Solidaridad con Venezuela, un desafío para la izquierda
La inminencia de una agresión armada a Venezuela es una realidad. A EU (Estados Unidos) no les queda otra carta que la intervención militar para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro. Las bravocunerías de Trump y su pandilla de que “todas las opciones están sobre la mesa”, carecen de sentido ahora en que todas las demás opciones han fracasado y la revolución bolivariana se mantiene firme y desafiante.
La agresiva política imperialista ha puesto a prueba la moral revolucionaria del pueblo venezolano. Su respuesta es heroica y contundente. Hombres y mujeres de la patria de Bolívar -sobre todo sus sectores populares- están demostrando una nervadura de valor y dignidad que asombra al mundo.
Sin embargo, desafiar la prepotencia imperial no es responsabilidad solo de los venezolanos. Lo que está en juego es el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos de América Latina y el Caribe.
A esta amenaza debe responder la Izquierda social y política, sacando fuerzas de flaquezas. Sus proyectos liberadores se verían severamente golpeados y postergados por más largo tiempo si Venezuela Bolivariana fuese derrotada.
La agresión del imperialismo y de las oligarquías secuaces exige superar fragmentaciones y unir fuerzas para desplegar una solidaridad activa con Venezuela y su legítimo gobierno.
Las grandes movilizaciones del pasado en rechazo a las intervenciones imperialistas en Guatemala, Cuba, Panamá, República Dominicana, Granada, Chile, Honduras, deberían inspirar hoy nuestras acciones de hoy en defensa de Venezuela.
La solidaridad internacional siempre ha sido un factor de unidad de la Izquierda. Ha permitido salir del reflujo a organizaciones sociales y políticas que en ese tipo de lucha alcanzan elevados niveles de conciencia antimperialista y anticapitalista.
El Partido Comunista de Cuba ha llamado a las organizaciones afiliadas al Foro de Sao Paulo a desplegar sus fuerzas en apoyo de Venezuela. Este llamado debe ser escuchado. Se ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de una contraofensiva popular antimperialista. El campo de la solidaridad es un factor que el imperio tomará en cuenta a la hora de una incursión armada en Venezuela.
La revolución bolivariana necesita la solidaridad activa de sus hermanos para hacer respetar su derecho a la autodeterminación. América Latina y el Caribe precisan ayudar a Venezuela para robustecer sus propias fuerzas y convertir en realidad –como soñó el Comandante Hugo Chávez- la unidad e integración de las naciones del continente.
El altivo ejemplo de Venezuela encarna los ideales históricos de independencia, democracia y justicia social de América Latina y el Caribe.
Alcemos esos ideales en esta hora crítica que vive Venezuela.
*Director de Punto Final