Venezuela, una guerra civil «aún en las sombras»

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Néstor Francia.*

Estados Unidos: otra vez balazos como argumentos políticos —acaso José Miguel Insulza (que sibilinamente apoyó el golpe en Honduras) los quiera también en Venezuela, mientras El Nacional manipula sus sueños de intervención extranjera en el país. El gobierno respondió fuerte y claro a las provocaciones, aquí y fuera del país: los resp`sonsables del incendio del INTI en el Zuilia serán encontrados.

En nuestro análisis del viernes destacamos como asunto principal del día varias declaraciones de funcionarios y voceros gringos contra Venezuela donde hacían particular mención a la Carta Democrática Interamericana de la OEA. Allí señalamos: “Las referencias a dicha Carta se hacen cada vez más insistentes, en un claro intento de promover la intervención en Venezuela de organismos internacionales para favorecer los intereses imperiales”.

Pues bien, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza “no aguantó dos pedidas”, como se dice vulgarmente, y más rápido que enseguida complació a las voces del imperio, con sus declaraciones sobre la Ley Habilitante y sus alusiones a la fulana Carta que ya todos conocen, pero que de todas formas es bueno recordar: “No me parece que esté ni dentro del espíritu ni en la letra de nuestra Carta Democrática el que un Congreso que se va pueda atarle las manos al Congreso que llega. Yo no creo que eso se puede hacer”. Este es el mismo sujeto que apoyó ladina y taimadamente, apelando a eufemismos y medias tintas,  las políticas imperiales para legitimar el golpe de Estado en Honduras.

Por supuesto, nuestro Gobierno y nuestro partido han puesto al cipayo en su lugar. El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, lamentó  “el triste papel” de José Miguel Insulza en la Secretaría del ente multilateral, quien ha utilizado su posición para “convertirse en una suerte de capitán general del imperio en América Latina”. Para Chaderton, Insulza está “actuando de manera concertada y bajo las insuperables presiones generadas en Wáshington”. Nuestro recién estrenado diputado al Parlatino afirmó no sentirse sorprendido por la coincidencia de Insulza con Valenzuela:

“Él es muy sensible a las influencias de Washington”, y deploró que el secretario general “haya asumido el papel de una entidad soberana adicional y por encima de los Estados que lo elegimos para que cumpliese una función de representante…le ha dado un ataque, un arrebato y necesita rápidamente un pronunciamiento de la organización de la cual es empleado para favorecer sus propios proyectos y atender a las presiones insufribles o irresistibles del Imperio y de estas organizaciones y tanques pensantes de los Estados Unidos…

"El señor Insulza es un metiche por encargo que ha decidido hacer de Venezuela un caso particular”.

Por cierto, el diario El Nacional, lanzando al vuelo sus sueños de intervención extranjera en Venezuela, público el sábado, como titular principal de primera plana, que “Consejo de la OEA debatirá sobre violación de Carta Democrática”, convirtiendo en un hecho lo que no fue más que una elucubración de Insulza. Como se sabe, para que se reúna el Consejo Permanente de la organización, es necesario que lo solicite un país miembro. Claro, no se puede descartar que lo haga Estados Unidos, aunque el imperio lo pensaría dos veces, porque no le conviene arriesgarse a una derrota política, ya que como dijimos igualmente en nuestro análisis del viernes:

“Esta intención parece chocar por ahora con la composición de la OEA, donde la mayoría de los países mantienen buenas relaciones y distintos acuerdos con Venezuela, incluso algunos son aliados firmes, como los países que conforman la ALBA”

Por otra parte, en referencia al anuncio que hiciera Insulza sobre su próxima reunión con los diputados de la derecha venezolana, Chaderton indicó que le daba “mucha tristeza ver a políticos que en su incapacidad para satisfacer sus ambiciones en casa tienen que recurrir a la ayuda foránea para fortalecerse e ir a Washington, cuna de tantas guerras e intervenciones…

"Él (Insulza) atiende más las solicitudes, expresiones y planteamientos de la oposición venezolana que a los representantes del Gobierno. Pero, además, no estamos hablando de cualquier oposición, estamos hablando de una oposición desestabilizadora”.

