Venezuela-Colombia: el patético «show» en la OEA

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Néstor Francia.*

El "show" en la OEA se ha consumado, de manera absolutamente patética, hasta el punto de que las supuestas pruebas no generaron comentarios de nadie que no sea parte de la canalla mediática y de las oligarquías de Colombia y Venezuela, así como de sus representantes políticos. Ningún país ha dicho nada concreto sobre la ridícula pantomima del gobierno de Uribe, y al final la gran noticia real no es la referida a las “pruebas”, sino la ruptura de relaciones entre nuestros dos países. Todo dependerá del próximo gobierno de Colombia.

La ruptura está más que justificada, ante la desmedida manipulación del gobierno colombiano, que apunta a la criminalización de nuestra Revolución y a propiciar la intervención y la guerra. Es como si Uribe, en sus  últimos días en la Casa de Nariño, se hubiera decidido a soltar todos sus demonios. La respuesta de Chávez se corresponde con su correcta posición valiente y frontal contra todo tipo de agresiones de las que somos víctimas.

Inclusive, debemos estar preparados porque puede haber, antes del 7 de agosto, provocaciones más graves. Chávez acusó a Álvaro Uribe de ser capaz de todo: “Uribe es capaz de mandar a montar un campamento simulado del lado venezolano para atacarlo y causar una guerra”.

La extremada ridiculez de la presentación del canciller Hoyos tuvo momentos que de verdad moverían a risa si no fuese por las graves consecuencias que puede tener esta nueva aventura uribista. Por ejemplo, Hoyos señaló que los videos mostrados tienen audio pero no fueron mostrados en la sesión porque ese “material es clave” para la judicialización de las pruebas.

Además, el representante colombiano no dudo en inmiscuirse en nuestros asuntos internos, utilizando el lenguaje de los traidores a la Patria de la oposición venezolana, al expresar que un país está “con ínfulas de dictadores, cerrando la prensa, expropiando bienes y lo único que hace es gritar e insultar” para desviar la atención del problema.

Como parte de su bufonesca intervención, el embajador de Colombia en la OEA solicitó que se conforme una comisión internacional de verificación de los hechos en los próximos 30 días y que Venezuela enfrente y entregue a los guerrilleros de las FARC para ser juzgados en su país. Esta inútil verificación, ellos lo saben, no va a ocurrir ni nadie en la OEA la va a apoyar.

Son tan irreales las “pruebas” presentadas por Colombia que hasta el propio diario El Tiempo de Bogotá les restó importancia disimuladamente, al afirmar en una informaci´pn  de ayer (jueves) que “más que el material documental, sorprendieron las frases usadas por el embajador colombiano”.

Por su parte, el presidente electo Juan Manuel Santos se lavó las manos en torno al asunto de la ruptura de relaciones al eludir ayer pronunciarse sobre el tema al considerar que era su “mejor contribución” a la resolución del  conflicto y recordó que Álvaro Uribe es el presidente colombiano hasta el próximo siete de agosto (o sea, pregúntenle a él): “Sobre el tema de las relaciones nuestras con Venezuela, la mejor contribución que podemos hacer es no pronunciarnos”.

Esto puede tener varias lecturas, una de ellas es que probablemente después del siete de agosto se produzcan nuevos acontecimientos, como pudiera ser una especie de mediación por parte de algunos gobiernos que la han ofrecido, como los de República Dominicana, Brasil y Uruguay. En todo caso, no creemos que el asunto vaya a ser de rápida solución aunque se avanzara paulatinamente a un acercamiento, que es lo que comúnmente ha existido después de conflictos de este tipo entre nuestros países. Habrá que esperar por el nuevo gobierno colombiano.

Ya Chávez ha dicho que “Ojalá que después del siete de agosto podamos hacer reuniones de cancilleres en un tablero de respeto mutuo y conversar de las buenas relaciones entre los dos”. El Presidente exhortó a la población a mantenerse optimistas sobre el nuevo gobierno colombiano que encabezará Juan Manuel Santos: “ojalá el nuevo presidente de Colombia se inunde de espíritu latinoamericano, que entienda que aquí podemos convivir gobiernos de derecha e izquierda”.

