Ahora parece que en Estados Unidos los ataques a los medios de comunicación ya no se limitan a zonas de guerra o regímenes calificados como despóticos. Ocurren en ciudades estadounidenses, a plena luz del día, a menudo a manos de quienes velan por el cumplimiento de la ley.
El clima de tensión se propaga más allá de Los Ángeles. Ciudades como Nueva York, Seattle, San Antonio, Washington D.C. y Filadelfia protestaron en la noche del miércoles contra las detenciones masivas de inmigantes ordenadas por la Administración de Donald Trump y llaman a volver a las calles. En Seattle, cientos de personas marcharon hasta un edificio federal donde se atienden casos de inmigración. Allí, decenas de agentes se enfrentaron a los manifestantes y lanzaron gas pimienta en un intento por dispersar la multitud, mientras los manifestantes lanzaron fuegos artificiales y piedras a los agentes, según el Departamento de Policía de la ciudad.
“El despliegue por el presidente Trump de tropas de la Guardia Nacional en Los Ángeles como respuesta a las protestas contra las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) es enormemente alarmante. Esto muestra que la administración Trump está dispuesta a hacer lo que haga falta —incluso desplegar fuerzas militares— para castigar a quienes hablen en defensa de los derechos humanos”, señaló el director ejecutivo de Amnistía Internacional Estados Unidos, Paul O’Brien.
“No se trata de proteger a comunidades, se trata de aplastar la disidencia e infundir miedo. Las tropas armadas no pertenecen a nuestros barrios. Esta militarización del control de la inmigración y en respuesta a personas que ejercen su derecho a la libertad de expresión no debe tener cabida en un país que dice valorar la justicia y los derechos humanos”, añadió.
“No se trata de proteger a comunidades, se trata de aplastar la disidencia e infundir miedo. Las tropas armadas no pertenecen a nuestros barrios. Esta militarización del control de la inmigración y en respuesta a personas que ejercen su derecho a la libertad de expresión no debe tener cabida en un país que dice valorar la justicia y los derechos humanos”.
“Los miembros de las comunidades de Los Ángeles tomaron la calle para defender a sus amistades, vecinos y vecinas cuando agentes del ICE enmascarados y armados irrumpieron en sus comunidades y arrestaron al presidente de la organización sindical SEIU en California sin mostrar siquiera una orden judicial”.
Pero la violencia es solo una parte del panorama. En los casi cinco meses transcurridos desde que asumió el cargo, la administración Trump ha tomado medidas para desfinanciar las emisoras públicas, restringir el acceso a la información y socavar la credibilidad de los medios independientes.
Servicios internacionales que antes se utilizaban para proyectar los valores democráticos y el poder blando estadounidense en todo el mundo, como la Voz de América, Radio Europa Libre y Radio Asia Libre, han visto recortada su financiación y amenazados con el cierre. (El sitio web de) la Voz de América sigue operativo, pero no se ha actualizado desde mediados de marzo; un titular en la portada dice: «Vaticano: Francisco estable, fuera de peligro inminente de muerte»).
A Associated Press, una de las agencias de noticias más importantes del mundo, se le ha restringido el acceso a la Casa Blanca y la cobertura de Trump, porque decidió desafiar la directiva de Trump de cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América. Incluso las licencias de transmisión de las principales cadenas estadounidenses, como ABC, NBC y CBS, han sido amenazadas públicamente: una señal para editores y ejecutivos de que la lealtad política pronto podría superar la integridad periodística, señala The Conversation.
El Comité para la Protección de los Periodistas está más acostumbrado a condenar los ataques a los medios de comunicación en lugares como Rusia. Sin embargo, en abril publicó el informe «Alertas: Los primeros 100 días de Trump aumentan el temor por la prensa y la democracia».
Desde el pasado lunes, el gobernador de California, Gavin Newsom, criticó el envío de soldados al Estado, por lo que 
subió una imagen a su cuenta de X y posteó un mensaje dirigido al presidente: Enviaste a tus tropas aquí sin combustible, comida, agua o un lugar para dormir… Si alguien está tratando a nuestras tropas irrespetuosamente, eres tú @realDonaldTrump
.
Los Ángeles, la ciudad donde se iniciaron las protestas contra las redadas de migrantes en Estados Unidos, vivió su segunda noche bajo toque de queda. Entretanto, este jueves, comenzó la pugna en los tribunales entre Washington y California luego de que el gobernador Gavin Newsom entablara una demanda contra el despliegue de la Guardia Nacional para sofocar las manifestaciones.
El ataque de Trump a los medios
Ahora parece que los ataques a los medios de comunicación ya no se limitan a zonas de guerra o regímenes despóticos. Ocurren en ciudades estadounidenses, a plena luz del día, a menudo a manos de quienes velan por el cumplimiento de la ley. Los ataques de Trump a la prensa ya no son solo retóricos: 30 incidentes de violencia contra periodistas documentados en las protestas de Los Ángeles
El video de un oficial de policía de Los Ángeles disparando una bala de goma a la reportera del Canal Nueve Lauren Tomasi es tan impactante como revelador.
En su transmisión en vivo, Tomasi aparece junto a una fila de policías antidisturbios. Describe cómo han comenzado a disparar balas de goma para dispersar a los manifestantes indignados por la represión del presidente estadounidense Donald Trump contra los inmigrantes ilegales.
Mientras Tomasi termina su sentencia, la cámara gira a la izquierda, justo a tiempo para captar al agente levantando su arma y disparándole una bala no letal en la pierna. En su transmisión en vivo, Tomasi aparece junto a una fila de policías antidisturbios. Describe cómo han comenzado a disparar balas de goma para dispersar a los manifestantes indignados por la represión del presidente estadounidense Donald Trump contra los inmigrantes ilegales.
Mientras Tomasi termina su sentencia, la cámara gira a la izquierda, justo a tiempo para captar al agente levantando su arma y disparándole una bala no letal en la pierna. Aunque una investigación más exhaustiva podría encontrar circunstancias atenuantes, a partir de la evidencia en video, es difícil descartar el disparo como «fuego cruzado». El reportero y el camarógrafo estaban a un lado de la policía, claramente identificados y trabajando legítimamente.
El tiroteo tampoco es un hecho aislado. Desde que comenzaron las protestas contra la política de deportaciones masivas de Trump hace tres días, un reportero del Los Angeles Daily News y un periodista independiente han sido atacados con balas de gas pimienta y gas lacrimógeno.
Ahora, sorprendentemente, el lenguaje que alguna vez se reservaba para las autocracias y los estados fallidos ha comenzado a aparecer en las evaluaciones de Estados Unidos. Civicus, que rastrea las democracias en decadencia en todo el mundo, recientemente puso a Estados Unidos en su lista de vigilancia, junto con la República Democrática del Congo, Italia, Serbia y Pakistán. Los ataques a periodistas en Los Ángeles son preocupantes no solo para ellos, no solo peligran ellos sino la libertad de prensa.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.