Sequía histórica en el Norte argentino: A la espera de soluciones…

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Facundo Bustamente y Ángeles D`Aveta*
 
En medio de una sequía que provoca condiciones de vida desesperantes en comunidades campesinas de la región del Gran Chaco, pequeños productores esperan definiciones a demandas de larga data.

La Asamblea Campesina del Norte Argentino, organización que incluye integrantes de las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, quienes señalan como principales problemáticas del sector la falta de agua, tierras y los serios problemas al momento de producir y comercializar en el sector hortícola.

Semanas atrás, representantes de la Asamblea se reunieron con el subsecretario de Agricultura Familiar de la Nación, Guillermo Marín y lo instaron a la implementación de políticas fundamentales para el desarrollo rural. Consultado por APM, Ángel Machuca, dirigente de la Unión de Pequeños Productores de Chaco, señaló que en el encuentro no obtuvieron respuestas concretas a las múltiples problemáticas planteadas.

"Marín pidió que nos alineáramos al funcionamiento de la Secretaría de Agricultura Familiar, pero en el medio siguen sin resolverse cuestiones como la venta de tierras y en el caso de Chaco, aún no se avanzó con la evaluación sobre bosques nativos, paso fundamental para que se cumpla con la Ley de Bosques y se frenen los desmontes".

La Secretaría de Agricultura Familiar fue creada por el Ejecutivo Nacional hace más de dos meses en el marco del enfrentamiento entre la “Junta Agraria” y el Gobierno argentino por la Resolución 125 que ampliaba las retenciones móviles para la exportación de soja. (Ver: “¡Maldita soja!”. APM 20/07/2008)

En medio de un conflicto que se prolongó durante meses y donde los medios masivos impulsaron falsas dicotomías como la de campo-ciudad, sectores rurales como el campesinado del norte y las comunidades de pueblos originarios fueron quienes hicieron visible la situación de miles y miles que no se sentían representados de manera integral por ninguna de las posturas en disputa. Son aquellas comunidades rurales y campesinos pobres que no pueden comercializar sus productos aún en el mercado interno, muchos menos arrendar, ya que ni siquiera pueden acceder a la titularidad de tierras que habitan ancestralmente.

No obstante, hasta el momento aún no fueron anunciadas políticas específicas para este sector marginado históricamente de la planificación productiva nacional y hasta de las gestiones en el área social. En los últimos días el Gobierno argentino informó que el 9 de octubre se realizará recién un acto de lanzamiento del nuevo organismo, donde se presentarán las acciones realizadas y los planes a futuro.

Entretanto, la situación en algunas comunidades chaqueñas agravada por la falta de agua, en un período de sequía histórica, se torna desesperante. Alrededor de 20.000 campesinos pequeños productores son los afectados en lugares como Bermejito, Pampa del Indio, Tres Isletas, Independencia y Aguapelay.

Ante la prolongada de carencia de lluvias, el único recurso para las plantaciones y los animales es la extracción a pozo. "Pero donde antes se necesitaba bajar de hasta 12 metros, hoy es necesario hacerlo hasta los 36 metros y la calidad del agua no es la misma", describió Machuca. Para el consumo humano en esas comunidades, el recurso llega a los municipios cercanos a través de camiones cisterna pero tampoco es suficiente. Solamente quienes se encuentran en mejor posición económica pueden realizar perforaciones.

A lo terrible de la situación se le agrega la imprevisibilidad del Estado. "Esto no es nuevo, con algunas mejoras en determinados períodos, la situación se viene repitiendo hace al menos tres años. Se prometieron acueductos, se sabe que habría que haber hecho reservorios, pero nada de eso se ha realizado hasta el momento", comentó el dirigente campesino.

En Argentina la sequía golpea a gran parte del norte y centro del país. Pero es muy distinta la situación de quienes sólo pierden bienes económicos, como el caso de los exportadores de trigo de Buenos Aires y Santa Fe, de quienes ni siquiera pueden asegurar el consumo de agua para sus familias, como en los pueblos chaqueños.

Las pésimas condiciones meteorológicas se repiten también en el Chaco paraguayo, donde el gobierno de Fernando Lugo declaró emergencia nacional y miles de familias se encuentran siendo asistidas con alimentos y agua. Según datos de la Secretaria de Emergencia Nacional (SEN) difundidos por Prensa Latina, dentro del marco del Plan Chaco Oikoteve Ñanderehe, en las últimas semanas han sido distribuidos siete millones de litros de agua y kits con 50 kilogramos de víveres por familia. Lugo demandó la ayuda internacional y destinó cinco millones de dólares para intentar mitigar la crítica situación desatada en el Chaco, fronterizo con Argentina, Brasil y Bolivia.

*Publicado en APM.

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