Suficiencia alimentaria, batalla por ganar

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Lucila Horta, Noticias Aliadas

Uno de los peores efectos de la larga y grave crisis económica sufrida por Cuba desde los 90 fue la ruina de promisorios programas agrícolas en cítricos, plátanos, papas y otras viandas, aparte de la caña de azúcar y de los sectores avícola y pecuario. No faltaron eventos climáticos que agravaron los problemas, de modo que la isla llegó a importar casi el 80% de los alimentos.

En el 2007 se emplearon US$1.4 millardos en la compra de 3.4 millones de toneladas de víveres. Con el alza vertiginosa de los alimentos, este año habrá que gastar $1 millardo más. La situación toma a Cuba sumergida en la rehabilitación económica interna dentro de la cual la producción de alimentos es "asunto de máxima seguridad nacional", según dijo el presidente Raúl Castro.
 
En todas las provincias, las máximas autoridades exponen o revisan un multifacético proyecto para el reordenamiento en la agricultura, destinado a recuperar niveles similares a los de los años 80, cuando no era necesaria la importación masiva de alimentos. Ahora se trabaja para que en el 2009 disminuyan entre el 5% y 10% esas compras en el exterior.
 
Para ello es necesario "rescatar y poner a producir las tierras ociosas o pobremente explotadas y aplicar los mejores resultados de la ciencia y la técnica", dijo el primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros, José Ramón Machado Ventura, durante la asamblea de balance del Comité Provincial de La Habana del Partido Comunista de Cuba, realizada el 6 de junio, donde se puso como ejemplo a la estatal Empresa de Cultivos Varios de Güira de Melena, al sur de la capital, que este año logrará casi 3 millones de quintales de distintos bienes agrícolas, como resultado de un proceso de perfeccionamiento basado en la vinculación del pago con los rendimientos de cada agricultor.
 
Salarios según rendimiento
 
En ese sentido, Machado Ventura aseguró que los altos salarios no deben provocar miedo, siempre que ese estímulo material se traduzca en resultados tangibles, algo que exige buen control administrativo.
 
El principio de pago que se viene aplicando en varios renglones agropecuarios acaba de extenderse al resto de las actividades productivas o de servicios, rompiendo el esquema de remuneración basado en requisitos de calificación y tipo de trabajo, y no en rendimientos. Para agosto todos los organismos deberán tener implementadas las bases del nuevo sistema que echa por tierra el igualitarismo salarial y beneficiará, sin límites, a quienes produzcan más con mayor calidad.
 
Cuba mueve su economía entre empresas estatales, privadas y mixtas. Tanto en unas como en otras, ahora se parte de la descentralización administrativa, la aplicación de mejores precios a los productores privados, facilidades para adquirir recursos propios de la actividad y entrega de tierras a quienes estén dispuestos a cultivarlas. Para los obreros de granjas estatales no habrá tope en sus jornales. Las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), a cargo del 42% de los 3.5 millones de hectáreas de tierra cultivable, tendrán cambios.
 
Según informó a la prensa el viceministro de Agricultura, Juan Pérez Lama, se prevé unificar las UBPC pequeñas para fortalecer el uso de sus recursos. Es posible que otros tipos de cooperativa también se reestructuren según las conveniencias de cada lugar, pero en todos los casos el Estado contribuirá prefinanciando las cosechas, entre otras ayudas, a esos productores privados. La distribución de las ganancias quedará por cuenta de ellos.
 
El arroz
 
El representante en Cuba del Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Marcio Porto, elogió la voluntad del gobierno cubano para enfrentar y dar solución a los problemas alimentarios, durante el IV Encuentro Internacional del Arroz, realizado en La Habana del 2 al 4 de junio, con participación de 16 países que intercambiaron opiniones sobre este cultivo básico en la dieta mundial y cuyo precio se ha triplicado en menos de un año.
 
Porto saludó la colaboración técnica y solidaria que el gobierno cubano ha brindado, mediante la FAO, a otros países caribeños y dijo que Cuba puede mostrar ejemplos positivos en el cultivo de esta gramínea.
 
El doctor Carlos Borroto, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, expuso en ese evento que Cuba trabaja para potenciar los rendimientos con mejoras por hibridación y selección de las semillas, y en el empleo de marcadores moleculares para incrementar la eficacia, buscando una planta resistente a la sequía y la salinidad, trabajo en el cual se obtuvieron variedades propias en la Estación Experimental del Sur del Jíbaro, en la céntrica provincia de Sancti Spiritus.
 
Se trabaja en la recuperación de una parte de las 150,000 Ha que en los años 80 se empleaban para tal cultivo; hoy sólo se siembran 107,000 Ha, que satisfacen un 20% de las necesidades: 60 kg anuales por persona. Entre los propósitos está añadir nuevas extensiones, incluyendo pequeños lotes familiares, de modo que no tarde en obtenerse al menos la mitad de los volúmenes que hoy se importan —alrededor de 532,000 TM a un costo de $172.5 millones— y que al menos el 30% del frijol se coseche también en el país.
 
Hasta inicios de los 90 el cultivo de arroz en Cuba estaba totalmente mecanizado, desde esparcir las semillas con avionetas hasta la siega con maquinaria, pero con la caída económica esta esfera también se depauperó.
 
Según lo explicado por Pérez Lama, el país dispone de medios materiales y simiente para seguir recuperando las áreas arroceras del sector estatal, cooperativo u otros, gracias a las inversiones realizadas, entre ellas para modernizar los molinos y secadoras, en tanto los investigadores trabajan en la obtención de mayores volúmenes por hectárea con métodos de bajo impacto ambiental, gracias a técnicas de fertilización y el empleo de abonos orgánicos, humus y el uso de “abonos verdes”, recursos generalizados en la agricultura tradicional o la urbana. Esta última obtuvo 406,120 TM de alimentos, un 12% por encima de lo planeado, en el primer trimestre del 2008. Conjuntamente se avanza en el desarrollo de los sectores avícola y porcino.
 
Aparte de los incentivos monetarios, los nuevos criterios organizativos y el rescate de prácticas en otro momento satisfactorias, se estimulan las inventivas. En el municipio habanero de Batabanó mejoraron las cosechas y la crianza de ganado, al aprovecharse mejor las condiciones naturales e introducir el cultivo de soja para la alimentación animal.
 
Hay otros proyectos, incluso de tipo binacional, como el emprendido con Venezuela, para el desarrollo de la producción agropecuaria en Cienfuegos, ciudad al centro sur de la isla, que contará con un cinturón agrícola de cooperativas, centros experimentales, semilleros, microembalses y diferentes recursos, explicó la ministra de la Agricultura, María del Carmen Pérez.
 

 

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