Venezuela: una Corneta cultural
Alejandro Tesa
Todo el mundo puede leer, oír –u oír y ver en TV– que el gobierno bolivariano ha hecho –o pretende hacer– del país tábula rasa para imponer un populismo picaresco que llama socialismo del siglo XXI. Algunos viajeros manifiestan dudas de que sea así; pero –claro– quizá pertenecen a esas camadas de intelectuales –y ya lo dijo un militar argentino: la duda es la jactancia de los intelectuales.
¿Por qué absurda razón, entonces, hizo su fiesta un nuevo medio de información para la cultura en Caracas?
No. No fue el encuentro del 11 de diciembre en el Café Rafajatbla, con circo y todo, el lanzamiento de Corneta –semanario cultural de Caracas–; la revista lleva editados 23 números en seis meses "en el aire" y puede leerse en la red (www.corneta.org). Como prueba de las pretensiones dictatoriales que derrama el gobierno, Corneta tiene una particularidad: redacción, diseño, contenido y hasta logística, es por autogestión del colectivo.
A modo de maestro de ceremonia pluripersonal, ancla y "enganche" del acto se presentó el Circo Vulkano, integrado por "performers" de disciplinas diferentes que invitan a una propuesta que denominan mestiza por la fusión entre diversas expresiones de la música pop, como rock, cumbia, hip-hp, reggae, jazz, etc…, el arte propiamente circense, elementos teatrales, de danza y otros.
"Este año el semanario existe en versión digital –señala su portavoz Ramón Pimentel–, y para 2009 habrá una versión impresa" que se distribuirá en el área metropolitana.
Respetando la tradición de las artes gráficas, la portada e interior de la revista recuerdan a sus similares en papel …y allí acaba la semejanza. Las páginas de Corneta están diseñadas, desde luego, para leerse, pero también para goce y sopresa de la mirada según lo mandan estos tiempos de internet.
Una pruba de la implacabilidad del chavismo y su tenaza cultural es que no capta mayor esfuerzo por loar al gobierno, ¡mala suerte para el culto a la personalidad!; en cambio sí se da espacio, y en portada, a quienes crean –o producen– arte. No sólo a artistas conocidos, también a desconocidos o emergentes.
Música, cine, teatro y otras artes escénicas, pintura y artes visuales, literatura y respeto por el patrimonio conforman una agenda en absoluto apretada. Y, sorry!, no vimos en el número revisado muchachas más o menos desnudas que ofrecieran encantos al caraqueño ni al visitante en "boites", "ubs", bares y otros sitios de esos que llama de diversión la prensa seria del continente. Una particularidad notable son los mapas que facilitan llegar a cada lugar.
Reseñas y comentarios críticos; ensayos y otros textos breves que proporcionan material para reflexionar sobre una variedad de asuntos sociales y sobre arte y cultura, y una selección de temas sobre actualidad fijan el formato de este instrumento cultural que ojalá no se lleve el viento.
Dice Pimentel: "En Caracas existe una producción enorme de experimentos culturales, pero (aquellos) que suceden en un municipio se desconocen en otras partes de la ciudad. Creemos que una profusa información cultural que cubra toda Caracas permitirá el resurgimiento de una nueva identidad y una nueva visión urbana más humanista".