Venezuela entre bandas que sabotean y delincuentes condecorados
Néstor Francia.*
No puede sorprendernos en absoluto la denuncia hecha por el ministro Rafael Ramírez sobre la existencia de bandas organizadas que han tenido incidencia en las fugas de petróleo del Lago de Maracaibo. Es claro que en Venezuela se está produciendo la acción de saboteadores promovidos y financiados por la oligarquía y por el Imperio.
Quien de nuestro lado dude esto no es más que un redomado ingenuo, o tal vez alguien que ignora la historia de las maniobras imperialistas contra aquellos gobiernos que les son “incómodos”. Un caso emblemático es el de Chile, aunque hay muchos otros, entre ellos unos muy documentados, como los de Cuba y la Nicaragua del primer gobierno sandinista.
En ese contexto, preocupa el nombramiento del nuevo embajador de Estados Unidos en Venezuela, Larry Palmer. Es importante la voz de Eva Golinger, quien opina que el nuevo embajador de Estados Unidos en Caracas ha sido nombrado por su experiencia en desestabilización, y que cumplirá con la tarea de profundizar el trabajo con los grupos políticos que se disfrazan de ONG en el país. Haber sido embajador en Honduras y Ecuador, y haber trabajado en otras embajadas de la región, le da a Palmer una amplia experiencia en la zona:
“Su principal trabajo ha sido con organizaciones y redes sociales, financiándolas y apoyándolas en lo que ellos llaman promover la democracia, que en realidad es una forma de injerencia y subversión”, señala Golinger, y asevera que esa es la estrategia que la potencia norteña ha venido desarrollando aquí. De hecho, agrega, “ahora se encuentra al frente de la Fundación Interamericana, que es un organismo financiero del Departamento de Estado y que se encarga de promover diferentes organizaciones en América Latina”.
Golinger también comentó que, contrario a lo que debería pensarse, Palmer no es un hombre de confianza de Obama, sino más bien “una ficha diplomática de la época de Bush y Reagan”.
El nombramiento de Palmer forma parte de la estrategia yanqui en apoyo a la oposición, de cara al 26-S, pero también para más allá, pues la derecha no se quedará de brazos cruzados ante su casi segura derrota electoral de septiembre.
Una de las grandes virtudes del radicalismo revolucionario de Chávez es que obliga a que se caigan las caretas y pone claramente las cartas sobre la mesa. Ahora los alcaldes de oposición Gerardo Blyde, Emilio Graterón, Myriam Do Nascimento y Ovidio Lozada, acompañados por el concejal del municipio Baruta, Omar Villalba, ofrecieron una rueda de prensa ayer en la que denunciaron la supuesta inconstitucionalidad de la ya aprobada en primera discusión Ley Orgánica de Comunas.
Según esta caterva escuálida, la Ley afecta a los ciudadanos y anunciaron acciones que tomarán para “frenar” lo que consideran como el paso más grave en la conducción del país hacia el comunismo. Es muy bueno que estos reaccionarios se definan claramente como anticomunistas, más aun si lo hacen oponiéndose abiertamente a la participación y el protagonismo popular.
En Venezuela, la lucha política ha sido una gran escuela para el pueblo revolucionario, y lo ayuda a discernir entre sus aliados y sus enemigos. Ese es un valor de la verdad, que en la boca de Chávez tiene su máxima expresión en el país. La verdad de Chávez ayuda grandemente a diluir la hipocresía de la contrarrevolución.
Siguiendo con este tema, paralelamente a la declaración anticomunista de los alcaldes de la derecha, el Consejo Legislativo del Estado Miranda, dominado por el escualidismo, realizó una sesión especial con motivo del Día del Periodista, en la cual concedió la Orden al buen ciudadano a los empresarios Guillermo Zuloaga y Nelson Mezerhane.
Es decir que la derecha, en movidas simultáneas, vocifera su anticomunismo y premia a dos burgueses delincuentes. Muy bien, cada vez se aclara más el guarapo.
* Analista de asuntos políticos.