Venezuela: la sobreexposición del presidente Chávez

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Néstor Francia.*

El resultado electoral en Colombia demuestra que todos hemos sido engañados por una inmensa patraña mediática. Tal como afirmó Piedad Córdoba en su Twitter, El establecimiento creó un candidato como Mockus para legitimar elecciones. Muchos sabemos que fue ficticio y mediático su crecimiento. Al margen de que haya habido algún nivel de fraude electoral, el resultado pronostica una victoria de Santos en segunda vuelta. A ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo.

En la presentación de la película South of the Border (Al Sur de la frontera), el cineasta Oliver Stone dijo verdades que son como una catedral. Una de ellas ha sido tema nuestro en varios análisis y artículos: la sobreexposición mediática del presidente Chávez. Stone afirmó que “Él no debería estar en televisión todo el tiempo, lo digo como director (…) Es un soldado que habla desde el corazón, muchas veces sin pensar demasiado lo que va a decir”.

Ha sido muy estudiado en los ámbitos de la publicidad y las comunicaciones el tema de la sobreexposición mediática de productos, ideas, personajes. Lo principal que genera es cierta banalización, en el sentido de lo que sobreexpuesto se convierte en parte del paisaje y pierde poder atencional. Como un cerro frente a la casa, que de tanto verlo ya no lo veo. Otro peligro es la saturación, el cansancio. Como desayunar lo mismo cada día, el sabor termina fatigándote. Claro, lo que pasa es que ante la ausencia de políticas comunicacionales eficientes y de otras vocerías con su misma fuerza, Chávez no tiene más remedio que echarse todo el muerto encima.

¿Tiene esto remedio? Claro que sí. En primer lugar, tenemos que asumir a plenitud que la batalla política contemporánea se libra fundamentalmente al nivel comunicacional (y no solo mediático). De manera que lo comunicacional, sobre todo en casos como el de Venezuela, debe asumirse como un asunto de Estado, que sobrepasa las limitaciones de un ministerio.

Hacen falta varias cosas: una especie de comisión presidencial de comunicaciones, que con estrategias debatidas y claras, diseñe tácticas flexibles, capaces de abordar el día a día de manera ágil y combativa; dicha comisión no puede estar consultando a Chávez diariamente, sino periódicamente, de manera que el presidente apruebe líneas gruesas, de resto debería correr el riesgo de equivocarse eventualmente, al fin y al cabo es mejor errar que actuar como morrocoy con sueño; movilización general y permanente del partido, y de los frentes sociales, para contribuir con las comunicaciones callejeras y populares con mayor incidencia y frecuencia; aplicar las tres erres en los canales, emisoras e impresos públicos para tratar de superar cierto estancamiento temático y estilístico de los mismos que hace que no crezcan las audiencias; conformar equipos tipo comando de respuesta rápida, que actúen en los casos de batallas mediáticas extraordinarias.

En fin, podría haber otras y mejores ideas, pero lo cierto es que necesitamos un sacudón en el terreno de las comunicaciones de la Revolución. Si esto se lograse, podría reservarse Chávez solo para los grandes temas (ejemplos: bases militares en Colombia, emergencia eléctrica, sabotaje económico, campañas internacionales contra Venezuela), y evitar hablar en cada inauguración de cada cosa, en cada acto partidista u oficial, de cada tema por más secundario que sea. Stone lo ha dicho como director, nosotros lo respaldamos como comunicadores.

Por otra parte, el cineasta norteamericano comparte con nosotros la admiración por este gran líder: “El tipo es un toro. Lo admiro porque imagino que es un soldado, un soldado de corazón”. También conoce bien lo que ocurre al nivel mediático: “En EEUU (Chávez) es demonizado, es visto como un monstruo, una pesadilla y por eso presentamos una visión distinta a la que no tienen acceso los estadounidenses”.

Por supuesto, no podían faltar los periodistas escuálidos con sus argumentos de mandaderos. Le preguntaron a Stone por qué no incluyó voces “opositoras” en el documental que tildaron de “parcial”. La respuesta no tuvo desperdicio: “No veo por qué tendríamos que mostrar más antichavismo en la película, cuando los medios norteamericanos no hablan de otra cosa”. Sustituya el lector “norteamericanos” por “venezolanos” y terminará siendo la misma cosa.

Lula: son las bombas, no los acuerdos

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, dijo el viernes que son las armas nucleares y no los acuerdos con Irán lo que hace al mundo “más peligroso”, en una dura respuesta a afirmaciones de la secretaria de Estado estadounidense, Hilary Clinton, un día antes.

Dijo Lula, en un discurso ante representantes de 119 países en el III Foro de las Civilizaciones en Rio de Janeiro, que “La existencia de armas de destrucción masiva es lo que hace al mundo más peligroso”. Lula respondió así a fuertes cuestionamientos lanzados por Clinton el jueves en relación a la firma del acuerdo tripartito de enriquecimiento de uranio con Irán por parte de Turquía y Brasil.

