Desde Venezuela: balance general del año que termina

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Finaliza el año 2011, pletórico de noticias y novedades. En lo nacional, hubo un notable repunte de la Revolución Bolivariana con aumento sostenido de la popularidad de Hugo Chávez, a quien la mayoría de las encuestadoras dan clara ventaja electoral. Estos logros se deben a la impronta de Chávez, que ha dado impulso a una acción profundizadora de la Revolución. | NÉSTOR FRANCIA.*

Con medidas de diverso tipo, como las grandes misiones lanzadas durante el año, por ejemplo la Gran Misión Vivienda Venezuela, la Gran Misión Hijos e Hijas de Venezuela o la Gran Misión En Amor Mayor, y con las nuevas leyes revolucionaras decretadas o impulsadas por Chávez, además de la batalla dada en la Asamblea Nacional por la bancada socialista, Chávez ha reforzado su relación amorosa con la mayoría del pueblo venezolano, demostrando su vocación social, las bondades del proyecto socialista y su afán de luchar sin cuartel por el bienestar de sus compatriotas.

También su lucha contra el cáncer, de la cual está saliendo victorioso, ha conmovido el alma popular y le ha merecido aun más respeto y afecto de la mayoría.

La Asamblea Nacional sancionó un total de 37 leyes, de las cuales 16 abordaron las materias social, económica, de salud y de ambiente. Leyes importantes fueron debatidas con el pueblo a través del impulso de la figura del Pueblo Legislador, aun en conformación.

Por otro lado, la burguesía no ha cejado en su lucha contra Chávez y la revolución. Se ha plantado de manera frontal, con el concurso de la bancada de la derecha en la Asamblea Nacional, contra todas las leyes que apuntan a la estructuración del Estado de derecho y de justicia consagrado en la Constitución Bolivariana, como las llamadas ley de Arrendamientos, ley de Costos y Precios Justos, ley de Comunicación del Poder Popular, la Ley de Reforma del Régimen Prestacional de Empleo, entre otras.

Además, ha mantenido vigente el llamado Plan 2012, que apunta a acciones desestabilizadoras que serán radicalizadas en el año electoral, mientras se juega también la carta electoral a través de la llamada Mesa de Unidad Democrática y de la promoción de los pre-majunches de entre los cuales escogerán su abanderado para enfrentar al líder de la Revolución en la batalla que culmina el 7 de octubre.

En ese sentido, Chávez afirmó ayer que es “matemáticamente y políticamente imposible” que la oposición logre ganar las elecciones de octubre de 2012. Acusó a los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática de farsantes por recorrer las poblaciones de escasos recursos en el país, y aunque explicó que es imposible que exista un fraude electoral en Venezuela, acusó a la oposición de preparar esta denuncia con el fin de lograr el desconocimiento de los comicios presidenciales:

“Nuestro deber es desmontar ese plan y hacerle un llamado a la dirigencia opositora y a los medios de comunicación social que podrían prestarse para este plan macabro… Llamo al pueblo venezolano a estar atento. No vamos a permitir que el imperio gringo y sus lacayos desestabilicen a Venezuela como ya lo hicieron en el pasado”.

Otra novedad importante del año es la creación del Gran Polo Patriótico, llamado a ser una herramienta de primera línea para la movilización electoral, en lo inmediato, y en la profundización social de la revolución a mediano y largo plazo. Aunque su desarrollo hasta ahora ha sido un poco lento, el impulso está dado y esperamos que a principios de 2012 termine de darse el feliz parto.

Otro vital instrumento de la revolución, el Partido Socialista Unido de Venezuela, ha tenido altibajos en su acción y es claro que debe mejorar notablemente en su organización, su estructura y su accionar político e ideológico.

Chávez está sin duda consciente de ello y ha empezado a mostrar cambios. Este destacamento de vanguardia deberá estar muy bien preparado para la batalla electoral, de la cual no basta con salir victoriosos, sino que es necesario que el triunfo sea contundente, para así desanimar los planes conspiradores de cantar fraude.

Las recientes elecciones en Nicaragua son un buen espejo para mirarnos: la contundencia de la victoria de Daniel Ortega desinfló avasalladoramente los planes conspiradores del Imperio y de la burguesía de ese país.

