Un error grave y la destrucción del patrimonio

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Es una carta extensa y espero tenga paciencia para leerla; me extiendo también en otros tópicos relacionados, pues en el directorio del MIM están representadas autoridades que forman parte del Consejo de Monumentos Nacionales, a quienes debieran interesarle estos asuntos.

Recurro a un medio que me permite hacerlo público, pues las veces que he tomado contacto con las autoridades pertinentes en estos temas, no he recibido una respuesta adecuada. A decir verdad, la mayoría de las veces no he recibido respuesta. Mi objetivo es que de verdad se examinen estas cuestiones a fondo.

Sala de Astronomía en el MIM

Lo que me sorprendió y molestó fue comprobar que en las imágenes de la introducción a la Historia de la Astronomía se muestra el Calendario Azteca sin explicar de qué se trata, y luego a un sacerdote sacrificando a un prisionero, arrancándole el corazón, mientras se escuchan voces que gritan ¡quítaselo! ¡quítaselo! La única alusión a la astronomía de los indígenas americanos, es en relación a los sacrificios humanos. La truculenta escena termina con un mal chiste de dudoso gusto.

Los sacrificios humanos o de otro tipo fueron y son un intento para influenciar a dios (o los dioses) provocando su benevolencia, pero también actos destinados a neutralizar o aterrar a los adversarios. Hoy se los denomina eufemísticamente daños colaterales o sacrificios necesarios o sacrificios inevitables.

En esta categoría, caen las inmolaciones de terceros (genocidio, etnocidio, asesinatos políticos, asesinatos religiosos, etc.) y la autoinmolación, aprovechando destruir a otros en función de una determinada creencia religiosa, política o filosófica.

Un ejemplo tan mal elegido equivaldría a mostrar las torturas atroces de un sacerdote de la inquisición católica, contra quienes pretendían hacer astronomía científica. ¿Cual sería la postura de la Iglesia Católica?

O decir de una manera extremadamente simplista que el desarrollo de la astronomía en el siglo XX nos permitió mejorar la precisión de las armas de destrucción masiva. Y terminar con un mal chiste como ¡Gracias al desarrollo de los sistemas de posicionamiento global, esa bomba atómica no cayo sobre mi casa!

La cultura humana es la cultura humana, no es posible respetar unas manifestaciones más que otras. Pero aún hay profesionales y científicos que tratan estos temas con una ligereza y falta de criterio que sorprende. Reducen la astronomía de los indígenas americanos a una grotesca caricatura. Se muestra una imagen distorsionada de los fines y objetivos de la astronomía entre estos pueblos.

Quiero pensar que se trata de un lapsus y no de la muestra de un trasnochado racismo o etnocentrismo, o simplemente de una visión neocolonialista de la cultura, injustificable entre profesionales dedicados a las ciencias en el siglo XXI.

Es cierto que se trata de una muestra dedicada a los niños: tiene que ser realizada en un lenguaje simple y atractivo. Pero esto no justifica introducir contenidos distorsionados, que les dejará una imagen imborrable. Estudios serios demuestran que los indígenas americanos eran excelentes astrónomos. No hay ninguna evidencia que indique que la astronomía estaba ligada exclusivamente a los sacrificios humanos.

Quienes trabajamos en Chile, lo hacemos con recursos propios. Las instituciones que financian proyectos, aún «no creen» en estas cosas. Lamentablemente al ritmo de destrucción actual, en 20 o 30 años no quedará nada. Al desaparecer los sitios actuales, desaparecerá toda evidencia, y por supuesto cuando las obras indígenas solo puedan estudiarse fuera de contexto en «Parques Arqueológicos», quedará claro que los indios de acá eran demasiado primitivos.

Charlas de Arqueoastronomía en el MIM. Durante un año y medio he dado charlas de arqueoastronomía en el Museo Interactivo Mirador. Mi mayor esfuerzo ha estado centrado en mostrar la variedad y riqueza de los conocimientos astronómicos indígenas en Chile y América. Los contenidos de estas charlas ofrecidas siempre en términos rigurosos, se sustentan en investigaciones que por 20 años he realizado en diversos sitios de Chile.

