Un acuerdo «balanceado» de Sheinbaum y Rubio para apaciguar a Trump

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La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y varios miembros de su gabinete sostuvieron este miércoles una reunión con el equipo encabezado por el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, en la cual se formalizó el entendimiento y la cooperación binacional en materia de seguridad, trabajado por el Palacio Nacional y la Casa Blanca a lo largo de meses.

La visita de Rubio ocurre en un contexto tenso tras el reciente ataque estadounidense contra una embarcación en el Caribe, que dejó 11 muertos. Según el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, “Estados Unidos va a utilizar todo su poderío para enfrentar y erradicar estos cárteles de la droga, sin importar desde dónde operen”, declaró Rubio el martes. Ambos gobiernos anunciaron la creación de un “grupo de implementación de alto nivel” que se encargará de coordinar y dar seguimiento a los compromisos en seguridad desde cada lado de la frontera, “respetando la soberanía de ambos países”.

Rubio mantuvo una reunión de una hora y media con Sheinbaum en el Palacio de Gobierno, antes de encabezar una rueda de prensa junto con el canciller mexicano. La reunión de este miércoles marca un nuevo capítulo en la cooperación bilateral, en medio de un contexto regional cada vez más complejo y con desafíos compartidos en materia de seguridad. Trump alteró a muchos gobiernos en la región con sus persistentes exigencias y amenazas de aplicar aranceles y sanciones masivas a quienes se niegan a seguir su línea, en particular respecto a la migración y la lucha contra los carteles.

El anuncio fue hecho por el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente, durante una rueda de prensa conjunta con Rubio donde aseguró que se verán “más y mejores resultados” en seguridad. El nuevo grupo se reunirá de forma regular para monitorear acciones conjuntas en materia de combate al narcotráfico, tráfico de armas, contrabando de combustible y control migratorio.

Rubio, por su parte, destacó el nivel de colaboración actual con el gobierno mexicano. “No hay otro gobierno que esté cooperando más con nosotros en la lucha contra el crimen que el de la presidenta Claudia Sheinbaum, y se lo agradecemos profundamente. Aún queda mucho por hacer juntos”, expresó el funcionario.

Pese a las estridencias que muchas veces  han transgredido los límites de la diplomacia y las buenas maneras, al final el trumpismo se vio obligado a escuchar a los inversionistas y personas de negocios con fuertes intereses en México, quienes no están dispuestos a sufrir una merma en sus capitales por los reiterados desplantes del mandatario hacia el principal socio comercial de Estados Unidos.

Para lograr un acuerdo, el gobierno mexicano  ignoró  las salidas de tono de la Casa Blanca, para centrarse en los aspectos sustanciales de la relación y construir acuerdos bilaterales al margen de los vaivenes declarativos. Sin embargo, no pueden pasarse por alto los peligros que entraña la presencia en Washington de una camarilla que desprecia abiertamente la legalidad internacional y está acostumbrada a faltar con impunidad a sus compromisos, señaló un editorial del diario La Jornada.

Añadió que ahora es necesario vigilar que la administración Trump cumpla su parte de los acuerdos y, ante todo, se abstenga de interferir en los asuntos internos.

Según explicaron los cancilleres, este entendimiento entre ambas partes se basa en cuatro pilares: confianza mutua, responsabilidad compartida, respeto a las respectivas soberanías y cooperación sin subordinación. Es en ese marco que se acordó que el nuevo grupo de alto nivel abordará temas como el combate a los carteles, la seguridad fronteriza, el desmantelamiento de túneles clandestinos, la lucha contra los flujos financieros ilícitos y el tráfico de armas y drogas.

México y Estados Unidos buscan
Rubio y Juan Ramón de la Fuente

“La meta es trabajar juntos para desmantelar el crimen organizado transnacional mediante una cooperación reforzada entre nuestras respectivas instituciones de seguridad y autoridades judiciales”, afirmó De la Fuente, quien adelantó que se verán sus frutos “en los próximos meses”. Por su parte, Rubio afirmó que las operaciones conjuntas contra el narcotráfico “siempre han existido”, pero que ahora hay más recursos disponibles por ambas partes para “ampliar esa cooperación hacia algo más estructurado”.

En los últimos años, México intensificó su control fronterizo, incluyendo la vigilancia en su frontera sur, clave en el tránsito de migrantes hacia Estados Unidos. El flujo migratorio disminuyó considerablemente, según destacaron ambas partes.

