Chile: el ambiente, hijo abandonado por los gobiernos, ¡catástrofe en criadero de cerdos!

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Al sur de Atacama, en la amenazada provincia de Huasco (recordar Pascua Lama) en 1824 el Asiento de Santa Rosa del Huasco pasó a llamarse Villa de Freirina —homenaje a Ramón Freire—. Ya en el siglo XXI accedió al progreso: se instaló en sus cercanías el proyecto de crianza de cerdos más ambicioso de América. Hoy sus habitantes viven a la vera de la mierda de chancho y las infecciones merodean y acechan. El gobierno envía fuerzas especiales de Carabineros para acotar el problema ya convertido en catástrofe.| LAGOS NILSSON.*

 

El 21 de mayo, sin timidez —y por cierto sin ningún resultado— la senadora Isabel Allende alzó una especie de cartel en el Congreso —mientras el Presidente de la República entregaba la cuenta de estilo anual que prescribe la Constitución— a modo de protesta por los detritus que hacen irrespirable el aire en la localidad de Freirina.

 

Algún otro congresista hizo lo mismo; alguno más proclamó con papelitos semejantes a los de la espigada senadora la próxima candidatura presidencial de Michel Bachelet (que no se ve con ganas de repetir el indigesto plato). Un colega —o tal vez él mismo— agitó otra hoja del papel usado para imprimir documentos del Congreso, para reclamar o llamar la atención sobre los asuntos no resueltos de otro lugar geográfico, la Patagonia —en las antípodas de Freirina.

 

Es que el país sufre de tales problemas, agitados infructuosamente todos estos años de «recobrada» democracia, que incluso despiertan de su largo y honorable sueño a los parlamentarios, dados cuenta de que, al menos en teoría, son representantes-servidores del soberano (el pueblo), no sus conductores ni dirigentes; dicho sea de paso: lo grave en Chile es que no hay dirigentes políticos y los que quieren serlo, o dicen serlo, no cuentan con la confianza de la ciudadanía.

 

No es éste ni ahora el espacio para analizar la cuenta política-gerencial del Presidente de la República; si algo se puede adelantar es que no es suya la responsabilidad por el caos que pega «la ñata contra el vidrio» mientras roe las puertas de la república, a lo sumo ésta, su responsabilidad, es insistir en apagar los fuegos con el fuelle que con entusiasmo blande su ministro del Interior, y un bidón de bencina que agitan impávidos —a veces en conjunto, a veces por turno— el resto de sus colaboradores. Al promediar la tarde del lunes 21 de mayo, el ministro de Salud declaró que la stuación en Freirina era catastrófica.

 

La «dotación» de cerdos en el criadero es de alrededor de medio millón de cochinos; la máxima autoridad sanitaria del país constató que se producen numerosas muertes de animales, sin que se haya precisado todavía la causa de la mortandad —probablemente se deba al hambre y las pésimas condiciones higiènicas de la planta, lo que será negado por la empresa Agrosuper. Los salmoneros negaban también las infernales condiciones en que desarrollaban su negocio con esos peces. Una epidemia los hizo despertar.

 

Los chanchos de Freirina no dicen nada; los tristes animales son engordados con toda la porquería con la que se engordan los animales destinados al consumo humano en el mundo, reciben probablemente las mismas hormonas para su más rápido crecimiento y engorde que en el resto de los criaderos locales y foráneos, y son inyectados o deben ingerir los mismos antibióticos para no enfermar por el rabioso y brutal sistema que los «beneficia». Es el modo capitalista de obedecer eso de enseñorearse sobre la Creación que establece la Biblia es (¿será?, qué locura) la voluntad del dios bíblico.

 

Freirina protesta, protesta porque sus habitantes al parecer —torpes ellos— experimentan la oscura necesidad de salvar sus vidas para vivirlas como les plazca; algo parecido a lo que sucede más al sur, por Ventanas dicen, donde algunas malvadas chimeneas envenenan a los niños en sus escuelas. O más lejos todavía, en la zona del Maule, donde una empresa energética —ENDESA— literalmente roba el agua que necesita la agricultura, y todo con el beneplácito de autoridades y fallo judicial por delante.

 

Es que son pobres —hoy no se dice pobres, lo correcto es decir vulnerables, el abrazo entre semántica y polìtica— esos habitantes, carecen de sofisticación, no comprenden el regalo de la posmodernidad, las ventajas de correr la crucial carrera por hacer de este balcón sobre la mar un país desarrollado —o acaso intuyen que ese desarrollo preconizado por el concertacionismo aliancista (mañana por el aliancismo concertacionista: es igual) los conducirá irremediablemente al ciego nudo que asfixia hoy a los países-espejo que se pretende emular.

