Terrorismo nuclear: – EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Se nos dice que no se trata de una guerra con Irán, sino de una operación militar para el mantenimiento de la paz. Los informes de prensa, aunque revelan algunas características de la agenda militar, sirven en gran parte para distorsionar la naturaleza más amplia de la operación militar, que incluye el uso preventivo de armas nucleares tácticas.

El hecho que EEUU e Israel planifiquen un holocausto nuclear en Oriente Medio no forma parte de la agenda mediática contra la guerra (Chossudovsky, 2006: 2).
En los principales medios de comunicación de masas se apresuraron a declarar que Rusia suspende su participación en los proyectos atómicos iraníes.

La Federación Rusa podría dar tal paso solamente al disponer de pruebas en el sentido de que Irán viola compromisos asumidos al tenor del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, intentando desarrollar proyectos militares en materia nuclear. Pero en Rusia, al parecer igual que en otros países, no se tienen tales pruebas. Los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que trabajan en Irán, de momento no han detectado infracción alguna (Ria Novosti, Argenpress 19/01/06).

Para la administración Bush esto no ha sido motivo para dejar de acusar y amenazar a Irán, ni razón para que esos medios de comunicación masiva dominantes cesen de acusar a Irán de ocultar los hechos ante la IAEA que evidenciarían un tal programa de armas nucleares.

Irán no tiene un programa de armas nucleares. Esta fue la conclusión de Mohammed el-Baradei como jefe de la AIEA La agencia ha llevado a cabo una investigación continua por más de dos años en todos los lugares bajo sospecha y cada vez llegaba a la misma conclusión: nada.

Si no se puede confiar en los resultados de la investigación realizada por expertos nucleares, entonces sería mejor cerrar la agencia. Esto es exactamente lo que tiene en mente EEUU e Israel, ya que la decisión de un ataque nuclear está tomada. El camino a la guerra no se podrá detener con hechos (Mike Whitney, Why Iran will lead to World War 3 –Por qué Irán nos conducirá a la tercera guerra mundial–, www.globalresearch.ca 19 de enero de 2006).

La doble moral de las principales potencias y sobre todo de EEUU, de que la posesión de armas nucleares es buena para nosotros pero mala para ellos, sí constituye una amenaza para la Paz Mundial. No es una política realista, sino suicida (Dietrich Fischer, The real threat is nuclear terrorism –La verdadera amenaza es el terrorismo nuclear–, Transcend Peace and Development Network, 10 de julio de 2005). Sin embargo, varios países europeos han comenzado a redactar una resolución en la que le piden a la AIEA remitir el «caso Irán» al Consejo de Seguridad de la ONU, y Washington presionó a los miembros del directorio para que voten la medida a principios de febrero.

Si no funciona el Consejo de Seguridad hay otras opciones. Un ataque bajo bandera falsa a un barco y contra tu propia gente es un clásico en la historia bélica. Así comenzó el ataque israelí a Egipto en 1967. Un ejercicio de entrenamiento con todo el equipamiento del caso, de pronto se lleva a cabo contra el objetivo real. Esto fue el caso del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York y también el de los ejercicios realizados el siete de julio en Londres.

El plan de ataque real es conocido formalmente como CONPLAN 8022, e incluye la opción nuclear (Daan Speak, The coming war against Iran –La guerra que viene contra Irán–, www.daanspeak. com, 16 de enero de 2006:4). El plan no considera el despliegue de tropas terrestres. El plan es un ataque nuclear provocado por una amenaza inminente. Se emplearán armas nucleares tácticas o bombas sucias con una capacidad explosiva de hasta seis veces la bomba de Hiroshima. Estas armas son presentadas como medios para consolidar la paz.

Esta nueva definición de bomba nuclear ha eliminado la distinción entre armas convencionales y nucleares. La bomba sucia es un producto derivado del proceso de enriquecimiento de uranio. Son los desechos del proceso quie obtiene uranio enriquecido. En el pasado estos derivados fueron almacenados como desechos en grandes cantidades, hasta que descubrieron su capacidad destructiva y de penetración en la tierra al utilizar el material usado como una bomba. De ahí el nombre de Bomba Sucia (DU bomb en inglés).

En 1968 Israel recibió de EEUU las primeras bombas. La primera vez que se usó el arma DU fue por Israel en 1973 en la guerra de Yom Kippur. Después se vendió la bomba a 29 países. En 1991 EEUU rompió el las reglas de la Convención de La Haya de 1909 –que prohíbe el uso de armas tóxicas– con el uso de la bomba en la Guerra del Golfo en 1991. Desde entonces la bomba ha sido usada en los Balcanes, en Afganistán y en la actual invasión en Irak. (Stephan Lendman, Depleted Uranium (DU): A hidden looming worldwide calamity –Uranio Empobrecido: el oculto lanzamiento de una calamidad mundial–, www.globalresearch.ca 19 de enero 2006).

