Una década sin consenso sobre uso del Nilo (y del agua del rio)

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Joshua Kyalimpa *

Un nuevo protocolo para gestionar el río Nilo, que se negocia desde hace 10 años, podría quedar en nada porque Egipto y Sudán se niegan a renunciar a su poder de decisión actual sobre la cantidad de agua que pueden utilizar los países de la parte alta. El acuerdo actual prohíbe a los países río abajo usar más agua de la prevista en una curva dispuesta hace tiempo y otorga a Egipto la responsabilidad de controlar el flujo del río en puntos clave de su trayecto.
 
"Los tecnócratas hicieron todo el papeleo para lograr un buen protocolo, pero los políticos echaron todo por tierra", señaló el profesor Afuna Aduula, presidente del Foro de Discusión sobre la Cuenca del Nilo, un grupo de organizaciones de la sociedad civil dedicadas al llamado río más largo del mundo. El artículo que paralizó el proceso fue el 14b, sobre el uso seguro del agua. Los países río arriba siempre tuvieron un uso restringido del recurso por los términos del acuerdo colonial.
 
El tratado fue firmado por Gran Bretaña en 1929 en su nombre y confirmado en 1954.
 
En la cuenca del río viven unas 160 millones de personas en un área de 3,1 millones de kilómetros cuadrados, incluidos 81.500 kilómetros cuadrados de lagos y 70.000 de pantanos, según estadísticas de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, órgano creado por los países ribereños, financiado por varios donantes a fin de armonizar las políticas.
 
La negación de Egipto a firmar el nuevo protocolo puede obedecer a que un representante suyo se convertirá en un plazo relativamente breve en director de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo y, por lo tanto, tiene la posibilidad de influir en el proceso, según el profesor Aduula.
 
El director rota entre los países miembros de la cuenta y ejerce el cargo por dos años, según la carta de creación de la Iniciativa. La actual directora es Henrietta Ndombe, una congoleña que encabezará la organización hasta septiembre de 2010, cuando la reemplace una o un representante egipcio.
 
Egipto quiere introducir una cláusula que estipule que un país de la cuenca no puede usar el agua en perjuicio de otro. Otros estados, en cambio, quieren que ese artículo de elimine del todo por las consecuencias que tiene para los países río arriba, los que tendrán que pedir aprobación para construir represas y realizar otros proyectos de irrigación.
 
Al parecer, la resolución del dividendo pasará al Consejo de ministros de Relaciones Exteriores porque ha sido difícil reunir a los jefes de Estado para suscribir el acuerdo, según Gordon Mumbo, a cargo de promover la confianza entre los estados miembro de la cuenca del Nilo Hace cuatro meses se desperdició una oportunidad para firmar el tratado en la cumbre de la Unión Africana, en El Cairo, a raíz de los desacuerdos.
 
*Corresponsal de la agencia IPS, desde Kampala
 
 

 

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