Sheinbaum, como su antecesor Andrés Manuel López Obrador, ha optado por una relación pragmática con Washington, incluso bajo la presidencia de Trump. A pesar de las tensiones pasadas, el republicano ha expresado respeto por la mandataria mexicana.  “No aceptamos subordinación, sino sencillamente una colaboración entre naciones en igualdad de circunstancias”, sostuvo.

La  presidenta mexicana reiteró que una intervención militar estadounidense en México representa una línea roja. “La cooperación se da, pero en el marco del respeto mutuo y la soberanía”, insistió. En respuesta, Sheinbaum declaró el miércoles que “no es verdad” que México esté controlado por los carteles, desmintiendo declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien insistió que el narcotráfico tiene un “tremendo control” sobre su vecino del sur.

Carteles de México dominan mercado de droga en Estados Unidos: DEAEl emisario de Donald Trump manifestó  su respeto y admiración por las acciones emprendidas por la administración de la presidenta Sheinbaum en contra de los carteles, destacó el nivel de colaboración y cercanía  alcanzado y admitió la necesidad de que Estados Unidos ataque la criminalidad en su propio territorio y haga más para detener el tráfico ilícito de armas, mientras De la Fuente resaltó que el trabajo de cooperación acordado se sustenta en cuatro principios fundamentales: “respeto irrestricto a la soberanía y a la integridad territorial, responsabilidad compartida, confianza mutua y colaboración coordinada sin subordinación”.

Sorprendió a los analistas mexicanos la actitud respetuosa y conciliadora de Rubio, conocido por ser casi tan beligerante y altisonante como su jefe, denota que en Washington se ha cobrado conciencia acerca de la importancia de la relación bilateral y del hecho de que ésta no puede llegar a buen puerto mediante amagos, chantajes o incluso las intensas presiones del gobierno de Trump a su homóloga mexicana para frenar el tráfico de fentanilo hacia suelo estadounidense.

Cuestionada sobre la amenaza de Estados Unidos de enviar tropas a México para combatir a los carteles, Sheinbaum señaló que Estados Unidos no va a actuar solo, porque hay un entendimiento en materia de seguridad que contempla acciones en contra del crimen en distintos frentes, como el del intercambio de información sobre el tráfico de precursores de fentanilo a México y sobre el lavado de dinero de los carteles. “Si ellos tienen información de la delincuencia organizada en México, la podemos recibir nosotros. Si nosotros tenemos información de delincuencia organizada en Estados Unidos, ellos la reciben”, sostuvo.¿Qué es el fentanilo? - El Orden Mundial - EOM

La mandataria rechazó las declaraciones del senador republicano por Texas Ted Cruz, en una visita reciente a México en la que insistió en que México debe aceptar el “ofrecimiento” de Estados Unidos de hacer más acciones conjuntas contra los carteles. Desde que asumió el poder, Trump ha insistido a  Sheinbaum, en que autorice el envío de tropas estadounidenses a México para combatir los carteles de la droga, que ella ha  rechazado de forma tajante.

La presidenta dijo en su conferencia del 29 de agosto que durante las negociaciones del “marco de entendimiento”  que Estados Unidos hizo planteamientos que “no eran aceptables” por parte de México. “Ellos planteaban mayor intervención en nuestro país y nosotros dijimos que no”, declaró. “¿Qué no aceptamos nosotros? Injerencismo, no aceptamos tampoco violación a nuestro territorio, no aceptamos subordinación, sino sencillamente una colaboración entre naciones en igualdad de circunstancias”, detalló  sobre los ofrecimientos estadounidenses.

Entonces, Trump previamente  reaccionó sobre la negativa de Sheinbaum a aceptar el uso de tropas estadounidenses contra los carteles diciendo que la presidenta le tiene “miedo” al crimen organizado, al grado que “no puede pensar correctamente” y en una entrevista concedida al medio Daily Caller, Trump reiteró su idea de que México está controlado por los carteles y que Sheinbaum ha rechazado sus ofrecimientos militares “por miedo”.

“Ofrecí enviar al ejército, y ella no quiere que lo hagamos. Porque tiene miedo. Tiene mucho miedo”, dijo Trump.

La primera ronda de aranceles que Trump le propinó a México -y a Canadá-, la justificó en el caso mexicano con el argumento de que sus autoridades no hacían lo suficiente para frenar la migración ni el tráfico de fentanilo.

Aunque Sheinbaum  logró que Trump no aplicará aranceles universales a los productos mexicanos del 10%, el estadounidense luego aplicó otros aranceles a distintas importaciones, como las de acero, aluminio, cobre y algunos productos que no son enviados a través del tratado trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá, TMEC. A los productos enviados con el TMEC hasta ahora Trump les ha concedido el beneficio de no aplicarles aranceles.

* Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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