Venezuela en su laberinto y el complejo internacional

Néstor Francia.*
El fascista JAVU es uno de los grupos emblemáticos de la intervención de Estados Unidos en Venezuela. Está conformado por jóvenes con mentalidad de secta, envenenados con ideas fascistas y preparados desde el Norte para realizar actividades conspirativas. Por eso no es de extrañar la frecuencia con la que participan en la conformación de ollas mediáticas, por medio de engaños  y manipulaciones.

Es el caso que vemos con la supuesta golpiza que recibiera uno de los líderes de ese grupúsculo, Lorent Saleh. Después de la detención de Saleh, un dirigente de otro de estos movimientos minoritarios de la derecha, llamado Generación Libre, Carlos Graffe, “denunció” que Lorent Saleh, su madre y una compañera llevaban más de 19 horas detenidos en la comandancia de la Policía de Barinas y no habían sido atendidos por un médico. Graffe dijo que Saleh podría tener el tabique de la nariz y un pómulo fracturados.

Inmediatamente el parlamentario por el Psuv, Giovanni Peña, desmintió que Saleh haya sido golpeado y aseguró que el verdadero agredido fue el comisario Johnny Pérez. Pero la verdad del asunto se hace patente al ser liberado el pichón nazi, que muy sonriente, con su cara muy lavada, declaró sus necedades a medios de comunicación.

Es evidente que ese sujeto no fue golpeado, no tiene ninguna marca en su rostro que así lo demuestre. Por otra parte, es sintomático que ahora este delincuente juvenil pretenda echar lodo sobre los médicos que lo vieron tras su liberación, al afirmar que el Gobierno los presiona para que alteren el informe médico. La mentira tiene las patas cortas.

La guarida tenebrosa

Por otra parte, la Asamblea Nacional pidió ayer a la Fiscalía que investigue y al gobierno que intervenga a la Policía del municipio Chacao por violaciones de los derechos humanos, con base en un vídeo presentado por la diputada Cilia Flores donde se ve a varios funcionarios golpeando y vejando a unos detenidos.

La oposición ha respondido de inmediato afirmando que los hechos denunciados se produjeron hace años y ya son objeto de investigación del Ministerio Público. El alcalde de Chacao, Emilio Graterón, afirmó que “Esto está en conocimiento de la Fiscalía, del Ministerio de Interior y de la Oficina de Control Policial, no se escondió ninguna responsabilidad”.

Aquí no hay mucho que discutir. Simplemente la Fiscalía debe explicar si son ciertas las afirmaciones de Graterón y sin los implicados han sido sancionados. Si el alcalde miente, entonces hay que actuar con firmeza, incluso contra este funcionario, por encubridor. Pero si lo que dice es verdad, tendríamos que pedir a nuestros diputados mayor seriedad al hacer denuncias, pues se corre el riesgo de que se banalice este tipo de recursos y se pierda credibilidad. La Fiscalía tiene el balón en su cancha.

El "puzzle USA"

A Estados Unidos se le ha enredado un poco el papagayo con el caso de Bin Laden, a medida que se conocen más detalles de la supuesta operación. Ayer un vocero de ese país imperial dijo que su gobierno se abstuvo de informar a Pakistán del operativo con el que eliminó a Osama Bin Laden por temor a que lo alertara.

 Aquí estamos ante una flagrante violación del derecho internacional ¿Es lícito que el gobierno de un país realice una operación armada en territorio de otro, sin que este último tenga conocimiento del hecho y lo haya autorizado? ¿Se puede esperar que ese grupo de apoyo que es el Consejo de Seguridad de la ONU reaccione y condene esta insólita declaración? Por supuesto que no, todos los países que conforman esa instancia, incluidos los que se abstuvieron en la votación que permitió la agresión a Libia, son vergonzosos cómplices en la creación de una nueva situación internacional que de hecho legaliza el intervencionismo, cuando se trata del intervencionismo imperial.

Ya el imperio no guarda ni las formas. Por otra parte, acosado por las sospechas que despierta la falta de pruebas de la presunta muerte de Bin Laden, el director de la CIA, Leon Panetta, dijo que se evalúa publicar la que dijo ser una “atroz” foto de su cadáver, aunque no aseguró que esto se haría. El funcionario confirmó la intervención ilegal de Estados Unidos al afirmar que “Se decidió que cualquier esfuerzo por trabajar con los paquistaníes podría poner en riesgo la misión: ellos podrían alertar a los objetivos”.