Desde que EEUU usó por primera vez estas bombas sucias en la Guerra del Golfo en 1991, la radioactividad atómica liberada en la atmósfera equivale a 400.000 bombas nucleares de Nagasaki, causando una contaminación permanente por millones de años. Es un claro caso de genocidio que ha de ser presentado ante la Corte Penal Internacional con sede en La Haya.

Un ataque nuclear en nombre de la Paz Mundial

Las preparaciones diplomáticas y militares para la guerra están en plena marcha. Francia y Alemania ya han endosado la idea de llevar el proyecto al Consejo de Seguridad de la ONU. No han emergido voces políticas discrepantes por parte de la Unión Europea. Rusia y China podrán hacer uso de su veto el día que llegue el caso al Consejo de Seguridad. La oferta de petróleo para China depende en buena medida de Irán y Rusia mantiene con Irán una antigua cooperación nuclear.

Los militares estadounidenses no atacarán en forma directa a Irán ya que Rusia ha prometido que responderá militarmente si agresores extranjeros lo hiciesen. (Jim Willie, Countdown to energy war –Cuenta regresiva de la guerra energética–, 12 de enero de 2006: 2). El gobierno israelí se prepara para utilizar armas nucleares en su próxima guerra contra el mundo islámico. En términos diplomáticos, Bush expresó ya en agosto de 2005 que el mundo ha entrado en una fase de un nuevo y eminente peligro de guerra generalizada, y subrayaba en este contexto que todas las opciones están en la mesa (Griffin Tarpley, All options are on the table, wwwinformationclearinghouse.info, 17 de enero de 2006: 1). John Pike, afirma que la administración Bush ya ha determinado de antemano que no hay solución diplomática (www.globalsecurity.org),

Los altos mandos israelíes fijaron la fecha (tentativa) de fines de marzo para lanzar un ataque militar contra Irán. Fines de marzo coincide también con la presentación en la ONU del informe de la Agencia Internacional de energía Atómica sobre el programa de energía nuclear en Irán (James Petras, www.rebelion.org/noticia .php?id=24902). Fines de marzo coincide también con el momento (23 de marzo) en que la Reserva Federal de EU dejará de publicar datos sobre M3 (la impresión de dinero) para que el público no se entere de la masiva impresión de dólares sin respaldo para financiar la guerra.

Y fines de marzo, el 20, es la fecha en que Irán ha anunciado iniciar una Bolsa de Petróleo en euros (Daan Speak, 2006: 4). A fines de marzo además estarán por llegar los vientos de las lluvias de monzón que transportarían la precipitación radiactiva de Irán al Sur y Sudeste de Asia. La precipitación radiactiva de un ataque nuclear convencional o táctico en Irán provocaría problemas mayores para Pakistán, India, China, Rusia, Japón y otros países que se encuentran en la ruta. Esto puede provocar el involucramiento militar de otros países con armas atómicas.

Ante la inminente amenaza de un ataque nuclear, Birmania ya decidió de mover su capital desde Rangún a la remota Pyinmana (Antonio Jarquín, Advertencias e indicaciones de inteligencia sobre un posible ataque de Bush contra Irán, www.forumdesalternatives.org enero de 2006:4-5).

Irán, por su parte, no parece dejarse intimidar por las amenazas occidentales. Teherán ha confirmado que tomará represalias si el país es atacado. El gobierno iraní dispone de las armas necesarias para cortar todo transporte marino desde el Golfo Pérsico, lo que afectaría los intereses de EEUU en el mundo entero. El precio del barril de petróleo se dispararía fácilmente a los cien dólares.

En un contraataque, Irán muy probablemente lanzaría sus Shahab I y II hacia la zona verde norteamericana en Bagdad, contra la base aérea Al Udeid en Qatar, contra la base naval norteamericana en Bahrein, contra el Campo base Doha en Kuwait, contra la base aérea Al Seeb en Omgán, contra el aeropuerto internacional de Bagdad, contra la base norteamericana en Kandahar, Afganistán, contra las ciudades israelitas de Tel Aviv, Haifa, Beersheba, Eliat y el complejo nuclear israelita en Dimona, así como contra las instalaciones petroleras en Arabia Saudita y Kuwait (Jarquín, 2006:5).

En defensa de la humanidad

La humanidad se encuentra amenazada por una guerra nuclear que se llevará a cabo en nombre de la paz mundial. Para evitar la guerra, es crucial que se desarrolle un importante movimiento internacional que rompa la conspiración del silencio, que reconozca los peligros, que coloque este proyecto de guerra en las primeras líneas del debate político y de la atención del público a todos los niveles, que enfrenta y exija de los dirigentes políticos que adopten una posición firme contra la guerra nuclear patrocinada por EEUU.

