Venezuela: la oposición se desmorona, Colombia prohibe y los non sanctos pastores se movilizan

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Néstor Francia.*

El patético video de Franklin Brito extorsionando al Estado al exigir tres mil millones de bolívares de los viejos para cesar la huelga de hambre es una de esas cosas que decolora cualquier bandera de la oposición.

El recurso de la huelga de hambre, ensayado dos veces seguidas por los “estudiantes” opositores, y terminadas ambas con más penas que gloria, se ha prostituido y Brito le ha puesto la guinda que faltaba a la torta: ¡tres mil millones de bolívares, lo que no podría ganar un obrero en toda una vida de trabajo! ¡Qué inmoralidad, qué desfachatez!

Por ese camino la oposición no hace sino facilitar la victoria revolucionaria en las elecciones parlamentarias, que aun no está cantada, pero que pinta hacia eso, sobre todo en el marco de la nueva ley que rige las elecciones.

Colombia al ataque

El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, solicitó ayer a la comunidad internacional que se prohíba la exhibición de videos elaborados por la guerrilla de las FARC o que hagan apología de este grupo rebelde.

Esta es una muestra de la doble moral neoliberal. Por un lado se desgarran las vestiduras hablando de “libertad de expresión”, por el otro apelan a la censura y a la imposición.

Todo el mundo sabe que esa prohibición no es posible, pero el uribismo lo que quiere es hacer bulla mediática para esconder su fracaso en la intención de acabar con la veterana guerrilla colombiana, que sigue viva y coleando, a pesar de sus errores políticos y de algunas derrotas militares.

El cura del diablo

Por cierto, la naftalina donde se conservan las momias de la Conferencia Episcopal Venezolana cada vez hiede peor. Ahora se cuadran con las posiciones del imperio y de la oligarquía colombiana al calificar de inadmisible la supuesta presencia y acción de grupos irregulares que operan, según esta caterva de curas reaccionarios, “impunemente” en las fronteras.

Todo el discurso de ese político cobardón que se esconde detrás de una sotana, y que se llama Ubaldo Santana, está plagado de los temas y matrices que viene manejando la oposición venezolana. Ladinamente, este santón de mala muerte afirma que “Los factores de la Iglesia Católica no somos ni opositores ni oficialistas, sólo queremos ejercer nuestra misión de ser guías y voceros”.

Esto se parece al cuento del hombre que, pretendiendo despistar, clava un cartel en la tierra que reza “aquí no está escondido un tesoro”. El fondo de sus intenciones se ve claramente cuando declara que es necesario “reinstitucionalizar” la nación, es decir, acabar con el proceso constituyente y reconstruir la IV república.

Hay que asumirlo: los curas de la derecha van a estar muy activos, tratando de apoyar a sus líderes políticos de cara a las elecciones parlamentarias.

* Analista de asuntos políticos.
 

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