“Uno se vuelve parte de lo que ilustra”
Mario Casasús.*
Desde Santiago de Chile Alberto Montt habla de su reciente contrato —firmado con el editor Daniel Divinsky— para publicar por primera vez en Argentina: “De la Flor, es la editorial que tiene el catálogo más impresionante de humor gráfico en el mundo. Lograr ser parte de ese catálogo es un honor para cualquier aspirante a humorista gráfico. Compartir espacio con Quino, Fontanarrosa, Caloi, Maitena, Liniers… es un sueño. Sentí que me estaba graduando como dibujante”.
Ilustrador de 35 libros para diversas editoriales, y de otros proyectos originales de su autoría o en colaboración cabe destacar: En dosis diarias (Ediciones B); Parafilias (Ediciones B); Recetas al pie de la letra (Ediciones B); Para ver y no creer (Alfaguara); El zancudo vegetariano (Ediciones B) y Un monstruo así de grande (Ediciones B).
Esta vez Alberto Montt (1972, autorretrato a la der.) ofrece algunos trazos de su experiencia: “Con respecto al humor chileno, me parece que hoy en día está saliendo una camada de gente excelente: Francisco Olea, Chavezónico, Sol Díaz y algunos otros que llegan con vientos frescos y una mirada diferente del humor que refresca. De lo tradicional conozco poco, y lo que conozco, no me emociona”.
"Bloguero" empedernido, confiesa: “Una de las principales razones por las que continué con la idea del blog Dosis diarias, fue porque empecé a recibir el feedback de los lectores. Muchas veces los comentarios son más graciosos que las viñetas y eso es un halago. Me encanta que se haya convertido en ventana y punto de encuentro”
—Ediciones De la flor publicará tu primer libro en Argentina, sabemos que creciste leyendo a Quino, ¿qué significa De la flor para los dibujantes trasandinos?, ¿cómo se dio el encuentro con el editor Daniel Divinsky?
—Me contacté con Divinsky a través de Liniers, quien muy amablemente hizo la presentación oficial. Cuando me encontré con él en Santiago y conversamos la posibilidad de ser editado por De la Flor en Argentina, sentí que me estaba graduando como dibujante de humor.
"De la Flor es, a mi juicio, la editorial que tiene el catálogo más impresionante de humor gráfico en el mundo. Lograr ser parte de ese catálogo es, de todas maneras, un honor para cualquier aspirante a humorista gráfico. Compartir espacio con Quino, Fontanarrosa, Caloi, Maitena, Liniers… es un sueño".
—¿Qué recepción ha tenido En dosis diarias publicado en Santiago de Chile por Ediciones B?
—En dosis diarias es un libro de tiraje moderado, en un mercado limitado y con poca costumbre de consumir gráfica o humor. No es un libro barato, ni de gusto popular. Aún así, yo diría que la recepción ha sido muy buena. Ahora justamente estamos planeando una segunda parte. Está por verse.
—¿Qué diferencias percibes entre el trabajo y humor gráfico ecuatoriano y el chileno?, ¿qué aprendizaje adquiriste en Quito?
—La verdad no estoy familiarizado con el humor gráfico ecuatoriano. Existe muy poco y está demasiado ligado a la contingencia sociopolítica del país. Lo que Quito y Ecuador me dieron fue un bombardeo de imágenes, sonidos, olores y sabores. Ecuador es sumamente diverso y tremendamente intenso. Tengo todo eso en la cabeza.
"Con respecto al humor chileno, me parece que hoy en día está saliendo una camada de gente excelente: Francisco Olea, Chavezónico, Sol Díaz y algunos otros que llegan con vientos frescos y una mirada diferente del humor que refresca. De lo tradicional conozco poco, y lo que conozco, no me emociona".
—¿Todavía se reúnen en Las SieteRayas?, ¿cuál es el objetivo del gremio de los nuevos ilustradores chilenos?