El Foro Social Mundial Policéntrico de 2006 es un espacio muy importante para impulsar acciones coordinadas para una movilización mundial contra la guerra y un eventual ataque nuclear contra Irán. Asimismo existen actividades específicas para organizar la acción posterior. Mencionamos algunas de ellas: la sesión del Tribunal Permanente contra el terrorismo organizado por la red de artistas e intelectuales en defensa de la humanidad, capítulo cubano; está también la Asamblea Mundial contra las guerras y las bases militares, organizada por el Consejo Mundial por la Paz; está el Tribunal Mundial sobre Iraq para ver avances y resultados; está el movimiento internacional contra la guerra organizada por Axis for Peace; y está Antiwar network, organizada por Boicot Bush now (www.forosocialmundial.org.ve ).

No puede haber suficientes acciones para prevenir la guerra. Es importante también el monitoreo cercano de los juegos de guerra y los ejercicios antiterroristas, haciendo públicas sus maniobras para evitar que se transformen en una guerra real. Webster Tarpley creó una red de vigilancia y monitorea contra la guerra (www.tarpley.net) y pide a investigadores de todo el mundo que alimenten la red para así reducir los riesgos que se haga realidad. Hace falta una rápida multiplicación de estas tareas para evitar el holocausto.

La real causa de la guerra: la crisis sistémica del capitalismo

¿Cuál es el verdadero motivo tras de la guerra? Es bien sabida que la economía de EEUU es la más grande del mundo, representando más o menos un 30% de la economía mundial, pero es también la más endeudada del mundo, con una deuda equivalente al Producto Mundial Bruto. Endeudamiento que financia el resto del mundo. Los ciudadanos estadounidenses compran cada vez más productos extranjeros, y como el dólar es una moneda internacional, el gobierno de EEUU simplemente imprime dinero para financiar su déficit. Y los bancos centrales de las naciones que tienen un superávit comercial, compran la mayoría de los bonos del Tesoro de EEUU como reservas internacionales. En palabras simples, los estadounidenses viven al fiado. Para colmo, la administración Bush ha recortado impuestos varias veces durante una guerra cada vez más costosa en Iraq.

Cualquier economista sensato sabe que esta situación no es sostenible. La desconfianza en el dólar se manifiesta en el precio del oro: desde que la administración Bush llegó al poder, el oro pasó de US$ 200 a 550 dólares la onza. La decisión de China, el seis de junio de 2005, de reorganizar su estructura de reservas, significa que hemos entrado a un período de suma inseguridad económica, ya que un parcial cambio en la composición de las reservas chinas empujaría el billete verde hacia abajo. Si quiebra el dólar habrá una crisis global que pueda ser la crisis terminal.

Es este callejón sin salida el que constituye la verdadera causa de la guerra.

Queda la pregunta: ¿por qué Irán? Irán no constituye un peligro para EEUU por sus proyectos nucleares o su apoyo a organizaciones terroristas como la administración norteamericana afirma, sino que una amenaza mucho más grande constituye su política de pasar de petrodólares a petroeuros, al crear una bolsa alternativa de petróleo en euros a partir de marzo de 2006. Esta conversión constituye una declaración de guerra económica a EEUU, que podría acelerar el colapso del dólar como moneda internacional.

Es obvio que esta bolsa constituirá una competencia de la bolsa de petróleo de Londres (IPE) y la de Nueva York (NYMEX), ambas poseídas por compañías norteamericanas. Los países consumidores de petróleo no tienen otra opción que adquirir el petróleo en dólares americanos. Sin embargo, cuando Irán y otros países productores de petróleo adopten el euro como moneda alternativa, el dólar sufrirá una verdadera crisis.

La crisis está a la vista. Para evitar el colapso del dólar, la administración Bush ha tomado la decisión de un ataque nuclear a Irán, bajo falsas acusaciones de que está desarrollando un programa nuclear, así como EEUU invadió a Iraq cuando comenzó a partir de 2000 a negociar el petróleo en euros y cuando decidió cambiar sus reservas internacionales en dólares por euros (Elias Akleh, The iranian treat: the bomb or the euro?, 24 de marzo de 2005). Hay muy pocas opciones que le quedan a la actual administración Bush para evitar una crisis sistémica.

