Venezuela, ¿hacia donde vamos con la educación?

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La actividad educativa en el país debe tomar decisiones de gran importancia. En primer lugar  respecto a la calidad de la instrucción, en términos no sólo de los que se prestan en el orden material, sino en la excelencia misma de la preparación de los docentes y los apoyos que requieren los educadores y los alumnos para que se cumplan los objetivos del proceso pedagógico. Esto es de extrema urgencia.

El segundo elemento a considerar, en una decisión simultánea, es planificar y estructurar el sistema formativo para que responda a las necesidades que tiene la nación. La educación ha seguido impertérrita preparando a las personas para actividades eminentemente disociadas a la realidad de esta nación.

Venezuela necesita producir, requiere de gente con creatividad para crear empresas. Sin embargo las universidades y los institutos de educación superior en general continúan egresando personas que más bien están orientadas a oficios que caben dentro de una colectividad capitalista y el Estado desde hace tiempo no es ya no lo constituye una sociedad que soporta la demanda de una profesionalización rentista. 

Hay que preparar a las personas para actividades que se puedan insertar directa y fácilmente en la labor productiva.

Es menester además que el  sistema y el proceso educativo se instrumenten con varias salidas, en términos de años de estudios, de manera tal que permitan que el egresado, desde diferentes disciplinas, pueda en diversas categorías de preparación y  de profesión encontrar trabajo. 

En esto está involucrado todo lo que tiene que ver con las escuelas técnicas y las de oficios: que formen  para servicios y trabajos de reclamo cotidiano, como electricistas, plomeros, carpinteros, etc., que no requieren demasiado años de instrucción y otorgan una habilidad con la cual pueden ganarse la vida sin renunciar, más adelante, a la oportunidad de iungresar en una segunda fase de formación. 

Entonces, calidad y  diversificación de la enseñanza de acuerdo con las necesidades que tiene el país, orientación del método docente hacia un cambio cualitativo importante, que responda a las necesidades de tener “capital humano” preparado para una sociedad eminentemente productora, constituyen una prioridad  fundamental de cualquier cambio que se introduzca en el procedimiento pedagógico.

Asimismo, se debería  restituir lo que fue hace muchos años el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE) que tenía excelentes dispositivos de prácticas, sobre todo en materia de talleres en todo el territorio nacional, y que como institución formaba  mano de obra y se orientaba hacia la gente joven. 

Un INCE  más amplio de lo que existía en el pasado, actualizado y renovado, es de extrema urgencia en este país para la formación de jóvenes de ambos sexos. Multiplicar el INCE en las regiones fundamentales, especialmente en aquellas que tienen  mayor población y que, evidentemente, ante una renovación de la economía venezolana demandaráb mano de obra calificada

Las cifras que uno obtiene en relación con la población empleada en Venezuela nos  indican que sólo el 20 por ciento de los habitantes en edad de trabajar lo hace en actividades de carácter productivo en el sector formal.  Mas de la mitad,casi, están desempleados  y el resto sumergido en la informalidad para no morirse de hambre.

Y éste es un panorama ante el cual realmente la educación no puede quedarse de brazos cruzados.

Entre los beneficios que esto traerá para la comunidad está el de combatir el ocio, la delincuencia, el vicio y si se quiere hasta las drogas en los grupos juveniles, que no tienen recursos económicos para asistir a planteles educativos que exigen gastos de comida, pasaje, ropa. Es una forma muy práctica de luchar contra  el desempleo, ya que en esos programas podrían adiestrarse en oficios productivos padres de familia, que generaran recursos para la manutención de sus hijos y pareja y es la manera más práctica de poner en funcionamiento el aparato productivo de la economía nacional en el sector industrial y artesanal.

Los cambios dependerán  de las decisiones que se tomen. Pareciera que en estos momentos no se esta haciendo nada de impacto estructural en la economía y en la sociedad venezolana

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