Chile es un país privilegiado en cuanto a la cantidad de observatorios astronómicos instalados en diversos sitios desde la I a la IV región principalmente, los que son operados por instituciones internacionales de incuestionable prestigio. Pero en las mismas regiones existen importantes evidencias de que los habitantes precolombinos realizaban observación astronómica, que les permitía comprender el universo, los ciclos naturales y aplicar estos conocimientos a las más variadas actividades de su vida cotidiana (civiles, religiosas, agrícolas, etc.). Estos primitivos observatorios son el antecedente originario de los observatorios actuales.

Proyecto observatorio precolombino Mirador de los poetas. Durante un año (diciembre 2003- diciembre 2004) y luego de una solicitud de las profesionales del MIM, señoras Macarena Lorenzo y Patricia Albertini, realice observaciones de amaneceres y atardeceres de solsticios y equinoccios desde la cumbre del talud (el Mirador de los poetas), con el objeto de proponer una nueva actividad.

Durante ese año intenté entrevistarme con la directora del MIM, señora. Haydée Domic, quien no tuvo nunca 15 minutos para recibirme. El motivo era presentarle un anteproyecto para construir allí un observatorio astronómico usando las antiguas técnicas indígenas, de acuerdo con lo que se me había solicitado. El objetivo era enseñar a los niños y jóvenes las técnicas ancestrales de observación astronómica y de construcción de observatorios.

Cuando consulté por el motivo de esta falta de interés, tanto la señora Pilar Barba como la señora Luz Marina me explicaron que la Directora del MIM no cree en estas cosas.

Destruccion de sitios arqueologicos

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Cuncumen. Lamentablemente y en esta misma lógica de considerar poco relevante el patrimonio cultural indígena, muchos de los sitios arqueológicos y las obras de arte rupestre están desapareciendo o siendo «rescatados y trasladados» a un ritmo alarmante y con el consentimiento de las autoridades pertinentes.

En Cuncumen la empresa minera Los Pelambres, trasladó 200 petroglifos hace 5 años para instalar una planta de relaves (desechos mineros). A esta acción de trasladar petroglifos la denominan «rescate». Este es un nombre falso y tendencioso. El verdadero significado de esta acción es «descontextualización».

El informe final aprobado para el traslado de estos petroglifos es penoso. No permite realizar ningún estudio de las obras en las actuales condiciones. Si alguien tiene dudas, puede solicitar una copia al Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), este informe es público. ¿Cómo pudo aprobarlo el CMN?

Sería muy útil que dicho informe y las obras en su situación actual, fuese examinado por especialistas internacionales en arqueoastronomía y arqueología del paisaje y pudiesen emitir su opinión. También sería útil que el mismo equipo que ahora está haciendo el estudio en El Mauro, hiciera otro de los petroglifos de Cuncumén -«rescatados» por Pelambres y ubicados en un «parque arqueológico»- aplicando el concepto de Entorno, relacionándolos con la astronomía y con el paisaje. ¿Qué nos dirían? Esta no es una pregunta retórica, espero que les sea exigido antes de que se haga cualquier intervención con maquinarias en El Mauro.

El Mauro. El relave de Cuncumen ya está colapsando y ahora están listos para destruir otro valle denominado El Mauro. Significará una brutal perdida ambiental, pero también el traslado de otros 500 petroglifos, aproximadamente, hacia lo que denominan «Parque Arqueológico». Es necesario indicar que el informe final -rechazado- contenía sólo 200 petroglifos; yo y quien me acompañaba, en sólo 20 minutos, encontramos 10 nuevos petroglifos, a metros del camino de acceso. Éstos no habían sido detectados por el arqueólogo a cargo ni por los miembros del CMN que habían visitado el sitio.

Por supuesto fue lo primero que pusimos en la introducción de nuestro proyecto; es posible que de ahí se derive los hechos que explico más abajo, es decir, haber dejado en evidencia el lamentable trabajo que se había hecho.

