SIDA, pobreza y (ausencia de) medicamentos

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Apenas 700 000 personas que viven con Sida en los países pobres reciben tratamiento -una gota en un océano- de 5,8 millones de personas que necesitan con urgencia medicamentos antirretrovirales para sobrevivir, según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Onusida.

Un año después de anunciar que el objetivo es suministrar tratamiento a 3 millones de enfermos para finales del 2005 en los países en desarrollo y en transición, la OMS y Onusida destacan el «progreso espectacular» logrado en el segundo semestre del 2004.

Sin embargo insisten en los «enormes obstáculos» que hay que superar para lograr este objetivo para diciembre. El primero es encontrar los 2 000 millones de dólares que faltan para completar los cerca de 3 800 millones necesarios este año para lograr estos objetivos en los 49 países más afectados, a menos que se reduzcan los costos de los medicamentos y el del personal encargado de administrarlos, subraya el informe.

Hasta 2003, los países del Tercer Mundo no podían hacer frente a los altos precios de los medicamentos; por fortuna algunas empresas empezaron a reducirlos ante la presión de países como Brasil, que inició la producción de genéricos en casa.

Según Prensa Latina, de los más de cinco millones de adultos que carecen de medicamentos, el 72 por ciento vive en los países del Africa subsahariana (donde la pandemia mató a 2,3 millones de personas en 2004), el 22 por ciento en Asia y el seis por ciento restante en otros países en desarrollo o economías emergentes.

En ese año, el número de personas que vivían con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) alcanzó su nivel más alto: se estima que 39,4 millones de seres humanos estén infectados, 57 por ciento de los cuales son muchachas y niñas.

Una parte del problema hay que buscarlo en los aún insuficientes sistemas de vigilancia del VIH, una deficiencia manifiesta en todas las regiones que socava la capacidad de los países para adaptar sus respuestas a una dolencia en constante mutación.

 Sólo un tres por ciento de los recursos para la lucha contra el SIDA se destinan al desarrollo de una vacuna (única terapia capaz de acabar con la enfermedad), por lo que es necesario abordar la epidemia con valentía.

(En: Granma).

Un «éxito» enÁfrica subsahariana

La Organización mundial de la salud (OMS) y ONUSIDA publicaron los resultados del programa mundial para aumentar el acceso a tratamiento antirretroviral (TAR) en los países pobres. En la segunda parte de 2004, en la región más afectada -África subsahariana- el número de personas que recibía tratamiento se duplicó en seis meses, y ha pasado de 150.000 a 310.000.

A finales de 2004, 700.000 personas afectadas por el SIDA en los países en desarrollo recibían tratamiento antirretroviral (TAR), gracias al esfuerzo de los gobiernos nacionales, los donantes y otros asociados, lo que supone un aumento de aproximadamente un 75 por ciento respecto al número total de personas que recibían tratamiento hace un año, y de 440 000 personas con respecto ajulio de 2004.

En una rueda de prensa conjunta celebrada en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), la OMS, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), el Gobierno de los Estados Unidos y el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y el Paludismo han dado a conocer los resultados de su labor conjunta para aumentar el acceso al tratamiento antirretroviral en los países pobres.

Han subrayado que el avance ha sido posible gracias a la amplia colaboración y a la unidad de propósito. No obstante, todas las organizaciones han advertido que aún es necesario hacer un gran esfuerzo, tanto en los países como a escala internacional, para conseguir que todas las personas que necesitan tratamiento puedan acceder a él.

Las organizaciones han advertido que sigue habiendo grandes dificultades para lograr el acceso universal al tratamiento. En muchos países los progresos se han acelerado rápidamente, pero, para lograr el acceso universal, la comunidad internacional y los gobiernos nacionales deberán esforzarse mucho más, a fin de traducir los compromisos políticos y financieros en medidas reales en esos países.

OMS y ONUSIDA estiman que en total el 72 por ciento de las personas que necesitan tratamiento y no lo han recibido se encuentran en el África subsahariana, y el 22 por ciento en Asia. India, Nigeria y Sudáfrica representan por sí solas el 41 por ciento del total del tratamiento necesario.

(En: Afrol News).

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