Trump declara al fentanilo como un “arma de destrucción masiva”

Y ataca nuevamente a México

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó al fentanilo como una “arma de destrucción masiva” y resucitó una condecoración militar –que originalmente fue creada para reconocer a militares estadounidenses que participaron en el combate a las fuerzas de Pancho Villa– para otorgarla ahora a efectivos que “defienden” la frontera con México de narcotraficantes e inmigrantes.

Trump firmó este lunes una orden ejecutiva y señaló: «Hoy doy un paso más para proteger a los estadounidenses del flagelo del fentanilo mortal que está inundando nuestro país. Con esta orden ejecutiva histórica clasificaremos formalmente el fentanilo como un arma de destrucción masiva, que es lo que realmente es», declaró Trump en un acto celebrado en la Casa Blanca.

La orden ejecutiva declara que “el potencial para que el fentanilo sea empleado como arma para ataques concentrados de terror a gran escala por adversarios organizados es una amenaza seria para Estados Unidos”. Aunque México no se menciona por nombre en el documento, sí identifica “dos carteles que son predominantemente responsables de la distribución de la sustancia en Estados Unidos”.

Para los analistas, se trata de un paso que “legitima la utilización de elementos de fuerza muy graves”. El hecho de que Trump firmara esta orden ejecutiva forma parte de una retórica vinculada a la justificación de acciones de fuerza al máximo nivel, que deben adoptarse precisamente a partir de una calificación que obliga a llevar a cabo medidas de prevención y de represión con el mayor uso de la fuerza.

La clasificación del fentanilo como un “arma de destrucción masiva” sigue a una serie de medidas similares que, desde su regreso al poder, Trump se ha encargado de materializar, como la designación de los carteles de la droga como organizaciones terroristas extranjeras, una decisión que ha abierto la puerta a acciones militares contra objetivos a los que la Casa Blanca acusa de ser presuntos “narcotraficantes”.

Desde principios de septiembre, Washington ha llevado a cabo más de 20 ataques contra presuntas “narcolanchas” en aguas caribeñas y del Pacífico, con más de 80 personas muertas. Las pruebas ofrecidas por el Ejecutivo para sostener sus acusaciones han sido mínimas.

Distracción

Trump no explicó porqué tantos estadounidenses consumen fentanilo

En una ceremonia y conferencia de prensa en la Casa Blanca, calificada como una estrategia  para distraer la atención pública del desplome del apoyo ciudadano al presidente y el fracaso del mandatario en su promesa de reducir precios al consumidor y hacer más asequible el costo de la vida, Trump señaló que «si esto fuera una guerra, sería una de las peores guerras; creo que en los últimos cinco o seis años han muerto entre 200.000 y 300.000 personas al año (a causa del fentanilo). Se habla de 100.000, que es mucha gente, pero la cifra es mucho mayor», explicó el presidente estadounidense.

Afirmó que “ninguna bomba causa el daño que esto está haciendo: entre 200 mil a 300 mil personas mueren cada año, qué sepamos”. Sin embargo, las cifras oficiales sobre muertes por sobredosis de la mencionada droga, emitidas por el Centro de Control de Enfermedades, son entre 70 mil y 80 mil anuales.

 

Después de afirmar que su administración ha logrado poner fin a los envíos de droga ilícita a Estados Unidos por vías marítimas, Trump repitió su amenaza de empezar a atacar narcotraficantes “por tierra” en otros países (aunque en este contexto no mencionó por nombre a México).

El analista Mirko Trudeau se pregunta si lo que intenta Trump es que los estadounidenses consuman fentanilo fabricado por las farmacéuticas estadounidenses y no el contrabandeado desde México para amortiguar las penurias de miles de estadounidenses que no encuentran futuro.

“Éstos son una amenaza militar directa a Estados Unidos. Están intentando drogar a nuestro país”, afirmó el presidente. “No hay duda de que nuestros adversarios trafican fentanilo a nuestro territorio en parte porque quieren matar a estadounidenses”.

Narcotraficantes e inmigrantes

Dentro de una lista más amplia de disposiciones, la orden instruye a varios secretarios del Gabinete estadounidense a reforzar la lucha contra el tráfico de fentanilo. En concreto, establece Pete Hegseth, “el secretario de guerra, en consulta con la secretaria de Seguridad Nacional, actualizará todas las directivas relativas a la respuesta de las Fuerzas Armadas a incidentes químicos en el país para incluir la amenaza del fentanilo ilícito”.

Foto
Trump condecoró a 13 efectivos castrenses por “defender a la nación de narcotraficantes e inmigrantes” que provienen del sur

Acto seguido fue la entrega de algo llamado la Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana. Hegseth, explicó: “estamos reviviendo una vieja medalla. Nuestros hombres y mujeres estarán poniéndose la misma presea que llevaban estadunidenses hace 100 años, a quienes se les pidió defender la soberanía de nuestro país”.

La Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana es una réplica exacta de la original que fue designada por el Congreso en 1918 para tropas militares de EU que lucharon contra “las fuerzas paramilitares” de Pancho Villa durante la Revolución Mexicana, en 1916 y 1917, informó orgullosamente el departamento de guerra.

Hegseth y otros oficiales militares procedieron a imponer la Medalla de Defensa de la Frontera Mexicana a 13 integrantes de las fuerzas armadas seleccionados como los primeros en recibir el honor. “Todos representan a unas dos mil personas que han servido en la zona limítrofe hasta ahora. Entonces unos 25 mil estadounidenses califican para esta presea que estamos anunciando”, concluyó. Estos militares condecorados fueron más bien un trasfondo fotográfico para el comandante en jefe, después de recibir sus medallas, Trump pidió que los militares se pusieran alrededor del escritorio presidencial para tomar una fotografía.

Cascada de elogios

Trump y Hegseth

Como suele ser, cada uno de los oradores, desde el secretario de guerra a los demás, iniciaron sus comentarios dando las gracias a su jefe y elogiando sus logros. “Siempre es un honor para mí estar en la Oficina Oval con el presidente más grandioso de mi vida”, declaró el zar fronterizo Tom Homan. También reconoció al subjefe del gabinete de la Casa Blanca y principal arquitecto de la estrategia antimigrante de Washington. “Steve Miller es una de las personas más brillantes que he conocido en mi trayectoria”.

El presidente dejó claro el propósito de esta ceremonia. “A la gente se le olvida ahora que la frontera ha estado segura por siete meses. Ya no la mencionan. Nadie habla de la zona limítrofe”, indicó en comentarios que fueron entre un autoelogio y una queja. “Hablan de la asequibilidad”, y ante ello y contra la evidencia oficial disponible, insistió en que su gobierno está logrando reducir precios y que de todas maneras la inflación y los costos que siguen subiendo son consecuencias del presidente anterior, Joe Biden y sus demócratas.

En un comunicado sobre el evento, la Casa Blanca afirmó que en la frontera con México el gobierno de Trump “ha restaurado el orden, disuadió ingresos ilegales, y protegió a comunidades estadounidenses de las amenazasFrancisco Villa (Pancho Villa) – LHistoria presentadas por la inmigración descontrolada, el crimen trasnacional y el tráfico de fentanilo”.

Destacó «una reducción del 50% en la cantidad de fentanilo que cruza la frontera», y aseguró que China está «colaborando estrechamente» con EU «para reducir el número y la cantidad de fentanilo que se envía».

Pero al parecer aún no han logrado capturar a Pancho Villa, señala el diario mexicano La Jornada.

 

* Sociólogo  y analista internacional, Codirector del Observatorio en Comunicación y Democracia y analista seniordel Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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