 

Ya los chilenos prueban las mieles de esperar el tren del desarrollo; para no ir más lejos en su alimentación: ajos chinos sin gusto a ajo, salmones enfermos, chanchos (ya vemos cómo), uvas sin semillas, tomates que no saben a tomate, zapallos extraños, maíz que a veces es maíz, manzanas que ahí, vino de parras que acaban de cumplir tres años, mariscos de plástico, gallinas que ¡pobres gallinas grasudas notablemente hediondas!, ají que si no es dulzón no tiene gusto a nada, melones que parecen no cosechados, sino fabricados en serie, mantequilla que deja un extraño rastro en el pan; es decir los laureles anticipados de hacer de esta tierra una potencia agro-alimentaria de la Tierra.

 

Es peligroso lo de los cerdos de Freirina, pero ¿qué puede hacer el gobierno? Al parecer —lo dijo la autoridad regional— carece de herramientas legales para intervenir. Como en Ventanas. Como con los lobos marinos en Punta de Choros. Como con el arte de la pesca de arrastre. Como con las plantas de celulosa. Como con los instrumentos de crédito. Como con la alimentación para las escuelas y liceos que, ¡abracadabra! no llega a los alumnos —se probó con las tomas escolares de 2011—, pero en ocasiones se vende a buen precio en la calle. Como con los textos escolares con publicidad directa de productos de consumo. Como con (complete usted la lista).

 

Freirina. Y así nos va. El Estado —dice el gobierno— no puede atender ni entender la gratuidad de la educación porque eso significa concedérsela a los ricos. ¿Cuántos serían, qué porcentaje del total, los alumnos hijos de ricos si todos los que ingresan a preescolar pudieran seguir estudiando? El pueblo generoso no reclamaría si esos jóvenes dejaran sus colegios carísimos e ingresaran al sistema público. Pero no. Es un asunto ideológico; y en asuntos ideológico-polítcos la mentira es otra herramienta. Apenas otra herramienta, y si fracasa —¡no lo quiera la memoria de Goering!— pues para eso el guanaco, el zorrillo, los bastonzos y los balines; para eso el espionaje a la ciudadanía.

 

En Freirina —no es el único criadero, sin contar la lucha por el que se pretende instalar por el valle de Casablanca, por ahí, al ladito de las viñas, casi vecino de la «planta de pavos» que bien se huele, según el viento, pasando el cruce de Lérida camino a San Antonio— el gobierno no puede hacer nada; otros, dicen, autorizaron la instalación del criadero-matadero. Lo que sí pudo es raudo disponer de tropas para acallar la multitud: como en el Aysen.

 

MEO presente
Un político que no pudo sacar papelitos en el Congreso el lunes 21, porque ya no está en la lista de los que reciben dieta, fue Enríquez-Ominami. Fiel a la costumbre que viene implantando, esto es: emitir una declaración apenas sucede algo que juzga importante en el país, se refiró al affaire Freirina.

 

Señala el periodista Cristián Durney Labayru:

«El líder progresista se pronunció sobre la toma por parte de vecinos de Freirina de la ruta C-46 que une Huasco y Vallenar, ante los malos olores de una planta de crianza de cerdos: «Es irracional que la gente tenga que tomarse carreteras para ser escuchados en sus demandas más básicas».
 

 

«En una gira por la zona realizada hace algunas semanas, Marco había advertido la situación en un diálogo con vecinos de la zona y había apoyado sus demandas. Al respecto declaró: ‘Los progresistas no estamos contra el desarrollo ni contra las empresas, pero hay un  cierto entorno mínimo en el cual toda organización debe relacionarse con la comunidad. El cuidado del ambiente y de la zona en que se encuentran no debe deber una obligación para las empresas, sino un valor estratégico en su desarrollo’.
 

 

 

«Alejandro López, dirigente social local, manifestó: ‘El día miércoles hubo un episodio critico de contaminación de olor que llegó a tanto que los niños de los colegios empezaron a surgir vómitos, lo que hizo que alumnos y profesores salieran a marchar a la calle. Esto ha llevado a que la gente se tomara la ruta C-46 con 9 barricadas hasta recibir una solución al problema, pero en vez de eso nos envían fuerzas especiales. Requeriremos el cierre inmediato de la planta, no queremos otra mesa de diálogo más sino tener una solución real’.
 