Propuesta y acusaciones

Me pueden acusar de»intereses creados». Lo cierto es que logré entrar a El Mauro. Con la autorización de la empresa y del arqueólogo a cargo, realicé un estudio preliminar. Formé un equipo de trabajo multidisciplinario, con profesionales de diversas áreas -arqueólogos, arquitectos, ingeniero, arqueoastrónomo- y elaboramos un proyecto de estudio de aspectos que no habían sido considerados hasta entonces.

Mi posición respecto al «rescate» de petroglifos quedó establecida en carta que envié al Consejo de Monumentos Nacionales y a diversas autoridades con fecha 18 de mayo de 2004. Además, en un recuadro destacado en el proyecto, escribimos: «Ésta nueva metodología, no puede ser entendida o empleada como justificación para la alteración indiscriminada de sitios patrimoniales en el futuro. Sin importar cuan precisa sea la reconstrucción virtual, no puede reemplazar la conservación de los sitios en su estado natural».

El 13 de septiembre de 2004, presenté el proyecto al gerente de Medio Ambiente, señor Gustavo Pössel, y le expliqué los alcances del estudio que pretendíamos realizar. Nunca obtuve respuesta. Sin embargo -al día siguiente- el señor Pössel lo entregó a una persona del Museo Chileno de Arte Precolombino de su confianza y a mí me acusó ante el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). No sé de qué, pues solicité esa información al señor Angel Cabeza del CMN y nunca recibí respuesta -es decir: fui acusado, enjuiciado y a la fecha seguramente sentenciado y nunca tuve derecho a saber de que se me acusó, menos aún a defenderme-.

Durante la acusación estuvo presente el arqueólogo señor Gastón Castillo, quien personalmente me pasó el informe final que estaba presentando al CMN y la cartografía. Él había gestionado ante el señor Gustavo Pössel la autorización para realizar la visita mencionada a El Mauro. A ese lugar me fue a dejar una camioneta de la empresa. Hago esto público, después de meses y ante la nula respuesta a mis requerimientos.

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Los ministros son defendidos por el Presidente de la República -caso puente Loncomilla-, cuando considera que se lesiona su honra. Los parlamentarios, empresarios, jueces y otras autoridades se querellan cada vez que aparece algún comentario que, a su juicio, lesiona su honorabilidad, ¿por qué no podría exigir transparencia un ciudadano común, injustamente acusado? ¿O los ciudadanos comunes somos menos respetables?

Nuevo Estudio en El Mauro

Hoy se está realizando por primera vez un estudio con grandes recursos, como debió ser desde el principio. Está por verse si los profesionales a cargo se atreven a recomendar que el sitio El Mauro sea dejado tal como está, sin que los petroglifos sean «rescatados» y que la planta de relave se construya en otra parte.

Nadie está hoy en condiciones de descifrar el contenido de las obras rupestres -es decir: nadie esta capacitado para indicar cual sería la magnitud de la pérdida-, por lo tanto lo único razonable sería dejarlo tal como está para que futuras generaciones de especialistas puedan realizar los estudios pertinentes con técnicas aún desconocidas.

En el proyecto «Entorno y reserva virtual El Mauro. Patrimonio Cultural, Arqueoastronomía y Arqueología del Paisaje» propusimos usar un sistema de cartografía con puntos láser georeferenciados, lo que permite tener cotas de nivel de 5 cms., definir y georeferenciar en fotografías objetos de hasta 5 cms. Para 100 kms que es la superficie total aproximada del valle de El Mauro al nivel de la línea de cumbres, con esta tecnología el valle podía recorrerse en 3D como si aún existiese.

El costo era de 100 millones de pesos, que el señor Pössel encontró excesivamente caro. ¿Qué menos se puede hacer para registrar en detalle un sitio que pretenden hacer desaparecer? La tecnología existe, el costo es razonable, ¡hay que usarla!

Temas a Considerar en El Mauro

Cabe mencionar que además de las obras rupestres en la superficie, hay abundantes yacimientos en el subsuelo, cuyo destino es quedar sepultados. Nadie puede siquiera calcular cuántas evidencias se pierden, pues sólo se estudia parcialmente aquello que se encuentra, lo que no se encontró se pierde para siempre.