El incendio intencional ocurrido en las oficinas del INTI en Santa Bárbara del Zulia confirma los planes de ciertos sectores opositores de forzar la radicalización total de la confrontación en Venezuela y tratar de generar el caos antes de las elecciones de 2012. Sobre este hecho, el presidente Chávez fue muy claro y advirtió que “si creen los fascistas que nos van a intimidar no nos conocen, van a ver ustedes… A la carga, no descansaremos hasta dar con esos terroristas”.

La derecha más radical, mientras apoya la acción parlamentaria de sus congéneres de la MUD, presiona para que esta asuma enteramente la agenda conspiradora. Mientras Carlos Blanco en su columna de ayer llama a poner la calle sobre el Parlamento, Osvaldo Alvarez Paz se lanza por todo el medio, en un artículo titulado sugestivamente “Llegó la dictadura”: 

“Presenciamos el desarrollo de una verdadera guerra civil, aún en las sombras, pero todas las alternativas posibles, bajo este régimen, conducen a un desenlace producto de una confrontación terrible que ya empezó a los efectos del gobierno, aunque en el lado no oficialista no exista todavía disposición plena para organizar la resistencia activa que impida la tragedia.

"Es oportuno recordar, una vez más, que la única guerra imposible de ganar es la que no se libra y que tan criminal es quien promueve una guerra innecesaria como quien la evita cuando es indispensable librarla… Todos conocemos la verdadera naturaleza del problema. No es electoral, sino existencial”. En realidad, las contradicciones entre estos sectores de oposición son de orden táctico, aunque la estrategia es la misma: salir de Chávez por cualquier medio. Solo que la oposición parlamentaria está jugando con dos cartas en la mano, la electoral y la golpista, mientras que los más radicales opinan que hay que olvidarse del 2012 y acelerar la vía inconstitucional.

El atentado de Arizona donde fue abaleada la congresista Gabrielle Giffords,  es un ejemplo de cómo la acción mediática y las incitaciones de la ultraderecha pueden generar violencia. Por supuesto, parece  claro que el ejecutor de los disparos es un enfermo mental, aunque sin duda envenenado por la prédica fascista y racista del extremismo de derecha.

En el verano de 2010, el contrincante republicano de Gabrielle Giffords a las elecciones parlamentarias, Jesse Kelly, convocó a un mitin proselitista para su campaña por el escaño al Congreso con un mensaje en el que pedía sacar del puesto a la demócrata con “una M16 automática”.

“Demos en el blanco para la victoria en noviembre. Ayuda a sacar a Gabrielle Giffords del cargo. Dispara el cargador completo de una M16 automático con Jesse Kelly”, escribió el ex marine del partido republicano, quien perdió frente a Giffords en las elecciones parlamentarias de 2010. Por otra parte, Giffords fue incluida por la ultraderechista Sarah Palin en una gráfica en la que se mostraba como “blanco” a los demócratas que votaron por la reforma a la ley de salud.

“Veinte demócratas de la Cámara del distrito votaron por el proyecto de ley de salud. Es el momento de adoptar una postura”, rezaba el afiche que tenía Palin en su página web y que retiró horas después del atentado contra Giffords. El padre de la congresista herida, Spencer Giffords, señaló que los enemigos de su hija eran los miembros del grupo ultraconservador Tea Party (del que Palin es prominente miembro), afín al Partido Republicano.

Al ser preguntado si tenía enemigos cuando se dirigía al hospital donde fue ingresada su hija, Spencer Giffords respondió “Sí, el Tea Party entero”. En marzo de 2010, las oficinas de la congresista demócrata fueron vandalizadas poco después de haber emitido un voto a favor de la reforma a la Ley de Salud de Estados Unidos, duramente criticada por los republicanos, quienes consideraron el cambio en la legislación como “socialista” ¿Quién abaleó, entonces, a Gabrielle Giffords?

En sus “Líneas…” de este domingo, el presidente Chávez dio un espaldarazo a quienes hacemos el esfuerzo cotidiano por interpretar la realidad y contribuir modestamente a esclarecerla. Chávez afirmo que “Debemos hacer un gran esfuerzo para poder leer correctamente y así hacer la mejor interpretación posible de los acontecimientos del día a día, sin dejarnos llevar por arrebatos a veces irracionales”.

* Analista de asuntos políticos.
 

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