El país al que se quiere llevar al abismo
No se mide con exactitud el maniobrar político de los actores vinculados específicamente a la Casa Blanca y otras instituciones gubernamentales estadounidenses; en realidad ni siquiera se informa de ello —al menos no en América Latina, conformando de esa manera la extensión de un territorio hábilmente desprovisto de fronteras en el cual todo, es decir cualquier cosa, podrá ser posible.| NICOLÁS GOMARRO.*
Por ejemplo: un documento elaborado por el último embajador de EEUU en Venezuela, Patrick Duddy (apertura) —importante por el acceso e influencia que el personaje tiene en el departamento de Estado— se plantean medidas contra el gobierno venezolano como el bloqueo económico, promoción de la desestabilización, embargo de bienes nacionales en EEUU, e incluso un golpe militar si las circunstancias lo aconsejan, campañas de desprestigio de las instituciones, amenazas a los funcionarios encargados del orden público y del proceso electoral y congelamiento de activos financieros venezolanos en el exterior.
Es larga la numeración de medidas contra Venezuela que sugiere el ex embajador Duddy, quien textualmente señala:
“Si otras formas de presión no tienen efecto, los EEUU podrían bloquear el acceso a las instalaciones de CITGO [estaciones de servicio y venta de combustible venezolanas en EEUU] y prohibir la venta de petróleo de PDVSA a los EEUU, mientras el estado del gobierno sea incierto”.
Se puntualiza, además, que «es importante involucrar a Brasil y sus socios del Mercosur debido a sus relaciones cercanas con Chávez para minimizar la posibilidad de malentendidos que surjan entre ellos y EEUU”. Todo lo cual es parte del diseño de una «hoja de ruta» de la conspiración de EEUU —junto con la oposición venezolana— contra la estabilidad democrática del país, ya fuere subvirtiéndola por acciones directas, ya empujando al gobierno a tomar medidas extremas para salvaguardar la estabilidad de hecho amenazada; hasta el momento esa táctica no ha dado los resultados que se buscan.
Y no los ha dado por el apoyo constante, a veces sacrificado, de la población venezolana al gobierno bolivariano. Lo cierto es que analistas en todos los rincones, tanto de la oposición, de derecha como de izquierda, como del gobierno —, 
están contestes en que es la habilidad política de Hugo Chávez el principal pilar que ha impedido la puesta en marcha de acciones como las que se observan en otros lugares del mundo.
Conviene, por tanto, echar una mirada al último estudio del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD) sobre la intención de voto si en los actuales momentos fueran las elecciones presidenciales (grupos de edades):
De 18 a 24 años: Chávez 45,1%; Capriles 38,4%; ns/nr 16,5%. De 25 a 34 años: Chávez 47,1%; Capriles 38,8%; ns/nr 14,1%. De 35 a 49 años: Chávez 53,5%; Capriles 26,5%; ns/nr 20%. 50 años y más: Chávez 53%; Capriles 31,6%; ns/nr 15,4%.
Y por segmento social:
Clase AB: Chávez 47%; Capriles 41,7%; ns/nr 11,3%.
Clase C: Chávez 48,9%; Capriles 33,9%; ns/nr 17,2%.
Clase D: Chávez 53,1%; Capriles 29,6%; ns/nr 17,3%.å
Un almuerzo entre amigos
El 12 de septiembre se efectuó en la residencia de un diputado de la oposición un almuerzo para analizar la situación electoral del país. Por el cuerpo diplomático fueron invitados los embajadores de Brasil (no asistió), Italia, España, Perú, el encargado de negocios de EE.UU y el nuncio apostólico Pietro Parolín.
Acompañaron al diputado anfitrión, Richard Mardo, Luis Miquilena, Marcel Granier y Carlos Bardasano. Lo que en esa reunión se conversó sorprende por la actitud de los que intervinieron, unos con cautela, solicitando información, otros con una posición estridente, con afirmaciones temerarias, ejemplo, sobre el papel de las fuerzas armadas.
La representación venezolana trató de hacerle ver a los diplomáticos que el 7 de octubre se impondrá Capriles, “pero por muy poco margen”. El diputado de oposición por Aragua manifestó no creer en el CNE y agregó que estaba preparado con su gente para echarse a la calle con motorizados y grupos civiles para combatir a los chavistas.
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* Fuente: corresponsales en el país.