Si se autoriza el traslado, deberán presentar un plan de mitigación adecuado a la magnitud del sitio y el patrimonio en riesgo. Pero, si no pueden descifrar o interpretar el contenido de las obras rupestres ¿como podrán definir un plan de mitigación adecuado? Este plan, por otra parte, será de mayor costo que el estudio actualmente en desarrollo y elaborarlo debiera tomar al menos un año.

Esos arqueólogos no pueden alegar ignorancia, saben perfectamente lo que están haciendo y que no están en condiciones de asegurar fuera de toda duda, que el daño será mínimo. Sin embargo en El Mauro entregarán todo ese patrimonio al tierno cuidado de las palas mecánicas, a la alteración brutal del entorno y a la descontextualización total.

La empresa está desesperada para entrar con sus máquinas en marzo. No tienen alternativa pues el tranque de relave de Cuncumén ya está colapsado y necesitan con urgencia el que pretenden construir en El Mauro. Por lo tanto recurrirá a todos los medios a su alcance para lograrlo.

Chile ha suscrito muchos convenios internacionales que deben operar y no seguir siendo letra muerta.

¿Rescate o depredación?

Muchas veces se justifica esta depredación mencionando el aporte al empleo y a la economía que hacen estas empresas. Sólo que:

1) Las empresas mineras en Chile no pagan impuestos.

2) Las grandes empresas sólo brindan el 20 por ciento de los empleos en el país -y pagan a los obreros sueldos que están en torno al mínimo.

3) La distribución del ingreso en Chile es uno de las peores del mundo, por lo tanto las ganancias que estas empresas generan quedan en el segmento más alto.

4) Estas grandes empresas usufructúan de la infraestructura existente, y destruyen las carreteras con camiones de gran tonelaje, lo cual en la práctica constituye un subsidio.

5) Gastan lo menos posible en los estudios de impacto arqueológico y ambiental, y exigen una rápida tramitación -de hecho se está buscando en el Congreso reducir los plazos de aprobación de 180 a 90 días-.

6) Cuando extraen todo lo que pueden del subsuelo se van, dejando tras de si solo residuos. Las consecuencias las pagan los habitantes de los sitios afectados quienes sufrirán por generaciones los efectos negativos de la destrucción del ambiente. El caso de los cisnes que han muerto en un santuario de la Naturaleza en los alrededores de la ciudad de Valdivia es emblemático.

El diario La Tercera de la Hora el domingo dos de enero de 2005 publicó un extenso reportaje al Grupo Lucksic. Allí se indica que » Los Pelambres y la construcción del tranque de relaves El Mauro sumarán US$ 1.500 millones». Es decir: lo dan por hecho, aunque el estudio de impacto arqueológico no está terminado y no cuentan con la aprobación del Consejo de Monumentos.

Lo que no dicen es que cuando la empresa termine esta labor, el hermoso valle quedará convertido en un hoyo relleno con productos tóxicos y con un muro de 200 mts. de altura. Los habitantes de Caimanes seguramente tendrán que sufrir por cientos de años la contaminación de las napas subterráneas. Por supuesto eso no es importante.

Ejemplos como el recientemente inaugurado sendero arqueológico El Coligüe, demuestran que con un trabajo responsable, conservando las obras rupestres in situ y con una adecuada preparación de los campesinos -asistidos por especialistas-, el patrimonio arqueológico puede convertirse en una fuente permanente de ingresos complementaria de las economías locales, elevar la calidad de vida y mejorar el nivel cultural de los habitantes. Por supuesto bajo supervisión profesional permanente para evitar lo que se realiza con buena intención en otros municipios, en que hacen un sendero con letreros indicando como llegar a los petroglifos y los dejan abandonados. Al poco tiempo se convierte en un basurero y los vándalos pintarrajean las piedras.

