Viene atravesada por cartas-cloaca la primavera chilena

Lagos Nilsson

Son gente curiosa los chilenos. Parece que pensaran y actúan por instinto y pálpito; parecen intuitivos y obran tras honda meditación. Cuando se equivocan son los demás los que no entienden y cuando tienen razón a menudo no saben qué hacer. Además, como el hijo de "Mamo" Conrtreras, escriben cartas que son trapos inmundos arrojados a la cara de viejos soldados amigos.

Circula desde hace poco más de 24 horas sotto voce y como por el sotobosque la versión de que una reciente encuesta de opinión ordenada por los responsables de la candidatura a la presidencia de Eduardo Frei –otro rumor afirma que por la mesa de la misma Concertación de partidos por la democracia– indica que, de ser los comicios este domingo, el señor Frei Ruiz-Tagle empataría  en segundo lugar con el candidato Enríquez-Ominami; un empate técnico, ya que estaría casi tres puntos por debajo de aquel en las preferencias ciudadanas. Queda señalado que se trata de un rumor originado en el comando de campaña de la Concertación.

Si el rumor contiene verdad, estamos a punto de largada de una carrea al abismo de grandes proporciones. En lo de Enríquez-Ominami, dicen, juntan botellas para el brindis; Pamela Jiles, como esfinge, sonríe hasta con ternura: lo había advertido y nadie le hizo caso. El trascendido –por acción de un infidente o rumor malévolo– no es bueno para la agrupación de concertacionista.

Tampoco la carta dirigida al Comandante en jefe del ejército, que indignó a las gentes  de gobierno. Furiosos dicen que es una amenaza al general Izurieta; la misiva, cierto, es un tanto grosera, pero la cosa que se desprende del tono y contenido es sencillamente sórdida.

Si su contenido no es una sarta de mentiras –y a varios días de remitida nadie ha desmentido ni una coma mal puesta–  uno duda. ¿De qué duda? Del proceso de democratización del ejercito, pues. Y como que comienza a tener ganas de re interpretar esas mesas de diálogo, esa falta de documentación, esas amnesias de tantos como expresión colectiva y autorizada (por quién, es lo que mas duele pensar) ante los requerimientos civiles, no porque el antes capitán Izurieta haya brindado con el tata, sino porque ¿por qué a la ciudadanía se le ocultan tantas cosas?

La carta del hijo del presidario ex general Contreras es como un resumen de estos años asfixiantes de cubrimientos, mentiras, agachadas con el culo al aire. Su texto repugna y a la vez fascina. Cuesta creer que lo dicho en el documento de marras sea desconocido para la torpe –dirigencia, al menos–  "clase política" (como les gusta que los distingan, si nunca serán más). Es, el correo en cuestión, todo un monumento cultural a estos días iniciados en algún momento después de la asonada de 1973.

Que con cuatro gobiernos del pacto concertacionista se produzcan estos bochornos bastaría en cualquier lugar civilizado –con una ciudadanía despierta– para cerrar las puertas a un quinto.

La Alianza con Piñera no sale menos mal parada, por omisión, en la cartica a Izurieta. Muchos de sus sonrientes rostros de hoy, sonrieron, más jóvenes, cierto, en los despachos que ocuparon en el gobierno de la dictadura (aunque no hayan brindado con el tata, como al parecer sí lo hizo Izurieta) o abrían tamaños ojos al lado de Jaime Guzmán (no olvidar que fue ajusticiado por sus responsabilidades en las matanzas perpetradas por la dictadura –dicho sin simpatizar con los homicidas).

En fin, leamos las cartas; la primera sin quitar ni poner nada (salvo cambiar las mayúsculas a minñúsculas para facilitar la lectura) y de la segunda tres párrafos.