La secretaria de Estado gringa señaló: “Pensamos que hacer ganar tiempo a Irán, permitir a Irán que ignore la unidad internacional que existe sobre su programa nuclear, hace al mundo más peligroso y no menos peligroso”.

Por su parte, el presidente boliviano Evo Morales salió en defensa de Lula da Silva y consideró el sábado que las autoridades de Estados Unidos “no tienen autoridad moral” para cuestionar un acuerdo de enriquecimiento de uranio con Irán por parte de Turquía y Brasil. “Quienes ponen en peligro al mundo son quienes llevan militares a acabar con vidas en otros continentes, en otros países, los que ponen en peligro al mundo son las bases militares de Estados Unidos”, dijo Evo en rueda de prensa.

¡Qué buena se pone la cosa en el mundo, con las naciones y los pueblos alzados contra el imperio y las grandes potencias, y empeñados en instaurar el multilateralismo y combatir las políticas salvajes del capitalismo que solo generan hambre, exclusión, guerras, crisis, injusticia!

Entre tanto, nosotros seguimos avanzando como parte importante de ese cambio que está en pleno desarrollo. La Asamblea Nacional prevé redactar en el corto plazo una ley que regule el sistema de salud privado, incluyendo temas como los servicios médicos, honorarios profesionales y el esquema de hotelería de las clínicas, indicó este viernes el diputado Tirso Silva, integrante de la Subcomisión Especial del Parlamento para el Control de Centros de Salud Privados. Indicó que tras la reciente aprobación de la Ley de la Actividad Aseguradora “entraremos en la regulación del sistema privado de salud (…) Nos corresponde ahora las clínicas”.

Apuntó que ya existe un papel de trabajo en ese sentido y que llamarán a los médicos con el fin de que participen y aporten ideas para el debate. Sostuvo que este instrumento legal es una necesidad, pues “La profesión médica es de abnegación, de elevación. Nuestros colegas (médicos) deben entenderlo. No vamos a avasallar el sistema privado de salud, ya que no está planteado eliminarlo sino que puede coexistir con nosotros, aunque en otros términos. Estamos en un proceso de cambio, revolucionario, lo que implica adaptarse a nuevas realidades”.

En ese mismo sentido, sería bueno que los escuálidos y los cagatintas de la canalla mediática se leyeran las conclusiones del informe titulado La Hora de la Igualdad. Brechas por cerrar, caminos por abrir, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que fue presentado ayer en la apertura de su 33 período de sesiones, que se celebra en Brasilia hasta el próximo martes.

El documento, que la CEPAL define como una “nueva hoja de ruta para la región”, sostiene que “a pesar de los avances alcanzados en materia económica y social en los últimos años”, América Latina aún presenta “la peor distribución del ingreso del mundo”, con “niveles importantes de pobreza y una fuerte heterogeneidad productiva”.

Asimismo, persisten en la región “el deterioro en el mundo del trabajo y la segmentación de la protección social”, un escenario que se completa con desafíos sociales “de largo plazo”, entre los que se citan “la discriminación étnica y de género, la vulnerabilidad frente al cambio climático y la transición demográfica".

Según la CEPAL, la “igualdad social y el dinamismo económico no están reñidos entre sí”, por lo que los Gobiernos deben “repensar” el modelo de desarrollo a fin de “crecer para igualar e igualar para crecer”, pues “igualdad, crecimiento económico y sostenibilidad ambiental tienen que ir de la mano”

La “hoja de ruta” ofrecida por el organismo plantea, en sus 289 páginas, seis grandes ejes: políticas macroeconómicas dirigidas al desarrollo inclusivo, convergencia productiva con igualdad, más y mejor empleo, convergencia territorial, cierre de las brechas sociales y pacto fiscal. En relación a esto último, propone el pacto fiscal como clave y afirma que es necesario para dotar al Estado de mayor capacidad para redistribuir recursos y promover la igualdad. El documento sostiene que “la tributación es clave para otorgar a los Estados la capacidad de financiar políticas orientadas a disminuir las brechas sociales”.

La CEPAL apunta que se trata de construir un Estado del bienestar y “no un Estado subsidiario”, que avance hacia “una nueva estructura tributaria y hacia un sistema de transferencias que privilegie la solidaridad social”. Según la CEPAL, es necesaria una “nueva ecuación” entre el Estado, el mercado y la sociedad, a fin de “alcanzar un desarrollo con empleos de calidad, cohesión social y sostenibilidad ambiental”.

Muy importante: cuando se refiere a la convergencia productiva, la CEPAL pide un especial apoyo al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, y sobre todo dirigido a mejorar su competitividad, a fin de facilitar su inserción en un mundo globalizado.

Como ejemplo de la situación, el documento dice que, actualmente, “mientras la productividad de una microempresa en Chile equivale al 3% de la de una gran empresa, en Francia llega al 71%”. Como vemos, nuestro gobierno hace rato que está poniendo sobre el tapete estas recomendaciones, mientras la oligarquía, la canalla mediática y la oposición derechista predican en sentido contrario.

*  Analista de asuntos políticos.

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