—Nos reunimos a menudo. No todos, porque la mayoría están fuera de Chile. Pero los que quedamos sí. Siempre fuimos un grupo de amigos más que de colegas, y de “nuevos ilustradores” ya no nos queda mucho. En este aspecto también se están formando grupos que llegan a darle vida y fuerza a la ilustración chilena. Se está forjando una identidad, poco a poco, dentro de la gráfica nacional
—¿Cómo se ha enriquecido tu trabajo en las decenas de intervenciones que dejas en los "blogs"?, ¿recibes propuestas de los novísimos ilustradores que buscan tu opinión?
—Una de las principales razones por las que continué con la idea del "blog" Dosis diarias, fue porque empecé a recibir el feedback de los lectores. Muchas veces los comentarios son más graciosos que las viñetas y eso es un halago. Me encanta que se haya convertido en ventana y punto de encuentro.
—Recientemente, el caricaturista Trino, que dibujará las viñetas del nuevo libro de Juan Villoro, me dijo: “Es muchísimo más fácil ilustrar las ideas de alguien, que dibujar y crear una tira cómica de la nada”, ¿compartes esta idea?, ¿cómo te enfrentas al papel en blanco?
—Sin duda es más fácil decorar ideas ajenas, por más que uno meta elementos y opiniones de su cosecha siempre es interpretar el mundo de un "otro". En cambio, dejar suelta la cabeza, para que corra libremente, es una experiencia asustante. Uno nunca sabe para dónde saldrá corriendo. El papel en blanco está en mi cabeza, para cuando agarro el lápiz y la hoja, la idea ya está clara. Esa es una ventaja, porque muchas veces enfrento esa hoja blanca haciendo otra cosa al mismo tiempo. Jugando, comiendo, paseando. De repente, ¡zaz! aparece algo.
—¿Cuántos proyectos dibujas simultáneamente?, ¿en qué estás trabajando ahora?
—Generalmente tengo un proyecto personal que se está cocinando y algo para algún cliente. Pero no suelo tomar varios al mismo tiempo. Mejor dicho, suelo hacerlo, pero no los trabajo paralelamente. Tengo que terminar uno para ponerme a trabajar en el siguiente. Estoy puliendo dos historias para niños que me gustaría convertir en libros pronto. Veremos si resulta.
—¿Tu amor por el blanco y negro se lo debes a Gary Larson?, ¿por qué es tu dibujante preferido?
—Mi amor por el blanco y negro se debe a mi incapacidad para manejar el color. Durante mucho tiempo me paralizaba la idea de usarlo y me veía sometido a la tiranía del rapidógrafo y la tinta china. Lo cual es sumamente frustrante, en especial cuando uno no es un buen dibujante, como es mi caso, porque el blanco y negro lo hace muy evidente.
"Larson es mi humorista gráfico favorito. Tiene una mirada de la realidad que es absolutamente desquiciada, irreverente, alternativa e imbécil".
—Vi el dibujo de La pequeña Chonek y sé que colaboraste con el poeta Elicura Chihuailaf, ¿por qué tu interés en ilustrar la cosmogonía mapuche?
—Creo que la cosa fue al revés. Empecé a ilustrar las tradiciones éticas chilenas porque eran los libros que me fueron ofrecidos y luego empecé a enamorarme de su belleza, complejidad y raíces. Una de las mejores cosas de ilustrar, es que uno se vuelve parte de lo que ilustra.
—¿Qué elementos incorporarás a las Postales de Santiago luego del terremoto y tsunami?
—No lo sé. Debo decir que mis procesos son muy poco ordenados y nunca sé qué resultará de tal o cual cosa. Trato de permanecer permeable a todo, y que los resultados vayan saliendo cuando vayan saliendo.
—¿Participarás en el XIV Concurso A la orilla del viento del FCE?
—No. Me encantaría entrar con los cuentos de los que hablé antes, pero me temo que no estarán a tiempo. Veremos el próximo año.
—¿Incursionarás en el cartón político?
—No, al menos no directamente.
—Finalmente, ¿cuándo saldrá el libro con personajes interesantes de la historia?, ¿habrá alusiones al Bicentenario?
—¿Cuál libro? aquí me perdí… ja, ja, ja.
* Periodista.
Publicado originalmente en www.elclarin.cj —se reproduce por gentileza del autor.