Consumado el desastre en El Mauro, Pelambres publicará hermosos libros a todo color, bilingües, semejantes al que imprimieron para Cuncumén (Arqueología en el Valle de Cuncumén, Minera Los Pelambres, Riqueza Minera y Arqueológica en El Choapa, I.S.B.N. 956-234-076-7) y los arqueólogos recorrerán cuánto seminario de Arte Rupestre se organice, mostrando las bondades de su metodología. Será como el cuento del rey que sale a lucirse vestido con un hermoso traje, que sólo los inteligentes y educados pueden ver.

Chalinga. La destrucción no termina aquí; El Mauro tendrá una vida útil de cinco años y ya tienen en vista otro sitio, el valle de Chalinga, listo para «rescatarlo» y construir un nuevo relave. Éste también contiene un rico yacimiento arqueológico, con abundante presencia de obras rupestres. Y además otras muchas obras menores para elmineral, requieren «rescatar» obras rupestres, y han presentado diversos estudios al CMN para ello.

En esto se da una combinación nefasta; no creo que sea posible culpar a la empresa como un todo. La responsabilidad cae directamente sobre: a) un ejecutivo que busca cumplir con las exigencias ambientales al menor costo posible (si la empresa lo avala, se hace responsable); b) arqueólogos que debieran fiscalizara la empresa y que simultáneamente trabajan haciendo los estudios para ella; c) arqueólogos que conscientes del daño, avalan este «rescate»; d) autoridades del Consejo de Monumentos, que no se hacen cargo de su delicada función.

No hablo de corrupción, estoy seguro que todos son personas de una honorabilidad intachable. Estoy seguro que todos lo hacen con la mejor intención, pero en todo caso es legitimo preguntarse ¿por qué autoridades que cometen este tipo de errores o directamente atentados contra el patrimonio, no son removidas de sus puestos y sancionadas como corresponde?

Hay suficientes valles sin obras rupestres, para que las empresas mineras puedan realizar su trabajo sin destruir sitios patrimoniales irreemplazables. Si un ejecutivo y copropietario de la minera Los Pelambres puede gastar un millón de dólares para subir al Everest -según lo informado por la prensa-, ¿cómo la empresa en su totalidad, no puede disponer de recursos para evitar un daño patrimonial irreparable?

Riesgos del «Rescate»

Si esta lógica de «rescate y traslado» se autoriza a la empresa minera Los Pelambres, ¿Qué impedirá que otras empresas y particulares propietarios de predios donde exista obras rupestres, las «rescaten» desde donde les estorban y las reinstalen ordenadamente junto a las alambradas de sus predios, o en un bonito «Parque Arqueológico» frente a sus casas?

Los estudios realizados en la IV Región y en diversos sitios de Chile y presentados en diversos Congresos indican que entre 10 y 15 por ciento de las obras rupestres (petroglifos, tacitas), muestran relación con la observación y medición de fenómenos astronómicos. Es decir, se trataría de posibles observatorios astronómicos.

Trasladar y reinstalar estas obras, equivale a trasladar el observatorio Cerro Tololo a las afueras de La Serena, o El Paranal a las afueras de Antofagasta para reducir los costos de operación. Los petroglifos o tacitas sacados de contexto se convierten, en lenguaje simple, en piedras dibujadas. Pierden su valor documental y esto impide cualquier intento de interpretación. «Rescatar» y reubicar los petroglifos de la forma que lo hace Pelambres con autorización del CMN y con la colaboración del Museo de La Serena y actualmente del Museo Chileno de Arte Precolombino, corresponde a una trasnochada forma de concebir la museología y la preservación de la cultura.

Podríamos «rescatar» todos los petroglifos, piedras de tacitas, pictografías etc. que se encuentran en lugares apartados y poco accesibles y reubicarlos en grandes museos al aire libre, cerca de la carretera Panamericana, o en los caminos de acceso a las ciudades. Así las empresas mineras u otras tendrían grandes ahorros en estudios de impacto ambiental, no habría que discutir en el Congreso la reducción de los plazos de aprobación de los estudios de 180 a 90 días, etc.; es decir: ganancia neta y puertas abiertas para el desarrollo. Y el CMN, se vería liberado de intervenir en costosos procedimientos de inspección del daño al arte rupestre.