 

«Los dirigentes vecinales señalaron que depondrán su movilización solo cuando el gobierno decrete la suspensión inmediata de faenas de la planta en cuestión, de modo que no se repitan los hedores que hoy afectan a toda la zona».
 

 

Si todo es montar una segunda campaña para la Presidencia se diría que por lo menos es una buena campaña. Mejor que mostrar papelitos en el Congreso. A menos que luego haga valer ese apotegma de «la mala memoria de los chilenos». Todo es posible.

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2 Comentarios
  1. Antonio Casalduero Recuero dice

    Sencillamente es increíble que la gente «vulnerable» deba tomarse caminos y carreteras para ser escuchados en sus justas demandas, pero lo cierto es que ha funcionado, el método ha resultado efectivo, porque a la larga han hallado la solución al problema, las autoridades han respondido y reparado la falta, puesto que les desordena el naipe que el transporte se encuentre detenido, ése es mercado-capital moviéndose, no puede quedar parado.
    Comparto la expresión del analista cuando expresa: «aliancista-concertacionista» o «concertacionista-aliancista». Desde hace tiempo que se viene dando este cogobierno, solamente los ingenuos creen ver diferencias más profundas entre ambos bloques. Lo único cierto es que ambos luchan denodadamente por la consecución del poder, esto me hace recordar la ya conocidísima frase de «Mayo-68» : «TODOS LOS PERROS TRAS EL MISMO HUESO: EL PODER.»

  2. JOSE OYARZUN FUENTES dice

    Me he propuesto hacer una reseña recordando a mi querido Freirina del Siglo XX. Quien de verdad tiene autoridad moral para hablar de Freirina es aquel que naciò y dio sus primeros pininos en ese valle hermoso y saludable. Freirina diò que comer e hizo rica a mucha gente porque en esos tiempos todo giraba en torno a la minerìa, éramos muy ricos, pero tambièn surgieron los explotadores y ladrones, creandose un ambiente muy parecido al de California cuando la fiebre del oro.

    Serè breve en mi comentario. Hoy, en pleno siglo XXI, siento pena e indignaciòn, coraje de ver como los gobiernos han traicionado a Chile, como lo han arruinado, como lo han desangrado y han hecho de Chile una mierda que apesta màs que esos cerdos malditos, que no sè porque razòn los fueron a meter en el Valle del Huasco.Tengo mis razones para gritar y decirles que son criminales.

    Y para aquellos idiotas que creen que la educaciòn en Chile no puede ser gratuita, quiero decirles que yo me eduquè en la primaria pública y todos los años recibíamos los ùtiles escolaresg ratuitamente: cuadernos, libros, làpices, tinta, borradores, reglas; y todas la mañanas nos daban desayuno de cocho con leche y pan.

    Los maestros eran excelentes, todos con vocaciòn y formación normalista para ser verdaderos pegagogos; imponìan una disciplina que muchas veces nos hacian llorar de las cachetadas que nos daban por ser mentirosos y sacadores de vuelta,cimarreros; nuestros padres iban hasta la escuela y le decìan al maestro: «Si se porta mal el niño, encárguese usted de enderezarlo, no tenga pena, porque yo conozco a mi hijo».

    Y de esa època ninguno quedò o salio tarado ni malogrado. Los fines de año nos llevaban a las playas de Huasco por un mes en vacaciones de verano. El gobierno de ese siglo XX nos daba todo gratuito. ¿Era Chile un paìs màs rico que el Chile de ahora, del siglo XXI?

    Cuando entrè a la secundaria fui al Colegio Industrial de Vallenar, tambièn todo me lo dieron gratis. ¿Què pasa con el Chile de hoy? ¿Por què dicen que no hay dinero,cuando las transnacionales se lo llevan todo, sin pagar un centavo de impuestos?

    No hay dudas de que las revoluciones la han creado los mismos capitalistas, porque ellos han sido los que nos han explotado y nos han tenido subyugados viviendo como animales, con salarios de hambre, haciendonos creer que Chile està a un paso de ser un pais del primer mundo. Pero dèjenme a mi con mi «Internacional» hasta que muera:

    «El dìa que el triunfo alcancemos
    ni esclavos, ni hambrientos habràn
    La tierra sera el Paraìso
    de toda toda la Humanidad».

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