Entretanto, los gobernantes de Colombia siguen echándole más leña al fuego. El fiscal encargado de Colombia, Guillermo Mendoza Diago, informó que luego de presuntamente demostrar que atacantes guerrilleros se refugian en Venezuela y que “las autoridades no hacen nada sino que los apoyan”, podrían llevar la denuncia respectiva ante la Corte Penal Internacional. Según RCN Radio, Colombia acudiría a la Corte Penal Internacional por supuestos delitos de “genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad efectuados por los grupos armados ilegales que se encuentran ubicados en Venezuela”.

En medio de toda esta parodia montada por el gobierno colombiano, aparece de nuevo el nombre de la ETA. Según la cadena colombiana Caracol Radio, citando fuentes de la policía de ese país, integrantes de la ETA se han entrenado en técnicas guerrilleras en visitas realizadas a campamentos de las FARC en Venezuela.

Una de los asuntos más indignantes de la situación es la posición francamente antinacional asumida por la oposición contrarrevolucionaria y entreguista de Venezuela. El Secretario General Nacional de COPEI, Luis Carlos Solórzano, por ejemplo, considera que más allá de reacciones emocionales, el gobierno venezolano está obligado a permitir que sean verificadas en los sitios señalados las acusaciones formuladas ante la OEA por Colombia sobre la supuesta presencia de campamentos guerrilleros en nuestro país. O sea, Solórzano no solo respalda el espectáculo montado por Colombia, sino que además acompaña al gobierno de Uribe en su intención de intervenir descaradamente en Venezuela con “supervisiones” y “verificaciones”. 

Por su parte, el presidente de Fedecamaras Táchira, José Rozo, declaró que “Le hacemos un llamado al presidente Chávez que debe dar una respuesta que satisfaga a los venezolanos porque no podemos seguir siendo señalados como un territorio para esconder a irregulares”.

También el dirigente y fundador del ultraderechista Primero Justicia, Julio Borges, puso su grano de arena en la política de traición a los intereses de la Patria, al calificar de “delicada” la situación con Colombia, y opinar que la decisión de Chávez de romper relaciones con ese país buscaría distraer a los venezolanos de problemas internos de cara a los comicios parlamentarios del próximo 26 de septiembre: “Chávez tiene una mentalidad militar. Siempre necesita un enemigo y si no lo tiene lo inventa. Este es un Gobierno que siempre piensa en la ruptura, en el choque”.

Como vemos, este reptil de la derecha afirma que las evidentes agresiones de Colombia son un invento de Chávez.

Pero la verdadera guinda de la torta en la arrastrada posición opositora, la puso la Mesa de Ultraderecha (MUD) en su comunicado de ayer, donde refiere que “Una vez más, la conducción errática, inconsulta e irresponsable de la política exterior del gobierno, coloca a Venezuela en un nuevo conflicto con uno de nuestros principales socios…

"Ante los señalamientos presentados por Colombia en la OEA el día de hoy, el Presidente de la República está en la obligación de aclarar prontamente al país, a los venezolanos y a la comunidad internacional, la veracidad o no de tales denuncias. No es con evasivas y argumentos inconsistentes como deben ventilarse estas denuncias. La vía de una comisión internacional de verificación no debe ser desechada a priori, pues podría interpretarse como un reconocimiento a que tales acusaciones estarían bien fundadas”.

Es decir, este grupo de canallas asume plenamente las políticas agresivas de Colombia y respalda sus propuestas descabelladas, mostrándose así como lo que son: bisagras políticas, aceitadas por el Imperio, para abrir puertas a las conspiraciones de las oligarquías de los dos países.

Por supuesto, la canalla mediática asume su mismo papel cómplice de siempre. Los titulares de El Nacional y El Universal de hoy son nítidamente manipuladores. El primero anuncia en primera plana que “Chávez rompe con Bogotá y elude verificación de la OEA”. Según el DRAE, el verbo eludir significa, en su principal acepción, “Evitar con astucia una dificultad o una obligación”. La foto que acompaña el titular deja ver a algunos guerrilleros de las FARC, y establece la capciosa pregunta “¿Dónde están los jefes?”.

En cuanto a El Universal, su principal titular reza “Exigen a Chávez aclarar si es verdad que las FARC están en el país”, como si esta fuera una “exigencia” generalizada, de todo el mundo, y no de un grupo de oligarcas rabiosos ante el avance de la rebelión de los pueblos.

Estas posiciones no hacen sino aclarar cada día más el panorama sobre el debate político que hay en Venezuela y las opciones que cada cual representa. No puede haber términos medios, terceras vías, disfraces de “ni-ni”.

* Analista de asuntos políticos.

 

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