Voces, años, nostalgia, talento
LN
Quiso ser tenor y cantar ópera este hombre de El Callao, donde nació hacia 1935. En Suiza cumplió sus primeros 45 años como cantante de boleros. Tal vez sea el único capaz de hacer que superen peruanos y chilenos esa gana de discutir por el pisco o los límites marítimos: él ha bebido de ambos y se ha bañado en todas las playas. Sí, es Lucho Barrios.
La leyenda y la realidad quieren que haya sido otro caro al corazón popular, Julio Jaramillo, quien lo inoculó con gusanillo de la canción popular a este artista –hoy de los pueblos– que en 1957 es fama que se matriculó en la Escuela Nacional de Ópera del Perú para la difícil carrera de intérprete lírico
Barrios pertenece a un modo antiguo de ser un favorito de multitudes. Su cuerpo no fue armado en fatigosas sesiones de gimnasio, no usa frases dictadas por asesores de imagen para caerle bien a nadie ni buscó jamás al fotógrafo que lo "sorprendiera" con alguna "starlet" de turno para figurar en ninguna primera plana.
Al contrario. Luce la figura de quien no desdeña una exquisitez culinaria y su vida amorosa elige la discreción. Lo que no le impide ser entre los elegidos del afecto popular. Como, por ejemplo, 
el doctor Ortiz Tirado, que cantaba también boleros cuando él era un niño. O José Alfredo Jiménez. O Chavela Vargas, que siempre será anterior y posterior a todos.
En 1960 Lucho Barrios subía los peldaños hasta la puerta, que rara vez se abre, de la fama. No lo engolosina la notoriedad. Tampoco, en 1988 su presentación en París, ni en 2002, el reconocimiento a su carrera del gobierno de Chile.
Menos, en noviembre de 2001, cuando el recital en Lausana, Suiza, con el que cumple 45 años en primer plano.
No faltó Mi niña bonita, su canción preferida –coreada, por un público dispuesto a ser coprotagonista y cómplice– interpretada entre silencios, vino, risas y aplausos.
Con cámara de Sergio Medina CdS Producciones (ver www.correodelsur.cl) estuvo allí y grabó un testimonio invaluable de la cultura popular. Aunque algunos frunzan el ceño.
El vídeo se extiende apenas sobre los 30 minutos y lo encuentra en el acervo de http://es.arcoiris.tv