– Una sería retornar al patrón de un sistema de tipos de cambio fijos y una conversión de las obligaciones financieras mundiales, es decir: que EEUU pague sus obligaciones (LaRouche, El papel indispensable que tiene EEUU en garantizar el futuro de la civilización, septiembre de 2005:9).
– La segunda opción consiste en imprimir dólares. El anuncio de la Reserva Federal de no publicar a partir del 23 de marzo de 2006 la medición de M3 (la impresión de dinero en papel) se hace con el fin de imprimir más billetes y así absorber las ondas del choque de la venta masiva de dólares sin que el público se entere (Daan Speak, 2006: 4).
– La tercera opción es la privatización de los recursos nacionales y su venta al exterior, política que impulsa el FMI en los países periféricos, cuya opción se puede descartar en EEUU.
– La cuarta opción consiste en el rechazo del pago de la deuda. Esta opción está mucho más cercana de lo que uno se puede imaginar. Una parte no despreciable de la deuda interna de EEUU es financiada por la Seguridad Social. La privatización del Seguro Social tiene como objetivo el no pago de esa deuda.

– Como último recurso –y el más probable– queda la guerra. Todo nos indica que la estrategia económica del gobierno de Bush se dirige hacia la guerra.

Dado que el dólar todavía funciona como la moneda de reserva monetaria internacional, y en vista de la enorme cantidad de dólares que tienen China (800 mil millones), Japón (un millón de millones), Corea del Sur (200 mil millones), y otros, un desplome del dólar estadounidense significaría una crisis de desintegración general del sistema capitalista en el mundo. Esta amenaza puede explicar por qué Europa apoyaría en el Consejo de Seguridad un eventual ataque nuclear preventivo a Irán.

La oportunidad de una alternativa en América Latina

El capitalismo se encuentra ante una crisis sistémica. Esta crisis desafía a la humanidad a luchar por su sobrevivencia. En medio de la creciente amenaza de la barbarie y de la muerte –que son consecuencia de esta lógica perversa de arriesgar el holocausto– surge la ética solidaria como única forma de sobrevivencia. Es en este momento histórico que el interrogante acerca del socialismo como posible alternativa de la civilización vuelve a ser parte de los debates acerca de la transformación social.

Construir una nueva sociedad significa y supone un proceso de desconexión del actual proceso de globalización neoliberal. Los movimientos sociales latinoamericanos han sido los protagonistas de las luchas de resistencia al neoliberalismo. En la primera fase de implantación del neoliberalismo, hasta mediados de los años noventas, la correlación era muy desfavorable a las fuerzas populares.

En la segunda mitad de la década empezaron a revelarse los resultados negativos de las políticas neoliberales. Hacia finales de los noventas las contradicciones del sistema neoliberal saltaban a la vista. Las negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) fracasaban desde entonces y los avances del ALCA para anexar América Latina a la economía norteamericana encontraban cada vez más obstáculos.
En el nuevo milenio hubo un giro que halló en los Foros Sociales Mundiales la expresión más clara de la necesidad de otro proyecto de sociedad. Sin embargo, pasados unos pocos años, los movimientos sociales, en la mayoría de los casos, han tenido que enfrentarse con gobiernos de izquierda cuyas políticas reproducen los modelos existentes, por mucho que antes hubieran predicado su superación. El proyecto de un desenganche es más claro en Venezuela y en 2006 existe mucha expectativa de otro proceso en Bolivia. El proyecto bolivariano, que básicamente promueva el desenganche del proceso de globalización y la recuperación de la soberanía nacional y regional en términos económicos, sociales y políticos, tiene mayores perspectivas de ganar espacio en el Continente en el año 2006.

Tal coyuntura significa un golpe mortal para el gran capital y generará una oportunidad histórica para que el pueblo se movilice en sus luchas y sobre todo en su capacidad de apuntar a alternativas -teóricas y prácticas- superadoras del neoliberalismo (Emir Sader, La hora de la resistencia, www.rebelion.org, 19 de enero de 2006).

Una crisis económica mundial significará la desconexión y la derrota de un sistema en una crisis terminal. A partir de ello nace la oportunidad histórica de que se conformen procesos de articulación y autoconstitución de actores sociales en sujeto colectivo, con la construcción de poder, cultura, fuerza y organización político-social desde abajo. La gran crisis venidera, que con la amenaza de un holocausto amenaza poner en peligro a toda la humanidad, implica a la vez una oportunidad histórica de construir el socialismo del siglo XXI.

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foto
* Wim Dierckxsens, economista holandés radicado en Costa Rica –vive hace un cuarto de siglo en América Latina– es miembro del Foro Mundial de Alternativas (FMA) e integra la junta directiva de la Sociedad Latinoamericana de Economistas Políticos (SEPLA).

La versión in extensu de su ensayo puede encontrarse en

http://isla_negra.zoomblog.com/archivo/2006/04/04/wim-Dierckxsens-La-amenaza-de-un-holoc.html.

La imagen de apertura corresponde a la portada de su libro Lucía, El mundo soñado

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