Un hielo flotante de unos 2.500 km2. embistió, llevado por las corrientes marinas, a una masa de hielo en el Mar de Ross amputándole cinco mil metros a su superficie.
En cinco años el iceberg original perdió, por fragmentación, más de 9.000 kilómetros cuadrados –era casi del tamaño de Jamaica, en el Mar de las Antillas–.
Los expertos señalan que pueden esperarse nuevos choques, que alterarán el mapa de ese continente. ¿Tiene el calentamiento global influenci en este fenómeno, cuyas consecuencias pueden ser fatales ao breve plazo?
Gonzalo Tarrués
Al parecer Japón ampliará en la próxima temporada la caza de ballenas a dos nuevas especies además de casi duplicar las capturas de otro cetáceo, el rorcual aliblanco.
Como en el caso de las matanzas de focas autorizadas con brutal cinismo por los gobiernos de Canadá y Noruega, también la hipocresía preside a la acción de los balleneros japoneses.
Desde 1986 no las caza; elimina, asegura, un pequeño número de ejemplares para un programa de “investigación”, pero cientos de toneladas de carne terminan en los puestos de venta.
Magalí Sylveira
El hombre está haciendo ahora en el mar lo mismo que hicieron sus antepasados hace 10.000 o 20.000 años cuando cazaron los mamuts hasta su extinción: se capturan los peces más grandes y más longevos y cuando ya no quedan más, van a por los siguientes de tamaño, llevando a una transición de un ecosistema marino dominado por peces grandes a una sopa de organismos pequeños.
Por el momento hay que olvidarse del mar como una fuente de alimentación ilimitada para una población humana que aumenta indefinidamente, pero si se gestiona como es debido, puede producir una cierta cantidad de peces, posiblemente mayor que la actual.
Marcel Claude*
Los componentes del Directorio Internacional de Oceana, primera organización internacional dedicada en exclusiva a la investigación, protección y recuperación de los océanos, sesionarán en la segunda semana de abril en Chile.
Se estima que su venida al país constituye tanto un respaldo a la gestión de Marcel Claude, encargado del área América del Sur y Antártica, como una expresión de la preocupación de la organización por el deterioro del ambiente marino en Chile.
El Chasqui*
…Y sigue en alza. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Tierra alcanzó su temperatura más alta en mil años. El informe parece darle razón a las asociaciones ecologistas independientes.
El documento precisa, además, que se observa un incremento de entre 10 y 20 centímetros del nivel del mar, debido a que las áreas cubiertas de hielo han disminuido.
Y mas mediciones de la estación de monitoreo en Hawaii, consideradas las más creíbles a disposición, concluyeron que hubo un incremento del CO2 del 20 por ciento en los últimos 50 años.
Ecoportal*
Los primeros 320.000 cachorros de foca condenados a muerte comenzaron a morir –a palos, despellejados vivos– en el estuario del San Lorenzo, en Canadá, el miércoles 30 de marzo de 20005. Es la ecología del primer mundo en acción.
El permiso para matarlos cuesta cuatro dólares por la temporada; los observadores de tamaño crimen, en cambio, deben pagar cinco veces más: 20 dólares, pero diarios.
Hacia el sur y sobre el Pacífico el equilibrio natural de las Islas Galápagos pende –literalmente– de un hilo, que en este caso tiene muchos anzuelos.
Rivera Westerberg
Argentina, segundo productor mundial de transgénicos y tercero en la producción mundial de soya, sufre los ataques cada vez más agresivos de Monsanto para cobrar lo que según la multinacional «le pertenece» en concepto de regalías por el uso de su patente sobre la soya transgénica.
Afirmación temeraria, ya que Monsanto ¡no tiene patente de soya válida en Argentina! Esto no le impidió, sin embargo, amenazar a ese país con cobrarle una «multa» de 15 dólares por cada tonelada de soya argentina exportada a Europa.
Este caso es paradigmático porque muestra claramente tanto las estrategias -legales e ilegales- de los gigantes genéticos como los riesgos a los que se exponen los países que permiten los transgénicos.
Silvia Ribeiro*
Parece un juego paranoico: imaginar el peor escenario que pueda producir la forma de producción humana sobre el entorno natural.
Pese a la conducta negadora del “stablishment” –y su descabellado optimismo– algunos datos preocupantes consiguen filtrarse: aún sin contar con el derretimiento de los hielos continentales y marinos, el nivel de los océanos subirá inevitablemente al menos 10 centímetros este siglo.
Eduardo Martínez*
Hace mucho que la preocupación por el estado de la Tierra dejó de ser asunto de científicos y gobernantes; y la monstruosa complejidad de la economía y los asuntos públicos –hechos objetivamente ajenos al escrutinio ciudadano– ha terminado por abrir el obsequio de Pandora.
Acaso un día despertemos sólo el tiempo justo para despedirnos de todos y de todo.
Marcel Claude*
Un intendente resolvió “limpiar” las aguas y canales de Ñeembucú –una maravilla natural de complejo equilibrio sin antes determinar su fragilidad–. Todo sea por la producción.
La prensa paraguaya, además, informó disimulando indignación o sarcasmo que un conjunto de útiles adquiridos por el ministerio de Educación los pagó mas caros que si los hubiera comprado en el comercio al por menor en el mercado local.
Alejandro Tesa
¿Alguien podría creer, por ejemplo, que Estados Unidos (45) contamina menos que Nepal (85) o que Burundi (130)?
La caída de Chile dentro del ranking se explica, entre otras cosas, por una pésima evaluación de las políticas públicas para reducir el estrés medioambiental.
Marcel Claude*
Disyuntiva: al fin y al cabo democracia es, nos dicen -entre otras cosas-, poder elegir al menos entre dos alternativas. Sólo que nadie, que se sepa, ha elegido que se desmoronen los hielos de la costa antártica. Ni que Falujá fuera arrasada. O que los haitianos hayan sido convertidos -como tantos otros, por otra parte- en más que relativamente incapaces.
El príncipe de Asturias inauguró la Conferencia internacional contra el terrorismo. No hubo referencia al pasado terrorista de la monarquía española. Ni al de nadie de los allí presentes
Lagos Nilsson
A pesar de la voz disidente de grupos ecologistas y de un contundente informe realizado por el ingeniero civil químico de la Universidad de Concepción, Claudio Zaror, que determinó que la muerte de los cisnes en el río Cruces de Valdivia se debió a elementos químicos altamente peligrosos emitidos por la Celulosa Arauco, la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) de Los Lagos autorizó que la planta reiniciara sus funciones el pasado 17 de febrero.
Jorge Escalante*
Para los golpes de estado hay que estar preparado: hacen falta carros de combate, aviones, destructores, muchos militares con galones y condecoraciones, planes elaborados, centros de tortura, quizá algunos mercenarios y el siempre colaborador e incitador terrorismo mediático cartelizado y trasnacional. El exsecretario estadounidense Henry Kissinger, premio Nobel de la Paz en 1973 tras perder […]
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