El Nazareno de San Pablo: Semana Santa o de Pasión

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Esta es la semana en que la liturgia católica trae a la memoria y revive la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo. Por eso los católicos decimos “Pasión”, por eso la llamamos “Santa”. Por eso se nos incita a vivirla santamente: desde Dios y cara a Dios. La semana santa es meditación y gozo del encuentro con la fe.
La Semana Santa  va precedida por la Cuaresma que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía,  el Jueves Santo; se conmemora la crucifixión de Jesús, el Viernes Santo; y la Resurrección de la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Es en el concilio de Nicea –año 325- donde se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas normas:
-Que  se festejara  en domingo.
-Que no coincidiese nunca con la Pascua Judía.Resultado de imagen para pascua de resurreccion
-Que los cristianos no conmemoraran la Pascua dos veces al año.
Finalmente en el año 525, Dionisio, el Exiguo, monje ruso, erudito y matemático, creador del cálculo de la era cristiana Anno Domini, desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificándose al fin la Pascua cristiana.
La Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de Marzo.  Por ello puede ocurrir antes del 22 de marzo y el 25 de abril como muy tarde.
Semana Santa: días de recogimiento espiritual, días de plena identificación con Dios Omnipotente…días que necesariamente debemos emplear en plegaria unánime para que nos sienta cerca…para que dejemos constancia de que sus hijos hemos al fin, asimilado su bienhechora…sublime e incomparable doctrina.
Sin  embargo, el hombre de hoy, tan ocupado está  y tan atraído se siente por las cosas de este mundo, que atiende más a lo terrenal. Imagen relacionadaQueriendo vivir desde Dios pero obligado a dar la cara al mundo, su fe se mundializa, unos la pierden, otros la niegan o la ocultan como si  avergonzara  ser creyente. La aspiración a santificarse, perfeccionándose, es desplazada y reemplazada por pasiones desatadas como respuesta a las provocaciones,  a las presiones, a las excitaciones, a los estímulos del medio entorno. Todo lo cual conduce a que, en lugar de una Semana Santa o de Pasión, volvamos y sintamos ésta tan sólo una semana más de nuestras pasiones habituales: pasión por el poder, pasión por el dinero, pasión por el juego,  son muchas las pasiones que inevitablemente afloran y se desbordan.

El Nazareno de San Pablo

Resultado de imagen para El Nazareno de San PabloLa sociedad venezolana se caracteriza por ser muy devota de la religión católica, especialmente  durante la Semana que recuerda y conmemora la Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. En este país, se realizan numerosas manifestaciones de fe por parte de nuestro pueblo. La  más sublime es el culto al Nazareno de  San Pablo, que se realiza en Caracas en  la Basílica  de Santa Teresa.
Todos los años, cada miércoles santo, los fieles acuden a  venerarlo, muchos de ellos vestidos de morado. Son los penitentes pagando sus promesas. Este es uno de los actos de  fervor mas multitudinarios que se realiza en el país.
El Nazareno de San Pablo es una talla de madera de pino de Flandes de Sevilla, España, posiblemente de Felipe de Ribas, del siglo XVII. Dice la tradición que el escultor después de terminar la escultura, la imagen del Nazareno se le aparece y le dice: “Donde me has visto que tan perfecto me has hecho”.
Traída a Caracas a la Capilla de San Pablo el Ermitaño –de ahí viene el nombre de Nazareno de San Pablo- consagrada el 4 de julio de 1674 por Fray González de Acuña. La obra de arte contempla la representación de Cristo cargando la cruz vestido de color morado en su calvario camino a la crucifixión.
En 1597 una epidemia de peste del vómito negro  (escorbuto) afectó a la ciudad de Caracas. En ese entonces la población dedicaba parte de su tiempo a las labores religiosas para el Nazareno de San Pablo. Cuenta la leyenda del limonero del Señor que en el lugar cercano al templo de San Pablo existía una huerta sembrada de limones cuyos azahares perfumaban el ambiente,  por ello, la escultura  fue sacada en procesión a petición de los feligreses.
Al pasar  por el plantío, un racimo de limones quedo enredado entre la corona de espinas del Nazareno, cayendo al suelo algunos. Los devotos los recogieron, dándolos como medicina a los enfermos, quienes sanaron prontamente. Resultado de imagen para El Nazareno de San Pablo
En 1880, el Presidente Antonio Guzmán Blanco mando a demoler el templo de San Pablo, porque tenía problemas con los sectores católicos del país y con el clero de la iglesia, y en ese terreno se construyo el Teatro Municipal de Caracas, que fue inaugurado en 1881. Una de las leyendas más curiosas del Nazareno, es que se cuenta que cuando Guzmán Blanco estrenó el teatro, estando en el palco presidencial vio al Nazareno quien le pregunto ¿Dónde está mi iglesia?, y dicen que él le contó lo sucedido a su esposa.
La cónyuge del General, Ana Teresa Ibarra, sufrió mucho la pérdida de la capilla, por lo que Guzmán Blanco ordenó construir una Basílica en honor a ella que lleva en nombre de Santa Ana y Santa Teresa, y allí fue trasladado el Nazareno de San Pablo, donde se encuentra hoy.
Desde entonces el pueblo le hace promesas al Nazareno a cambio de sus milagros, su misericordia, su perdón y sus favores, y lo acompañan en una procesión que dura 3 ó 4 horas. Días antes de la celebración, decenas de feligreses se dedican a resaltar la imagen de esta representación del hijo de Dios. En medio de una  íntima ceremonia, los creyentes adornan la talla de madera con cinco mil orquídeas y la engalanan con una túnica bordada con hilo de oro.
El manto que cubre al Nazareno muestra los símbolos  de la pasión y muerte: la cruz, la copa, la corona de espinas, los tres clavos, el látigo con que fue azotado, la lanza que traspaso su costado y hasta el hisopo con el que le dieron vinagre.
En esta Semana Santa se revive, es cierto, una entrada triunfal a Jerusalén, entre palmas e inmensas muchedumbres,  pero se recuerda también a Judas “seguido de gran multitud de gentes armadas con espadas y con palos”; a todos los discípulos que “abandonándole, huyeron”;  a Pedro que juró “no haberlo conocido”; al alegre “Hosanna” del pueblo que pronto se rindió ante el “Crucifícalo”.
Todo ello está expresado en la Liturgia de hoy.
Todo ello es bueno tenerlo presente.

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