Venezuela, el drama de la cárcel El Rodeo

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Néstor Francia.*

En la medida en que se vaya superando la difícil situación suscitada en la cárcel de El Rodeo, una vez más quedará en evidencia ante el país quiénes han actuado responsablemente y quiénes han tratado de aprovechar el asunto para repetir sus constantes errores  producidos por la obsesión antichavista, y por sus mil veces demostradas torpeza y carencia de inteligencia política.

De este suceso, saldrá favorecido al final el gobierno de Chávez y crecerá el descrédito de los opositores, que es demostrado por las encuestas, incluso entre aquellos que han votado por ellos. Solo un pequeño porcentaje de ciudadanos, idiotizados y embrutecidos por la canalla mediática, se pliegan incondicionalmente a quienes echan leña al fuego, al tiempo que respaldan la insolencia y el irrespeto por la vida de un pequeño grupo de mafiosos de las cárceles que pretenden ponerse por encima del Estado, de las leyes y de la sociedad toda. La oposición es ahora el santo favorito de los “pranes”, o viceversa, da lo mismo.

En cuanto a la canalla mediática, es un caso perdido. El tratamiento que han dado al tema es nauseabundo, regodeándose en el dolor de la gente, convirtiéndose en voceros de las mafias carcelarias, echando igualmente leña al fuego e ignorando, al igual que sus congéneres contrarrevolucionarios, el sacrificio de nuestros soldados, que ya han entregado dos vidas en cumplimiento de su deber.

Con relación a estas mafias carcelarias, todo el mundo sabe que sus capos y activistas conforman una minoría del personal de reclusos, que más bien viven del chantaje y extorsión a la mayoría de ellos, amenazando permanentemente sus vidas, humillándolos y pisoteando su dignidad humana. Los pranes son una escoria, aunque lamentablemente hay que reconocer que no nacieron delincuentes, que son un subproducto del capitalismo, este sistema basado en privilegios de pocos y exclusión de muchos.

Pero esta realidad no convierte en inocentes a los mafiosos carcelarios, que ordenan desde sus calabozos secuestros, sicariato, venganza y se constituyen en una especie de Estado dentro del Estado. A estos subversivos violentos y degenerados hay que reducirlos, que es lo que haría cualquier gobierno responsable. Y el gobierno lo está haciendo con paciencia y conciencia, tratando de forzar el diálogo y evitando lo que podría ser una masacre.

Es como apuntó Eleazar Díaz Rangel en su columna de ayer en Ultimas Noticias: “debemos reconocer que las acciones de la Guardia Nacional Bolivariana no se parecen en absoluto a las de décadas atrás; en una situación como ésta, habrían penetrado esas instalaciones con un elevado saldo de víctimas, como sucedió en La Planta y en el Retén de Catia. Esta vez, la GNB ha perdido a dos de sus hombres, un teniente y un sargento mayor, y tiene más de 20 heridos. Nunca se había visto una situación como ésta. Y sin embargo, la ONG ‘Una ventana a la libertad’ la define como ‘una represión excesiva militar’, siguiendo la línea de algunos opositores”.

En palabras casi iguales lo dijo también el vice Elías Jaua, en el sentido de que las masacres de presos son cosas de gobiernos anteriores al de Chávez, cuando “una toma de estas hubiese significado un número considerable de muertos, pero no para las fuerzas del orden”.

Jaua denunció también el sábado a los diputados de la oposición venezolana por “nadar en el llanto” de los familiares de los presos de El Rodeo: “Hacen juego con el dolor de los familiares de los privados de libertad… Allá están todos en Guatire, tomándose las fotos y dándole abrazos falsos a las mujeres pobres que están allí angustiadas por sus hijos en la prisión de El Rodeo…En eso están los diputados de la oposición en estos momentos… Miserables les decimos, no jueguen con el dolor del pueblo venezolano, miserables son”.

Es verdad, miserables y canallas, eso son, no se puede decir de otra manera. Algunos de esos voceros causan especial indignación, como Capriles Radonsky, que critica al gobierno cuando fue él uno de los principales responsables de las masacres de abril de 2002. Jaua ha sido claro: “La operación que estamos haciendo hoy no es para masacrar a sus familiares, es para preservarles la vida de un pequeño grupo que se ha adueñado del gobierno interno del penal y que cometió una masacre hace pocos días”.

Entretanto, la posibilidad de un importante papel del diálogo en esta situación se sigue acrecentando. Este domingo en la tarde, familiares de internos de El Rodeo I constataron el buen estado de salud de quienes aún permanecen en ese centro penitenciario. La señora Marbella Maldonado, una de las personas que integró la comisión que constató el estado de los reclusos, expresó que “todos están bien. Yo pude ver a mi familiar y está bien de salud. Eso de los muertos que nos dijeron es mentira, la verdad es que todo va a estar bajo control”.

Rosana González, otra de los familiares que pudo entrar al recinto, señaló que pudo hablar con su sobrino, quien le dijo estar en buen estado de salud: “Pude hablar con mi sobrino Leandro González un momentico y todo estaba bien. Me dijo que no había muertos, también pude ver a unos vecinos que se encuentran internos aquí”.

