EEUU: una «dictadura democrática» en camino hacia un Estado totalitario militar

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Lo que se interpreta como la profundización del intento de dominio por las armas que impulsan sucesivos gobiernos estadounidenses preocupa dentro y fuera de las fronteras de ese país americano; dentro, porque implica más recortes a las libertades ciudadanas; fuera, porque Panamá, Granada, Nicaragua, y Afagnistán, Irak, Libia o antes Yugoslavia son parte de la memoria y los temores contemporáneos. La advertencia de Noam Chomsky. | MIGUEL URBANO ROFDRIGUES.*

El  pasado 31 de diciembre el Presidente Barack Obama ofreció al  pueblo  norteamericano un  presente envenenado para 2012: la promulgación de la  llamada Ley de Autorización de la Defensa Nacional. El  discurso que pronunció para justificar su gesto fue un modelo de hipocresía. Declaró discordar de algunos párrafos de la ley. Siendo así, podría haberla  vetado o podría haber devuelto el  texto con sus sugerencias. Pero no lo hizo.

El próximo 24 de enero, el senado estadounidense va a votar un proyecto, el SOPA (sus siglas) que autoriza a la secretaría de Justicia a incriminar cualquier página o portal en la red cuyo contenido sea considerado ilegal o peligroso por el gobierno de los Estados Unidos. De acuerdo con el texto en debate, la simple colocación  de un artículo en una  red social puede motivar la intervención de la justicia de Wáshington.

La iniciativa ya fue  definida por algunos medios de prensa y sitios-web  como un terremoto político. El pánico que provocó  fue tal  que la Netcoalition.com  —alianza que agrupa gigantes digitales como Facebook, Twitter, Google, Yahoo, AOL y Amazon— admite que llevará a cabo un apagón colectivo durante horas si el  Congreso aprueba el proyecto.

La ley, teóricamente motivada por la necesidad de combatir la piratería digital, será de aplicación mundial. En  otras palabras, si una red europea, asiática o africana publica algo que las autoridades norteamericanas consideren peligroso puede ser bloqueada en los Estados Unidos  por decisión de la justicia de Obama.

Despojada de la retórica que la envuelve, la Ley de Autorización de la Seguridad Nacional, ahora vigente, en la práctica revoca la bicentenaria Constitución  del país.

Afirma Obama que la «amenaza de Al Qaeda a la seguridad de la patria» justificó la iniciativa que elimina libertades fundamentales. A partir de ahora cualquier ciudadano sobre el cual pese la simple sospecha de conexiones con el terrorismo puede ser apresado por tiempo ilimitado. Y eventualmente sometido a tortura en el ámbito de otra ley aprobada por el Congreso.

Comentando la decisión gravísima del presidente, Michel Chossudovsky recuerda que la misma le trae a la  memoria el decreto de Hitler para la protección del pueblo y del Estado, firmado  por el mariscal Hindenburg  en 1933 después del  incendio del Reichstag. La escalada de leyes reaccionarias en los Estados Unidos señala el fin del régimen democrático en la gran república.

El  discurso mediante el cual Obama justificó hace días el presupuesto de Defensa, vino a confirmar el creciente protagonismo del Pentágono –ahora dirigido por Panetta, el ex director de la CIA– en la definición de la estrategia de dominación  planetaria de los Estados Unidos. Al esclarecer que la prioridad es ahora Asia, el presidente  afirmó enfáticamente que los Estados Unidos son y serán la primera potencia militar del mundo.

Recordó lo obvio. El presupuesto de Defensa norteamericano supera la suma de los diez mayores que le siguen. 

La degradación del régimen se acentúa de año en año.  La fascistización de las Fuerzas Armadas en las guerras imperiales es hoy inocultable. Comentando esa evolución, respetados observadores internacionales, algunos de ellos norteamericanos, definen a los Estados Unidos en este inicio del tercer milenio como «dictadura democrática.»

Chossudovsky va más lejos: enuncia una evidencia dolorosa cuando escribe  que en Estados Unidos se acentúa la tendencia hacia un Estado totalitario militar con ropaje civil.

Desmontarles la fachada es una exigencia para cuantos identifican en el imperialismo una amenaza a la  propia continuidad de la vida. Tarea difícil, pero indispensable.

Significativamente, las leyes fascistizantes comentadas en este artículo pasarán casi inadvertidas en Portugal. Los analistas al servicio de la burguesía y los medios de prensa llamados de referencia ignorarán el tema, en franca  demostración del vasallaje neocolonial de la escoria humana que oprime y humilla a Portugal.

* Escritor y periodista portugués.
En la revista digital nicaragüense Libre Pensamiento, traducción de Marla Muñoz.

Addenda
El poder global …y América Latina en su camino

Recuerda el sociólogo y académico estadounidense Noam Chomsky que Estados Unidos constituye un poder mundial, lo que exige no un análisis por región del planeta, que olvide las implicancias globales de las necesidades y ejercicio de ese poder, sino la obligación de tener ese hecho presente y no perder de vista ese hecho.

Remontándose con especial agudeza a las proyecciones realizadas por del Consejo de Inteligencia estadounidense en tiempos del gobierno de Clinton —en un vídeo de ocho minutos, subtitulado al castellano— el destacado estudioso de la realidad latinoamericana expresa sus razonados temores de una eventual próxima intervención directa (léase armada) de la Casa Blanca en la región (por algunos días también podrá ver el vídeo en la página de inicio de este portal).

Addenda II

Interesante —sobre todo para América Latina y la cuenca del Caribe es el artículo publicado aquí por el profesor e investigador de ciencias humanas canadiense Jules Dufour, que enlaza las más de 700 bases militares estadounidenses alrededor del mundo con las áreas ricas o potencialmente ricas en recursos energéticos, biodiversidad y acuíferos, en especial en América.

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