También sería lícito preguntarse, por que no exportar la técnica del «rescate». ¿Por qué no enderezan la torre inclinada de Pisa y llevarla a otro sitio con un subsuelo de mejor calidad?, ¿Por qué no rescatar todas las construcciones romanas, juntarlas en un solo sitio y construir el Gran Museo de Roma? ¿Por qué no hacer lo mismo con los templos griegos o egipcios? ¿Por que no tomar los monumentos cristianos, sacarlos de las zonas conflictivas de Palestina y ubicarlos en lugares menos conflictivos?

Parece absurdo o innecesario poner las cosas en estos términos, pero no lo es. Esto es lo que poco a poco estamos haciendo con nuestro patrimonio natural y cultural precolombino. Dentro de pocos años las únicas obras existentes podrían ser las que están ubicadas en museos. Los únicos animales podrían ser los que se encuentren en zoológicos. La única agua no contaminada podría ser el agua mineral que nos vendan las grandes compañías.

A un ritmo acelerado y justificado por un mal entendido desarrollo, las autoridades a cargo del patrimonio de nuestro país permiten la destrucción de sitios que son el equivalente exacto de antiguas bibliotecas en las cuales existen textos únicos e invaluables que nos hablan de los esfuerzos de nuestros antepasados por comprender el cosmos. Estos constituyen la base de nuestro presente, que no comenzó con los griegos como muchas veces de manera simplista se pretende dar a entender.

Cuz Cuz, IV Región, municipalidad de Illapel

Durante más de 12 años he dado charlas en colegios, municipio, liceos, etc., en la ciudad de Illapel y en Cuz Cuz. El objetivo: sensibilizar a las autoridades locales sobre la necesidad de proteger el rico patrimonio arqueológico de la zona. El resultado es igual a cero. Nada.

En 1999 confeccioné un mapa de la zona con los puntos -georeferenciados- donde había obras rupestres para que estos sitios fuesen incluidos en el plano Regulador como zonas reservadas. Es más: en setiembre de 2004 en el Taller de Arqueología del Choapa presenté una fotografía de maquinas retroexcavadoras preparando terrenos para plantar paltas; podían apreciar los petroglifos queiba a ser arrasados. Afortunadamente el administrador del predio, apenas le señalamos este hecho detuvo las faenas en ese sector y hasta la fecha lo ha respetado.

Esto deja en evidencia que las autoridades autorizan faenas sin siquiera revisar si en los predios existen obras rupestres. El resultado es que quienes nos preocupamos por estos temas tenemos que quitar prácticamente desde las palas mecánicas los petroglifos. En algunos sitios ya llegamos tarde, en otros a futuro lamentablemente es muy probable que ocurra lo mismo.

Consejo de Monumentos Nacionales

Lamentablemente el CMN tampoco se hace cargo de las denuncias responsables que se hacen respecto a daños al patrimonio. Con fecha 21 de abril presenté una denuncia de «Petroglifos en riesgo en la Localidad de Cuz Cuz, en la IV Región de Chile.

El 3 de mayo recibí respuesta -Nº 1341 del señor Angel Cabeza Monteira, director del Consejo de Monumentos Nacionales-: «En relación a su denuncia expresada en antecedentes, sobre el peligro en que se encuentran petroglifos y piedras tacitas de la localidad de Cuz Cuz debido al crecimiento de la ciudad, informamos a usted que se acordó solicitar al Sr. Gonzalo Ampuero, Secretario Ejecutivo del Consejo Asesor de Monumentos Nacionales de la IV Región de Coquimbo, realizar las gestiones del caso para frenar la destrucción del Patrimonio arqueológico denunciado por usted.

«Según lo expresado en su carta, y lo reiterado en el llamado telefónico del día de hoy, se le indicó al señor Ampuero su disponibilidad para acompañarlo a terreno con la finalidad de señalar los sitios arqueológicos en peligro de destrucción».

