Veterano de “Irán-Contra” sirve a Israel en contrabando de armas para dividir Somalia
Ernesto Carmona.*
El coronel jubilado de la Fuerza Aérea de EEUU Joseph O’Toole, de 79 años, fue acusado por una corte federal de Miami de conspirar con un ingeniero de la aeronáutica israelí para exportar ilegalmente a Somalia 2.000 fusiles AK-47, violando un embargo impuesto por Naciones Unidas. El mismo O’Toole fue procesado hace dos décadas en el escándalo “Irán-Contra” del gobierno de Ronald Reagan.
Esta noticia sobre los afanes israelíes por desmembrar Somalia fue rescatada de la censura mediática internacional por Laura Rozen, del periódico digital www.Politico.com, y validada como “noticia real” por el sociólogo Peter Phillips, co-director del Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State, de California.
En 1989, el “consultor de aviación” Joseph O’Toole, de Santa Ana, California, fue acusado de conspirar para hacer negocios con el gobierno de Teherán, en compañía de un tal Richard St. Francis, residente de Connecticut, y un polémico socio llamado Ari Ben-Menashe, quien se proclamaba agente del Mossad. El trío intentó vender armas a Irán, incluidos 3 aviones estadounidenses de transporte C-130, pero los cargos contra O’Toole quedaron en nada en 1991, tras la primera guerra del Golfo. Ben-Menashe abandonó Israel y ahora vive en Canadá, donde se reivindica como “consejero secreto” del otrora primer ministro Yitzhak Shamir.
Laura Rozen publicó en Politico.com que el 28 de junio de 2010 fue abierta, en Claremont, California, una acusación contra O’Toole, que esta vez aparece asociado al empresario israelita Hanoch Miller, de 53 años, ex ejecutivo de Radom Aviation Systems, una firma de Israel proveedora de armamento. Miller fue arrestado en Miami el 18 de junio y desde el día 21 se encuentra procesado en esa ciudad, en tanto O’Toole fue enjuiciado una semana después en California.
Al simular una venta a la República del Chad utilizando falsos certificados de usuario final, Miller y O’Toole violaron las leyes de control de exportación de EEUU, pues Somalia está sometida a un embargo de armas de Naciones Unidas. Pero un empleado del servicio de transporte que los ayudó a despachar la carga, resultó ser un informante del Servicio de Aduana e Inmigración de EEUU (ICE, por su sigla en inglés).
Miller y O’Toole fueron acusados de conspirar desde comienzos de abril de 2010 para obtener y transportar hasta 2.000 fusiles Kalashnikovs AK-47 desde Bosnia a Banderal, ciudad que se encontraría en el norte de Somalia, en el sector disidente que desde 1991 se hace llamar Somalilandia. La desamparada nación africana lleva tres décadas sin gobierno, mientras los países industrializados y sus aliados como Egipto depredan los mares mediante pesca ilegal no controlada, a la vez que convierten las costas en un gigantesco basurero químico-nuclear.
Barak Ravid y Yossi Melman, del periódico israelí Haaretz, afirmaron que la acusación contra Miller y O’Toole incluye lavado de dinero y que por lo menos un envío de armas fue hecho desde Panamá, con documentación fraudulenta que identifica a la República del Chad como supuesto “usuario final” en papeles firmados por el ministro de defensa de esa nación.
Miller es un ingeniero aeroespacial que prestó servicios en una unidad de diseño de aviones de la Fuerza Aérea de Israel, dejó las filas con rango de comandante y luego trabajó en Industrias Aeronáuticas de Israel (IAI). Más tarde, con dos socios puso en marcha Sistemas de Aviación Radom, que se ocupó de mejorar las aeronaves y desarrollar la aviónica. La empresa trabajó con licencias emitidas por el ministerio de Defensa y a veces operaba como subcontratista de IAI.
Haaretz afirmó también que Miller estuvo involucrado en un contrato de Radom con la República del Chad por 10 millones de dólares, que consistió en repotenciar los helicópteros soviéticos Mi-17, así como los aviones suizos a hélice Pilatus, fabricados para adiestramiento pero empleados en el combate a los rebeldes de ese país. Como precio por su salida de este lío, Miller debió ceder Radom a las fuerzas armadas israelíes y hace tres años estableció, en Yehud, Israel, otra empresa independiente especializada en guerra electrónica y equipos de visión nocturna, pero ahora aparece implicado en contrabando de armas de fuego, indicó el diario israelí.
Pormenores de la operación
La acusación señala que “el 15 de abril de 2010, O’Toole envió un email al informante confidencial del Servicio de Aduana e Inmigración (en lo sucesivo CI) preguntándole si tenía disponibilidad de aviones Antonov 12, o de una línea similar, para dos vuelos chárter ida y vuelta desde Bosnia a África, transportando una carga de 12 toneladas en cada viaje, aterrizando en África ‘para descargar equipos’ y regresar a Bosnia para un segundo viaje”.
“El 21 de abril de 2010, O’Toole envió un email a CI participándole que la carga consistiría en AK-47s encajonados, con un peso de 6 a 7,6 toneladas, y que CI podría elegir el uso de aviones AN26 o AN12 desde Tuzla, Bosnia, a Banderal, Somalia septentrional, y que el pago sería efectuado antes de la salida por transferencia bancaria o efectivo”, indica la acusación. Ese mismo día O’Toole envió otro email a CI diciéndole que si el primer vuelo resultaba bien, habría carga para otros cien viajes.
