Vía libre para el túnel trasandino entre Argentina y Chile
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El proyecto encabezado por la empresa argentina Corporación América para la construcción de un túnel de baja altura en la cordillera de los Andes para unir Argentina y Chile está más cerca de concretarse. La presidenta Cristina Fernández firmó ayer el decreto que declara la propuesta de "interés público", tras idéntico trámite realizado por su par chilena, Michele Bachelet, el 14 de agosto, y abrió la puerta para el llamado a la licitación internacional.
Se trata de la construcción de un túnel ferroviario de baja altura, de carga y pasajeros, con la característica de que los camiones van a ser embarcados en vagones especiales a este efecto para la travesía subterránea, del mismo modo que en el Eurotúnel, que une a Inglaterra con el continente europeo.
El proyecto Corredor Bioceánico Central es impulsado por la Corporación América, de Argentina, y el grupo brasileño Camargo Correa, a lo que el gobierno de Santiago espera poder incorporar algún grupo chileno. La propuesta se encuadra dentro de la iniciativa privada, prevé un costo de alrededor de 3.000 millones de dólares, y una vez iniciadas las obras, un plazo de entre 5 y 6 años de construcción.
Se abre ahora una instancia de estudios técnicos a cargo de las empresas, y luego los gobiernos Buenos Aires y Santiago deben estudiar la forma que tendrá el llamado a licitación pública.
"Los argentinos hemos vuelto a pensar que somos capaces de hacer este tipo de obras, con trascendencia. Esta es una de ellas", dijo Cristina Fernández al anunciar la medida en la capital alrgentina.
La iniciativa presentada prevé la construcción de un túnel a 2.500 metros de altura de entre 43 y 45 kilómetros de extensión, que va a unir las ciudades de Puente del Inca (Mendoza) y Juncal (Chile), y permitirá que los actuales 5 millones de toneladas que se transportan entre ambos países se amplíen progresivamente hasta llegar a 50 millones.
Las obras incluyen la utilización de vías de trocha ancha entre Buenos Aires y Valparaíso; la electrificación del ramal y la construcción de una represa del lado argentino para la provisión de energía eléctica.