El gobierno de Pakistán expresó su preocupación por la operación estadounidense en cercanías de Islamabad, y estimó que este tipo de “acciones unilaterales no autorizadas” no deben repetirse, según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero además, según la Casa Blanca, Bin Laden estaba desarmado cuando supuestamente fue abatido en la vivienda donde se ocultaba. Sobre la foto señalada, el jefe de la CIA declaró que “Seré franco, la publicación de fotos de Osama Bin Laden tras este tiroteo es sensible, y estamos evaluando la necesidad de hacerlo (…) si sirve o no sirve a nuestros intereses, no solamente aquí sino en todo el mundo”.

Toda esta situación profundiza las dudas sobre la veracidad de la operación estadounidense. El sociólogo James Petras consideró que el presunto asesinato de Osama Bin Laden por parte de fuerzas de Estados Unidos como un “esfuerzo de relaciones públicas” y cuestionó la veracidad de esta información por la falta de pruebas que la demuestren: “Nadie, sólo un idiota puede creer estos cuentos…pues no existe ninguna foto y video de este supuesto gran acontecimiento para decir que es autentica la operación de este tipo”.

El sociólogo se preguntó por qué los estadounidenses lanzaron tan rápidamente al mar el cuerpo del líder terrorista y por qué no ofrecieron prueba alguna. Cuestionó el argumento presentado por Wáshington de disponer su “entierro en el mar” en 24 horas por un supuesto respeto a las tradiciones islámicas. “¿Cuándo empezaron a respetar las tradiciones musulmanas?”.

En nuestro análisis del 2 de mayo decíamos que “La muerte de Bin Laden en una operación militar yanqui tiene una importancia secundaria desde el punto de vista puramente político. No va a cambiar la correlación de fuerzas en el mundo, no va a frenar la crisis general del capitalismo, no va a acabar con el estancamiento de las guerras de agresión imperial en Afganistán o en Libia, ni con el levantamiento de los pueblos árabes, no va a impedir que los pueblos del mundo continúen en su denodada lucha por la soberanía y la justicia social”.

Petras nos confirma en esta apreciación, al señalar que  Al Qaeda es una “fuerza menor en los lugares más conflictivos”, como el caso de Afganistán, donde está el Talibán, que describió como una organización “muy distinta” por poseer una estructura de masas, cuadros militares y pensamiento propio “que está actuando con mucha eficiencia contra la ocupación en Afganistán”. Según el sociólogo, “No hay ningún lugar donde Al Qaida sea un factor determinante en las rebeliones contra los países occidentales y sus colaboradores”

De paso, el caso de Bin Laden ha propiciado que la oposición venezolano se ruede un poco más la careta en cuanto a lo que sería la política internacional de un hipotético gobierno de la derecha.

MUD en inglés es barro

El coordinador internacional de la MUD, Ramón José Medina, critica que el gobierno venezolano ataque la política estadounidense pero mantenga la relación comercial con base en el petróleo, por lo que asume que la nación norteamericana se hace la “sorda y no toma en consideración los términos políticos” que utiliza el presidente Chávez. Manifestó que el comunicado de la Cancillería venezolana por la muerte de Osama Bin Laden reconoce sus prácticas terroristas, aunque se mantiene “atacando a Estados Unidos como una política premeditada”.

Es claro que la MUD pretende, de hacerse del gobierno, cambiar radicalmente la posición soberana de Venezuela en el mundo y alinearse sin ambages con las políticas imperiales.

Otra cosa que ha develado la situación con Bin Laden, es el hecho de que los venezolanos prefieren cada vez más las supuestas fuentes “neutrales” para informarse. En un estudio de la empresa ABG, que es la que anuncia normalmente los números de la audiencia de los canales de TV venezolanos, se asienta que de cada 100 de nuestros ciudadanos, para informarse sobre la presunta muerte del líder de Al Qaeda, 52 lo hicieron a través de Venevision, 26 por Televen,  solo 11 por Globovisión y apenas 10 por VTV. Después aparece Tves, hundida en las profundidades: solo uno de cada cien venezolanos optó por esa señal para informarse sobre este importante acontecimiento noticioso.

Es como para reflexionar sobre la calidad del sistema nacional de medios públicos. No basta con ser políticamente correctos. La televisión es un oficio y hay que saber hacerlo.

* Periodista.

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