La comisión que ingresó al penal estuvo conformada por tres familiares de los reclusos, la Directora de Derechos Fundamentales del Ministerio Público, María Mercedes Berthé, y efectivos de la Guardia Nacional encabezados por el General de Brigada Antonio Benavides.

Otras instancias del Estado también se han manifestado a favor del diálogo y han hecho llamamientos en ese sentido. La defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, dialogó con los familiares de los privados de libertad y envió un mensaje a los reclusos que aun se resisten para que depongan su actitud y colaboren con la intervención de este penal. “Queremos que por favor se acerquen y podamos nosotros negociar”, dijo la defensora.

Ramírez aseguró que muchos internos mostraron banderas blancas como deseo de paz, sin embargo aclaró que hay un grupo que aún se niega a rendirse: “No le pedimos una rendición ante nosotros sino ante el dolor de sus madres, de sus hijos…Esperamos que en pocas horas el liderazgo que se niega dejar salir a los otros reclusos pueda reflexionar, adquiera la claridad y la posibilidad de conversar con nosotros”.

En el sitio estuvo también la Fiscal General Luisa Ortega Díaz, así como también un sacerdote de la Iglesia Católica, a los fines de facilitar el proceso de negociación y reiterar el llamado al diálogo de parte de las autoridades.

En cuanto a esto último, ese sacerdote no fue llevado allí por quienes acaso han debido hacerlo, esos otros mafiosos que conforman la Conferencia Episcopal Venezolana. Estos, como suele suceder, simplemente sacaron un comunicado de tono opositor que no aporta realmente nada a la solución del impasse, sino que más bien busca crear más zozobra e incertidumbre.

Pero como por obra del propio Dios, el comunicado salió a la luz antes de las más recientes acciones del Gobierno (estaban muy apurados estos adecos con sotanas), y de alguna manera les da la razón a las autoridades, cuando plantean que el Gobierno “ha abandonado completamente su responsabilidad de garantizar la vida y la integridad física de la población procesada y penada, para permitir en su lugar el funcionamiento impune y abierto de bandas y mafias internas que ejercen el control absoluto dentro de las instalaciones de los internados judiciales y penitenciarías, y que además cuenta con armamento, bajo la mirada cómplice de las autoridades del país”.

O sea, que según esta misma monserga, la intervención militar de El Rodeo está plenamente justificada, e igualmente cuando afirman que no es posible que “…el Estado permita que sean las bandas delictivas y las mafias quienes impongan su ley dentro de los recintos penitenciarios; esta es una situación extremadamente grave de cuyas consecuencias las autoridades no pueden sustraerse”. OK, fariseos, ya se les tomó la palabra.

Vienen días interesantes en torno a este caso. La presidenta de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional, Cilia Flores, señaló que propondrá un debate mañana [hoy] en el Parlamento para evaluar la actuación de los parlamentarios de oposición durante los hechos suscitados en El Rodeo. “Si lo que él (William Ojeda) vino fue a manipular, a incitar al odio, si eso constituye delito, lo vamos a evaluar, si hay apología al delito lo vamos a evaluar (…) Si es necesario, vamos a pedir el allanamiento de la inmunidad parlamentaria a este diputado”, aseveró

Ahora bien, debemos reconocer que sigue habiendo situaciones que ameritan una acción más profunda de parte del Estado, alguna de ellas muy graves, que afectan la autoridad moral de nuestro Gobierno en el tema de las cárceles y que deben ser investigadas y resueltas cuando antes, como por ejemplo el espinoso tema del tráfico de armas, donde es evidente que tiene que haber complicidad de algunos funcionarios. A esto se refirieron ayer dos columnistas de Ultimas Noticias, no sin razón.

Una de ellos fue Luz Mely Reyes: “Los reclusos cuentan con un arsenal cuyo ingreso al penal es hasta ahora, de origen desconocido. Nadie responde tampoco cómo y quién les surte las municiones. Una percepción surge: hay una República del Crimen organizado en las prisiones y el Estado luce como uno de sus rehenes”.  

Y también Eleazar Díaz Rangel: “Necesariamente, la pregunta que se hace la ciudadanía es: ¿cómo entraron tantas armas a la prisión de El Rodeo, en Miranda? Porque no se trata de alguna pistolita. Lo que nos mostraron fueron ametralladoras, fusiles, escopetas, pistolas, revólveres, granadas de mano y miles de proyectiles. Porque ingresar ese armamento, solo en la Torre 1, parece imposible sin complicidad interna, que tendrá que ser averiguada apenas el gobierno termine de controlar esa situación”. Estamos completamente de acuerdo con esta apreciación de Díaz Rangel.

Dejaremos para después un comentario más extenso en torno al gran éxito de las marchas convocadas por los “indignados” el día de ayer, y a la cual se plegaron las Comisiones Obreras (CCOO) y otros sectores populares. Las marchas de Madrid, por ejemplo,  fueron convocadas por la Coordinadora de Barrios y Pueblos en Lucha, que avalan las asambleas de barrios fruto del Movimiento 15-M. El capitalismo no caerá mañana, pero sí pasado mañana, pues nos quedan todavía largos años de lucha, y estas demostraciones son un aviso de esperanza.

Se puede decir, parafraseando a Marx, que un fantasma recorre Europa, el fantasma de la indignación.

* Periodista.

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