Cartas a Cali

A Oscar Izurieta:
Por si ud no lo sabe hoy jueves 13 de agosto de 2009 mi padre, General de Brigada(r) del Ejército de Chile, don Manuel Contreras Sepúlveda, prisionero en el Penal Cordillera fue llamado a interrogación por jueces que venían desde la ciudad de Concepción a las 08:00 y al concurrir mi padre a la sala de interrogación sufrió una caída por cuanto ya no tiene sensibilidad en una de sus piernas (problema médico grave en la columna, 80 años de edad) golpeándose en su cabeza lo cual le produjo un traumatismo que lo dejó inconciente por más de veinte minutos y fue llevado de urgencia al Hospital Militar donde se le suturó el golpe externo con seis puntos en su frente, y se encuentra con la presión sanguínea muy alta y tiene que ser auxiliado para poder caminar en estos momentos.

Se lo informo por cuanto ud. se olvidó o ha querido olvidarse de él. Y se lo digo ya que su padre fue alumno de mi abuelo y mi padre alumno de su padre; además ud es compañero de curso de mi cuñado General (R), muy amigo de mi hermana, y fue asiduo visitante del hogar de mis padres en los años ‘70 y ‘80 en calle Príncipe de Gales, comuna de La Reina. ¿Se le olvida todo el cariño que le brindó mi madre en esos años y cómo atendió y ayudó a su suegra estos últimos años?

Eran buenos tiempos ¿no? Pero ud. tenía problemas económicos, como todo capitán en aquellos años, y ud. recordará que mi padre lo ayudó en dinero por medio de un “trabajo” (favor) que les hizo hacer a tres alumnos de la academia de guerra del ejército de la época para la empresa de seguridad privada que tenía mi padre. Fueron tres capitanes…¿se acuerda?

¿Se acuerda cuando le entregué un maletín con dólares en su casita, aquella cerca de Colón Alto una noche de 1981?

¿Se acuerda cuando me llamaba por teléfono esas noches de invierno y lluvia para que le fuera a buscar a su señora que trabajaba de vendedora en Avenida Irarrázaval?

¿Se acuerda una noche en que fuimos a cenar a un restorán varios amigos (yo con su cuñada) y ud. tomó para sí la propina que todos habíamos dejado, y que su señora lo increpó por este hecho y que ud. le dijo “con esto doy de comer a mis hijas”?

¿Se acuerda cuando se sacó una foto con Sebastían Piñera abrazándolo en Chiloé y luego uso el helicóptero del ejército para trasaldar a sus invitados y posteriormente fue “retado” como un subalterno por la ministro de Defensa?

¿Quiere que publique las fotografías en que ud aparece en mi hogar paterno tanto de Santiago como de Santo Domingo de los años ‘80 donde aparece brindando junto a mi padre?

¿Se acuerda cuando ud firmó un documento junto a todos los oficiales de la escuela militar apoyando el golpe de estado que salvó al país en ese momento del marxismo?

¿Se acuerda el cariño que ud. demostraba por el general Augusto Pinochet cuando le dijo “ud. vuelve a ser cadete” y sin entender estos comentarios simpáticos de nuestro presidente ud. le preguntó qué significaba?

Era que lo nombraba sub-director de la Escuela Militar. Todo un honor para un oficial de ejército. Y luego lo nombraría director del instituto.

¿Y se acuerda que en esa destinación, estando uno de mis cuñados también de oficial en el instituto castrence y viviendo mi hermana en una de las casas de aquella escuela, fue ud. a darnos el “pésame” cuando mi padre fue condenado a siete años de cárcel en 1995?

¿Cómo lo pasó en sus destinaciones viviendo en EEUU e Inglaterra por más de cuatro años, alejándolo de Chile para poder llegar a Comandante en Jefe?

¿Se acuerda cuando dio de baja del ejército al nieto del presidente Pinochet por defender la historia de Chile para estar bien con la presidente?

¿Se acuerda cuando ud. me reprochó en la casa de mi cuñado aquí en Santo Domingo por una carta que yo había enviado a la prensa donde desaprobaba la actuación pública y política del general Cheyre?

