En la noche del lunes el volcán Chaitén, que lleva casi un año de actividad ininterrumpida en la Patagonia chilena, sufrió un nuevo desprendimiento del domo, lo que reactivó el peligro de que se produzca un alud de ceniza y materiales con graves consecuencias para las casi 100 personas que permanecen en la localidad.
El volcán, que se consideraba extinguido, entró en erupción el año pasado y obligó a evacuar la ciudad y su entorno, pero muchos pobladores se resisten a abandonar sus viviendas y han comenzado a regresar a su tierra. Algunos expertos afirman que el poblado puede volver a levantarse a unos ocho kilómetros del emplazamiento actual sin mayor peligro, lo que está en estudio por las autoridades de gobierno.
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