Strauss-Kahn, el dinero, las mujeres y la necesidad de sacarlo del escenario

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Juan Guahán*

"Dinero y mujeres son mis puntos débiles": Dominique Strauss-Kahn (DSK) lo dijo hace algunos meses al periódico “Liberación” de la izquierda francesa, cuando se preparaba para iniciar su carrera como candidato socialista a la presidencia de Francia. El –ahora— ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex (tal vez futuro) candidato  la presidencia de Francia tenía razón. Strauss-Kahn intuía que su afición por los gustos caros que da el dinero y su debilidad por las mujeres podrían ser utilizados en su contra. Así ocurrió.

 De todas maneras conviene adentrarse en algunos detalles para comprender que hay detrás de lo que le está pasando a este poderoso señor.

Strauss-Kahn es un economista y político fancés quien, después de haber iniciado su militancia en el Partido Comunista, adhirió al Socialismo y actualmente se define como un socialdemócrata. Varias veces ministro, en su país, en el 2007 llegó a ocupar el cargo más alto en el FMI y se aprestaba a candidatearse a la presidencia de Francia por el partido Socialista cuando estalló el affaire que tuvo con la mucama de la habitación 2806 del Hotel Sofitel de Nueva York.

Acusado de abuso sexual, con motivo de una relación que el acusado reclama como consentida, fue bajado del avión cuando se disponía regresar a Europa. En menos de dos meses fue acusado, detenido, puesto en prisión domiciliaria y en estos días liberado, sin poder salir del territorio de los Estados Unidos. Ahora, cuando parece que la causa iniciada en Nueva York está a punto de caerse, por dudas en la “credibilidad” de la denunciante, ha aparecido otra causa –en Francia- por un intento de violación, que habría ocurrido hace 9 años.

Desde Francia, miembros del Partido Socialista, denuncian que hay una confabulación en la que incluyen a sectores del propio gobierno de su país, a la dirección del Hotel Sofitel –propiedad de Accor, un grupo económico francés- donde se alojaba Strauss-Kahn y a funcionarios del gobierno norteamericano.

La pregunta que brota naturalmente es ¿cuáles son los intereses que sostendrían este acuerdo? El interés del gobierno francés es muy claro. El acusado estaba en camino de constituirse en el adversario número 1 del actual presidente Nicolas Sarkozy en su objetivo de ser reelecto para el mismo cargo.

De todas maneras, da la impresión que el cargo de Strauss-Kahn en el FMI podría estar entre las causas de estos confusos episodios. El hecho que comenzaran a caerse los cargos en su contra pocas horas después que se confirmara la designación de su reemplazante, fortalece esta teoría. Pero… ¿porqué?

Se dice que Strauss-Kahn se oponía al criterio de “poner de rodillas” a Grecia para aprobarle un crédito -aparentemente salvador-, sostenía que los sectores financieros no debían beneficiarse tan brutalmente de la actual crisis económica.
También son conocidas sus gestiones para la creación de una nueva moneda internacional de reserva que reemplazara al dólar.

Otros hacen referencia a un importante crédito que el FMI se negaba a conceder a la super endeudada economía norteamericana. Todo pueden ser versiones lo que sí es cierto es que este funcionario -nada santo por cierto- fue liberado un rato después que su sucesora, la francesa Christine Lagarde, defensora de los intereses del complejo militar-industrial norteamericano asumiera la dirección del FMI.

Por último el fiscal norteamericano interviniente en estos sucesos, no es ningún advenedizo -ni mucho menos en materia de política internacional- se trata de Cyrus Vance, hijo de su homónimo que ocupara –hace 30 años- los principales cargos del gobierno norteamericano, entre ellos el de Secretario de Estado entre 1977/1980.

*Analista de Qustion Latinoamérica

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