizás bastaba con sentirse explotado y humillado.

Así, la influencia libertaria no sólo se manifestó en el llamado “movimiento popular”, sino también en la esfera artística.

Nombres como los de Carlos Pezoa Véliz, Antonio Bórquez o Alfredo Guillermo Bravo, también nutren la protesta social contra la oligarquía chilena, con las dagas de sus versos. A modo de ejemplo, tómese como muestra este pasaje del poema, inspirado en el fusilamiento de Jacinto Albornoz, Los pobres de Bórquez Solar:

Entonces una santa compasión
Tuve yo por el pobre del banquillo
I pensé en las augustas redenciones
De todas esas almas de ojos ciegos
¡I vi que no era justa la justicia
Con los que crucifica la miseria!”

Por su parte, Carlos Pezoa Veliz en su poema, Nada alude a los personajes errabundos de los sectores postergados:

“Era un pobre diablo que siempre venía
Cerca de un gran pueblo donde yo vivía
Joven rubio flaco, sucio, mal vestido…”

Así, lentamente las vivencias de los miserables comienzan a hacerse un espacio en  la literatura chilena…Vale aclarar que ese sitio siempre lo tendrán.

  Se me hace perentorio una aclaración: en el ensayo Gabriela Mistral y el anarquismo, postulé que en El Sembrador de Iquique habrían existido poemas inéditos de nuestra poetisa. Con el paso de los días y algunas indagaciones comprendí —con vergüenza— que había incurrido en un error garrafal. Ambos escritos aparecen en “Desolación”.

N. de la R. La segunda parte de este ensayo se publicará el miércoles 26 de enero.
Se agradece a Ediciones Espíritu Libertario, Santiago de Chile
www.edicionesespiritulibertario.cl

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