Uruguay: cumple un año la planta finlandesa de celulosa
Xinhua*
La planta de celulosa de la empresa Botnia cumplió ayer un año de funcionamiento en Uruguay, a pesar de las protestas de Argentina que demanda su cierre bajo el alegato de que se trata de una industria contaminante. La instalación de la fábrica de capitales finlandeses en la localidad de Fray Bentos sobre el río Uruguay, limítrofe con Argentina, suscitó una crisis diplomática entre ambos países que no ha sido superada.
Las autoridades y defensores del ambiente de Argentina exigen el retiro de la planta con el argumento de que contaminará las aguas del curso fluvial . Aunque hasta el momento no hay señales objetivas de toxicidad en la zona, en la ciudad argentina de Gualeguaychú, los defensores del ambiente bloquean con frecuencia uno de los tres puentes internacionales que la conectan con Fray Bentos, en protesta por la planta de celulosa.
Botnia informó que la planta en Fray Bentos produjo en su primer año 850.000 toneladas de celulosa. A la fecha, las investigaciones efectuadas por investigadores argentinos no han mostrado daños al ambiente en la región a causa de la planta.
La fábrica anunció que la suspensión de su producción 14 días a partir del sábado 8 de noviembre para dar mantenimiento a la maquinaria. En un comunicado, Botnia dijo que "para tranquilidad de la comunidad" de Fray Bentos (310 kilómetros al noroeste de Montevideo) los olores que puedan percibirse en esta etapa "en ningún caso afectan la salud". La producción se reanudará en 15 días.
Otro informe señala que la casa matriz Metsa Botnia reduciría su producción ante la desaceleración mundial de la economía.
En el litoral donde se ubica Fray Bentos funcionan 16 estaciones de monitoreo, cinco laboratorios y tres torres de control de aire para evaluar el impacto ambiental de la empresa. La estricta vigilancia ambiental en la zona es uno de los saldos positivos del diferendo entre Montevideo y Buenos Aires.
Uruguay rechazó la demanda de Argentina de cancelar el proyecto de Botnia, que comenzó en 2005, al señalar que más que motivos ambientales, Argentina quería para ella la inversión de Botnia. En 2006 Argentina llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que emitirá su fallo definitivo en los primeros meses de 2010.
Buenos Aires planteó en la demanda que Uruguay violó los acuerdos que protegen al río limítrofe al autorizar el establecimiento de la planta de Botnia en Fray Bentos. Uruguay, a su vez, acusó a Argentina ante el Mercado Común del Sur (Mercosur) por los frecuentes bloqueos del puente que une Gualeguaychú con Fray Bentos. Según una encuesta de la consultora Ibarómetro, 54 por ciento de los argentinos considera que se debe levantar el bloqueo del puente General San Martín.
El presidente de uruguay, Tabaré Vázquez, admitió en octubre pasado ante periodistas que el costo mayor del diferendo se pagó al inicio del conflicto con los bloqueos fronterizos. El mandatario uruguayo aseguró que el litigio ante el tribunal de La Haya va bien y podrá resolverse con "un tirón de orejas" para ambas partes.
Otra consecuencia inesperada del conflicto fue el veto de Uruguay al ex presidente argentino Néstor Kirchner como candidato a la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Montevideo basó su voto negativo en que Kirchner (que ocupó la Casa Rosada entre 2003 y 2007) toleró el bloqueo fronterizo de Gualeguaychú y otras dos protestas en forma intermitente, sin desplegar acciones para su disolución.
Botnia fue uno de los promotores de la expansión del producto interno bruto uruguayo de 13,1 por ciento en el primer semestre del año, al influir en el alza de 20,5 por ciento de la industria manufacturera.
* China Nueva, agencia de noticias de la República Popular China.
www.spanish.xinhuanet.com