¿Se acuerda cuando en una reunión también de amigos y señoras, uno de sus compañeros de curso le enrostró en la cara su cobardía por su actuación con los prisioneros militares y que este casi lo golpeó?

¿Se acuerda ud. también que en estas reuniones de amistad acá en Santo Domingo y en casa de un general en retiro compartió con Guillermo Ibieta, hoy sospechoso de haber pagado coimas por las compras de los tanques Leopard….se acuerda?

¿Se acuerda cuando le solicité su ayuda por mi situación personal ya que no me dan trabajo por ser hijo y llamarme “Manuel Contreras” y ud. no me contestó?

¿Y que el propio gobierno le pidió mis antecedentes a objeto de ver si era posible una jubilación ya que se las han otorgado a todos los ex terroristas y ud contestó que yo no calificaba para ello, dejándome hasta el día de hoy en una situación al borde la miseria económica?

¿Se acuerda cuando dijo que un oficial en retiro que hubiese sido condenado por “derechos humanos” no podía recibir honores fúnebres?

Le recomiendo que lea el artículo 93 del código penal por cuanto este determina que la responsibilidad penal termina con la muerte ( en uno de varios casos) por lo que el fallecido deja de ser condenado y por lo mismo tiene todos los derechos militares que le corresponden.

¿Se acuerda que siendo ud. comandante del regimiento de Temuco le dijo a mi amigo Eduardo Díaz Herrera “te quedaste en el pasado” cuando este le solicitó que ud fuese más consecuente con la obra del gobierno militar?

¿Se acuerda cuando siendo comandante de la división de Concepción dijo ante la prensa que “había que pedir perdón en forma personal”?
¿Se acuerda ud. cuando le dijo a una amiga en común que si debía “pasar por sobre un camarada” para ser comandante en jefe, lo haría?

Podría seguir enumerando varios recuerdos más pero me los voy a reservar para cuando llegue el momento preciso.

Cuanta diferencia hay entre tú “Cali” y tu hermana Beatriz, digna señora de un noble general en retiro y también digna hija de un ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile.

Sólo te advierto que mi padre va ha morir y si tú nada has hecho para aliviar el sufrimiento que vive por la crueldad de los marxistas que nos gobiernan…te las vas ha ver conmigo y en forma personal, Cali. Y pobre de tí si no eres soldado y hombre para otorgarle los honores fúnebres que como General de la república se merece, y sobre todo por haber cumplido su deber de combatir al terrorismo marxista para que tú hoy disfrutes de tu cargo y haber viajado por todo el planeta y tengas una patria en libertad….para tí, no para tus camaradas.

Manuel Contreras Valdebenito.

Seguda carta

Me he enterado que mis hermanas enviaron un mail en el cual piden “disculpas” por mis expresiones hacia ud en un mail enviado. Mis tres hermanas, María Teresa, Mariela y Alejandra.

Me llama la atención, sea señora de un compañero de curso suyo, don Orlando Carter Cuadra al cual ud. le dio el manejo por cuatro años del museo militar…; la segunda sea señora del General del comando de ingenieros del Ejército…y la tercera, sea una contratista para el efecto de lograr “cargas” transporte marítimo que le sea útil..

Es decir, ¿cuál de aquellas tres es completamente independiente de sus influencias sr. CJE para los efectos de negocios de la institución?

Colofón o cenotafio

Informa la revista The Clinic (www.theclinic.cl), único medio de alta circulación que la dio a conocer en forma íntegra:
"La primera misiva que ha sido publicada por el sitio El Once de un Gran Mes, que difunde habitualmente las circulares del movimiento Chile Mi Patria y declara que su motivación es luchar por la ‘libertad a los miembros de las fuerzas armadas (r) injustamente encarcelados, prisión a los terroristas y destitución a los jueces prevaricadores’".

Se entiende ahora por qué se afirma que la guerra es demasiado importante para dejarla en manos de militares. No se conoce por ahora reacción, pública al menos, del destinatario de las esquelas transcritas.
 

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