En América

En el plano latinoamericano hemos de destacar sobre todo los avances de la integración, donde destacan la consolidación de organismos de reciente data cono Unasur y la ALBA, y la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, hecho histórico que vio luz en Caracas a principios de diciembre, y que tiene por delante un arduo camino por recorrer, para consolidarse y abordar con eficiencia sus altos fines.

Por otro lado se ven reforzadas las tendencias populares y nacionalistas en el continente, con las diversas victorias electorales de la izquierda en países como Argentina, Brasil, Bolivia, Nicaragua y Perú, y con la eclosión de importantes luchas de los pueblos, como la rebelión de los estudiantes chilenos y colombianos, y las protestas de los indígenas bolivianos y de los mineros de Perú, por citar algunos ejemplos.

Resto del mundo

En lo internacional, el año fue muy agitado. Se profundizó la crisis sistémica del capitalismo, con resultados notables en lo político, lo económico y lo social. En lo político, se evidenciaron divisiones entre los factores de poder tanto en Estados Unidos como en Europa, se derrumbaron gobiernos y la derecha continuó marcando la pauta en el poder político europeo, con hechos como la asunción a la jefatura del Estado de factores del poder financiero en Gracia y en Italia, o como la victoria electoral de Mariano Rajoy y el PP en España.

En lo económico, dominó la tendencia bajista en las bolsas estadounidense y europea, y éstas arrastraron al resto del mundo bursátil. Continuó la proletarización económica de las clases medias y se resquebrajó notablemente la Eurozona. Las proyecciones de Marx y Engels se siguieron cumpliendo, en cuanto al destino económico del sistema capitalista.

En lo social, las medidas dictatoriales del capital para salvar el pellejo de los suyos y poner la pesada carga sobre los hombros de los trabajadores, tuvieron resultados devastadores: crecimiento explosivo del desempleo, paralización o desmejora de programas sociales, aumento de la edad para las jubilaciones, gran crisis habitacional, reducción del salario real.

Esto llevó a amplios movimientos de protestas tanto del pueblo estadounidense como de los pueblos europeos. Surgió el aluvional movimiento de los indignados, con importantes versiones en Estados Unidos (“occupy Wall Street”) y en España (Movimiento 15M), y además se produjeron fuertes huelgas y otras acciones decretadas por los sindicatos.

Aunque estos movimientos no tienen hasta ahora una expresión política visible en la lucha por el poder, está claro que son una consecuencia directa de la crisis del capitalismo y de la lucha de sectores populares para enfrentarla.

Mención especial merece la situación que se vivió en la región del Medio Oriente, donde surgió la llamada primavera árabe, que obedeció a diversas causas y ha tenido distintos desarrollos, aunque siempre se vinculan a las luchas de los pueblos por más democracia real y más justica social.

Los derroteros de estos movimientos “primaverales” aun están por verse. Un ejemplo de ello es la lucha que sigue librando el pueblo egipcio en las calles. No hay duda, sin embargo, de que todo esto forma parte de las convulsiones epilépticas preagónicas del capitalismo mundial.

El imperio y sus aliados europeos lanzaron una ofensiva en el Medio Oriente por medio de la acción o la amenaza de su dictadura militar mundial. Ya sabemos lo ocurrido en Libia, y de las amenazas que penden sobre Siria e Irán. Este último caso es especialmente delicado, pues se le ha vinculado al peligro de una guerra nuclear. Ayer Estados Unidos advirtió a Irán que no tolerará el cierre del Estrecho de Ormuz, vía por la cual transita más de un tercio del comercio mundial de petróleo. La advertencia fue lanzada por el secretario de prensa del Pentágono, George Little.

Para rematar, las fuerzas militares de Estados Unidos se retiraron de Irak, dejando allí una fuerza militar constituida por mercenarios y por un ejército títere. Pero Irak, como hemos dicho, está lejos de alcanzar la estabilidad, y continúan divisiones internas y bolsones de la resistencia.

Un año muy turbulento, sin duda. Todo indica que el año próximo la turbulencia no cederá, más bien es casi seguro que se incremente.

A los lectores deseamos un año 2012 de avances personales y de victoria colectiva.

* Periodista.

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