En verdad la denuncia la presenté originalmente el 30 de enero de 2003. Posteriormente ofrecí pagar traslado, alojamiento y comida al arqueólogo que viajara de parte del Consejo de Monumentos Nacionales. Tampoco hubo resultado. Como se verá no es por falta de recursos que no atienden las denuncias responsablemente realizadas.

Por supuesto también traté de comunicarme con el señor Gonzalo Ampuero del Museo Arqueológico de La Serena: tampoco me contestó. El conoce perfectamente lo que ocurre en este sitio desde hace muchos años y nunca le ha dado importancia. Si sistemática y comprobadamente no hace su trabajo, ¿por qué sigue ostentando su cargo?. ¿No es el Museo de La Serena el principal responsable del Patrimonio arqueológico en la IV Región?

Sociedad Chilena de Arqueología

También la Sociedad Arqueológica de Chile debería estar interesada en aclarar estos temas. Prometieron tomar cartas en el asunto, me comunicaron su resolución, pero después nunca supe nada más.

Espero que los antecedentes expuestos sirvan para dar una voz de alerta no solo en Chile sino en el resto de América, pues los problemas expuestos aquí, son comunes a nuestros países. Conceptos como el «rescate y traslado de las obras rupestres» son rápidamente exportados por las empresas multinacionales. 

Este fin de año dos chilenos fueron sorprendidos en Perú pintando un grafitti en un muro incaico. Las penas a las que se exponen van de 2 a 8 años. El muro es de piedra, no tiene grabados que pudiesen resultar dañados. ¿Cuál sería la pena proporcional para quien «rescata» centenares de petroglifos, descontextualizandolos completamente y destruyendo valiosa evidencia que impide cualquier intento de interpretación a futuro? Un daño irreversible, realizado con plena conciencia de las consecuencias, pues está siendo avalado por profesionales que no pueden alegar ignorancia.

En la quebrada de Cárcamo al interior de Illapel, hay un hermoso petroglifo con complejos diseños, sobre él desde el año 2000 hay un graffiti rayado con pintura spray. El vándalo dejó la fecha, su nombre y su ciudad de residencia. Los arqueólogos que trabajan en la zona están al tanto. ¿Por qué nadie ha hecho nada para ubicar al culpable?.

Creo que una solución rápida, sencilla y de bajo costo para este problema, sería declarar legalmente las obras rupestres como «Bienes Inmuebles», esto impediría su traslado. Puede parecer una proposición extraña, pero en Chile los postes de alumbrado público tienen el status legal de «Bienes Inmuebles».

Yo estoy en mi obligación como investigador y como profesional en el área, de decir que lo que hicieron en Cuncumén, lo que desean hacer en El Mauro y lo que planean hacer en Chalinga entre otros sitios, es un crimen contra el patrimonio nacional. No importa cuantos arqueólogos lo avalen.

Autoridades, instituciones encargadas de nuestra cultura y empresas: por favor respeten el legado cultural. No sigan depredando los sitios arqueológicos, que son propiedad de todos los chilenos. Las autoridades no son dueñas de los sitios patrimoniales, solo están a su cargo.

No soy enemigo de las empresas, tampoco enemigo del desarrollo, pero éste no puede ser a costa del patrimonio y de la naturaleza. Eso no es desarrollo, tarde o temprano se paga muy caro.

Con copia a:

Sr. Sergio Bitar, Ministro de Educación. Sra. Drina Rendic. Sr. Pedro Pablo Díaz, designado por la Presidenta de la Fundación. Sra. Bárbara de Vos, en representación de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam). Sr. Claudio Arriagada, alcalde de La Granja, en representación de la Asociación de Municipalidades. Sr. Fernando Lihn, en representación de la Cámara Nacional de Comercio. Sra. Haydée Domic Directora Ejecutiva, Museo Interactivo Mirador (MIM).

Esta carta, en razón de su contenido, será enviada además a todas las autoridades y personas interesadas en estos temas, que puedan influir en la protección de los sitios arqueológicos y el respeto del patrimonio cultural indígena.

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* Fotografo – Investigador en Arqueoastronomia. Diplomado UC en Gestion y conservacion del patrimonio.

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