“El 28 de abril de 2010, O’Toole envió un email al CI, y también añadió una copia del mensaje para Hanoch Miller, indicando que éste era el comprador en Israel, quien ya había aceptado el precio –por lo menos verbalmente–, firmaría el contrato y le pagaría a CI, pero esperaba que el primer vuelo se hiciera cuanto antes”.
El Servicio de Aduana e Inmigración de EEUU no impidió el contrabando, sino que esperó con paciencia que se consumara el delito, para armar el caso, y que Miller apareciera en territorio estadounidense a fin de arrestarlo, como ocurrió el 18 de junio. La acusación demostró ante el tribunal que el 15 de junio de 2010 Miller giró 116.000 dólares desde un banco israelí a una sucursal Wells Fargo del condado Broward, en Florida, para el pago de las armas, el transporte aéreo y una comisión de 2.000 dólares para O’Toole. Repetida 100 veces, esta operación habría involucrado 11,6 millones de dólares.
El caso contra Miller y O’Toole fue conducido por el abogado Wifredo Ferrer, de la Fiscalía de EEUU para el distrito sur de la Florida , quien actuó con Michael Walleisa como abogado auxiliar. El periódico Politico.com contactó a la esposa de O’Toole, en su hogar de Claremont, California, para inquirir más detalles sobre la situación de su marido, pero la mujer prefirió no hacer comentarios.
Geopolítica sionista
Los intereses geopolíticos de Israel tienen la mirada fija en la estratégica ubicación del norte disidente de Somalia, en las fronteras del golfo de Adén, las rutas marítimas del Océano Índico de Irán, Arabia Saudita, Yemen y a través del Mar Rojo. Israel exhibe, además, gran interés en los países del llamado Cuerno de África y el Mossad mantiene vínculos secretos en varios países de la región. El sionismo justifica su interés geopolítico en ese territorio con la cantinela de “la presencia cada vez mayor de fundamentalistas islámicos” y “porque se utiliza en el tránsito de armas destinadas a Hamas, así como en el entrenamiento de terroristas”, según Haaretz.
El gobierno de Israel podría estar involucrado desde la sombra en armar a los separatistas de Somalia, aunque naturalmente sus autoridades lo niegan. Haaretz reportó que por lo menos siete traficantes israelitas están en cárceles de Estados Unidos, Rusia, Francia y Gran Bretaña, acusados de contrabando de armas, falsificación, soborno, lavado de dinero y violación de embargos del Consejo de Seguridad de la ONU. El diario admitió que estas noticias se eluden u olvidan rápidamente para no perjudicar la imagen de Israel, “o lo que quede de ella”, escribió Yossi Melman.
Los siete presos tienen bastantes rasgos comunes: más de 50 y 60 años de edad y fortunas hechas en el tráfico internacional de armas o en la exportación de servicios y equipamiento de seguridad de Israel. Todos sirvieron en las fuerzas armadas de su país, donde alcanzaron jerarquías de capitán a teniente coronel, y se convirtieron en caras conocidas en los pasillos del ministerio de Defensa.
Shimon Naor-Hershkowitz fue detenido en Francia y aparentemente será extraditado a Rumania, donde serviría una pena de 11 años. Lo condenaron por forjar documentos (certificados de usuario final) utilizados para comprar armas rumanas aparentemente destinadas a Togo, pero que en realidad fueron enviadas a rebeldes de Angola.
Yair Klein, de 70 años, lleva más de un año en una cárcel rusa, arrestado a pedido de Colombia, que lo reclama por haber entrenado a escoltas de los barones de la droga. Según el diario Haaretz, se trata de “un ‘mercenario’ de la clase más fea”. Antes estuvo encarcelado en Sierra Leona.
Gidon Sarig, de 58 años, fue condenado a siete años en el Reino Unido de Gran Bretaña por vender armas y equipos de combate a partidos de Venezuela, Perú, Senegal, Nigeria, Gabón y, sobre todo, Sri Lanka.
Ofer Pazaf, de 50 años, presidente de Kfar Sava, una compañía intermediaria que representa a consultores de seguridad e industrias de defensa, fue arrestado en Las Vegas, en enero, junto a otros dos israelíes que han vivido por varios años en EEUU: Yohanan Cohen, 47, gerente de una compañía de San Francisco que fabrica equipos de seguridad, y Haim Gary, 50, presidente de una compañía de Miami que opera como intermediaria de empresas de defensa. Estos tres, junto a otros 20 estadounidenses y de otras nacionalidades, fueron arrestados por agentes del FBI que actuaron como representantes del ministro de defensa de un país africano y fingieron interés en comprar armas a cambio de un soborno o “comisión”.
Y el último israelí tras las rejas es Hanoch Miller, el socio de Joseph O’Toole en la venta de Kalashnikovs al fantasmagórico “gobierno” de Somalilandia, la región separatista del norte de Somalia. Si estas armas se compraban en EEUU, se despachaban a Panamá y Bosnia, y de allí se reembarcaban al África, ¿cuál era el verdadero rol del israelita Miller y quién lo financiaba?
Israel necesita guardar las apariencias que exigen la comunidad internacional y las normas de la OCDE , la organización de cooperación de los países ricos “y civilizados” a la que acaba de ingresar. Israel podría estar cocinando las castañas más cerca del fuego…y sin quemarse, “con la mano del gato” de emprendedores “independientes”, como los siete sujetos en cárceles de cuatro países.
Fuentes:
–Ver aquí
–Ver aquí
–Ver aquí
–Ver aquí
Ver Kalashnikovs for all.
* Periodista.