SÍNODO EXTRAORDINARIO SOBRE LA FAMILIA

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El domingo pasado culminó en Roma el Sínodo Extraordinario de los Obispos sobre la Familia, iniciado el 5 de este mes. Participaron 253 personas, 192 con derecho a voto. Fue discutido un borrador y los 62 puntos sometidos a debate tuvieron el aval de más del 50% de los votos y sólo 3 puntos (vinculados a gays y divorciados) no tuvieron el apoyo de los 2/3 de los votantes, inhabilitándolos para continuar en la agenda, con vistas al Sínodo que se realizará en octubre del 2015. Después del mismo el Papa tendrá la última palabra sobre las cuestiones debatidas. Los temas que no alcanzaron los votos suficientes igualmente serán debatidos, dado que el Papa ordenó que quedaran en la agenda de las próximas discusiones en todo el mundo, aclarando los votos alcanzados. Se trataba de párrafos referidos al tema de la comunión de los divorciados vueltos a casar; a la cuestión de la pregunta planteada por algunos obispos de por qué los divorciados pueden realizar una comunión espiritual pero no sacramental y lo referente al cuidado pastoral de las personas homosexuales.
Además de los temas citados, en el Sínodo fueron debatidas o sobrevolaron cuestiones de interés general como las uniones entre personas del mismo sexo y su eventual adopción de hijos, los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, la difusión del alquiler de vientres. Llama la atención un párrafo del documento que sostiene “es inaceptable que organismos internacionales condicionen su apoyo económico a países pobres a que los mismos aprueben leyes que admitan la unión civil entre gays”.
En los días previos al Sínodo apareció un libro firmado por 5 cardenales sosteniendo posiciones que confrontan con las reformas impulsadas por Francisco.
El Papa estuvo particularmente interesado en que hubiera la mayor participación posible. El trabajo se desarrolló en 10 comisiones, diferenciadas por las lenguas que utilizarían: Hubo 3 comisiones en inglés e igual número en italiano. En francés y español hubo 2 comisiones para cada una de esas lenguas. Fue descartado el latín. Cada Comisión eligió sus propios responsables. Los participantes más aperturistas recalcaron que el Evangelio no es un Código Penal.
El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Madariaga, coordinador del Consejo de Cardenales, trajo a las discusiones sobre la familia la cuestión social. Dijo “en vista del Sínodo sobre la familia se discute mucho sobre comunión a los divorciados vueltos a casar, pero este debate es superficial. El verdadero problema es la pobreza que hoy sufren las familias en el mundo y que amenaza esta institución”
Si bien en el Sínodo aparecieron las diferencias con las innovaciones que trata de introducir el Papa y éste no logró los cambios que hubiera deseado, se puede estimar que terminó alcanzando buena parte de los objetivos que se había propuesto. Puso en el debate cuestiones muy arraigadas y ahora confía que el tiempo haga su trabajo, más allá de esa expectativa ratificó en el discurso de clausura principios fundamentales de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia: “La indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la procreatividad, es decir, la apertura a la vida”

Juan Guahán, Question

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