Indignados y movilizados: “Las movilizaciones de mayo serán decisivas”

2.375

En esta entrevista Antonio Negri y Giuseppe Cocco trazan un panorama de los cambios provocados por movimientos como el 15M, la crisis de la democracia en los países europeos y el papel que los países del Sur pueden desempeñar en la búsqueda de nuevos modelos de la democracia, con nuevos canales y espacios la participación popular.|Carta Maior

 

En el momento en que el movimiento de oposición popular democrático del 15M, también llamado movimiento de indignación, cumple un año, el gobierno del estado de Rio Grande do Sul presenta en España su sistema de participación ciudadana. El seminario internacional Crisis de Representación y los desafíos de la democracia en el siglo XXI reunirá a pensadores, activistas, representantes sindicales y gobiernos para analizar las experiencias y soluciones de diversas partes del mundo los días 4 y 5 de mayo, en la sede de la Comisión Europea en Madrid.

 

Antonio Negri, filósofo italiano, profesor de la Universidad de Padua (Italia) y profesor de filosofía del Colegio Internacional de París (Francia), ha escrito, entre otras obras, Imperio y Multitud junto a Michael Hardt. Giuseppe Cocco, politólogo y doctor en historia social de la Universidad de París, profesor en la Universidad Federal de Río de Janeiro, ha escrito, entre otras obras, Glob (AL): Biopoder y la lucha en un mundo globalizado América Latina con Antonio Negri.

 

Después de un año del inicio del movimiento de 15M, ¿cuál es la fuerza de movilización y la capacidad de renovación de las protestas?
Una buena manera de responder a esta pregunta es partiendo de una definición adecuada de lo que es el 15M, es decir, el movimiento de la multitud en España desde el año pasado.
La primera definición es muy simple: se trata de un formidable proceso de (re) apropiación de la política por miles de personas. Estos miles de personas no se reúnen a partir de una identidad previa (por ejemplo, una condición objetiva en la división técnica y social del trabajo), sino que constituyen una multiplicidad de singularidades (podemos ver en estas luchas una producción la subjetividad).
Usando las palabras de Raúl Sánchez [1], podemos definir el 15M y también las primaveras árabes como movimientos de revolución democrática: inventores y radicalizadores de democracia. La invención de democracia acontece en su radicalización: en la inmanencia que contiene la forma y el contenido de estas luchas. Hoy el 15M tiene un año de existencia y se constituye como un prisma a partir del cual se puede observar los movimientos previos que lo anticiparon (la primavera árabe) y los que siguieron (Occupy Wall Street). ¡Su horizonte es la globalización!
Las protestas y las manifestaciones no pararon y siguieron extendiéndose de forma viral: cruzaron el Mediterráneo hasta las calles de Tel Aviv, y luego cruzaron el Atlántico con Occupy Wall Street (que, a su vez, tuvo como referencia las manifestaciones en la Asamblea Estatal de Wisconsin), generalizándose en decenas de ciudades de Estados Unidos, de costa a costa; después, las luchas regresaron a la plaza en Tahrir Egipto y a la plaza Syntagma de Atenas. El 15 de octubre del año pasado las manifestaciones fueron globales llegando también a Brasil (aunque todavía en estado embrionario).

Los contextos de cada uno de estos movimientos eran muy diferentes y en ninguno de ellos se repite lo que estaba sucediendo en otros lugares. Sin embargo, cada uno de ellos consiguió traducir en su singularidad algunos de los elementos comunes. Como hemos dicho, estos movimientos se desarrollaron en una «forma multitud», algo así como un «hacerse multitud»: frecuentes asambleas y decisiones participativas. Los medios sociales (como Facebook y Twitter) se convirtieron en herramientas de red: evidentemente, no crean los movimientos, pero son herramientas útiles, ya que, en muchos sentidos, se corresponden con la estructura de los experimentos de los movimientos horizontales y democráticos de los propios movimientos. En otras palabras, Twitter es útil, no porque da a conocer acontecimientos, sino porque reúne las ideas de una gran asamblea para una decisión específica, en tiempo real. En la red, en sus códigos y protocolos, reside el mecanismo de activación y modulación de un movimiento que funciona como un enjambre.

Por lo tanto, el movimiento español se constituyó como una primera y potente respuesta a las consecuencias políticas y sociales de la crisis sistémica del capitalismo global. En este sentido, retomó y rehízo las protestas griegas, articulando la «negativa a pagar» la crisis del neoliberalismo con una capacidad de movilización autónoma y horizontal de nuevo tipo y constituyente, fuertemente inspirada en la estrecha relación establecida por las revoluciones árabes entre las nuevas tecnologías y las plazas.

Además, el 15M supuso también la invención de un espacio de movilización autónomo ante el impase creado por la gestión totalitaria que el gobierno socialista español decidió hacer de la crisis, obedeciendo pasivamente las medidas impuestas por las finanzas, la Unión Europea y las agencias de rating. El PSOE de Zapatero vació por completo el terreno de la representación como posible espacio de negociación y acabó transformando la anunciada victoria de la derecha neofranquista en una auténtica pesadilla sin alternativas.

En la imposibilidad de apelar a un voto reformista o incluso simplemente «útil» (pues habría significado aceptar y legitimar el chantaje de la gestión antisocial y antidemocrática de la crisis implementado por el PSOE a partir de la dictadura de las finanzas), el movimiento encontró la única brecha; y podemos decir también que uno de sus grandes logros fue vaciar anticipadamente la legitimidad de la victoria electoral de la derecha. Con todo, el movimiento se enfrenta hoy a dos desafíos: el primero – de tipo general – es renovarse en las movilizaciones en la calle y así avanzar en el terreno de la lucha contra la crisis; el segundo – más específico – es innovar en las formas de movilización, ahora que la representación (el gobierno) se presenta como una clara regresión reaccionaria y los espacios de expresión democrática están sometidos al chantaje de la represión y la violencia.

De manera un poco más general, la cuestión que surge ahora es si estas protestas y movilizaciones serán capaces de continuar sus luchas con una capacidad adecuada de innovación. Podemos entonces reformular la cuestión inicial en estos términos: la multiplicación de las protestas ya acontecida y que se profundizará además de constituirse en el horizonte inevitable de toda la teórica y política, ¿puede volver a renovar sus dimensiones constituyentes? Las múltiples instancias del 15M y de los movimientos «occupy» se enfrentan al desafío apostando por la recomposición de los movimientos en dos grandes momentos: el primero de mayo (o May Day) lanzado por Occupy Wall Street en los Estados Unidos, y del 12 al 15 de mayo lanzado por el el 15M español.

El 15M –en cuanto movimiento global- también puede contar con otro evento: la movilización obrera y sindical. Hubo una gran manifestación nacional del sindicato de trabajadores metalúrgicos en Italia (FIOM) y una huelga general (24 horas) en España. En Italia, los trabajadores metalúrgicos protagonizaron huelgas espontáneas, las manifestaciones y piquetes callejeros contra la reforma laboral y, finalmente, confluyeron en una gran manifestación nacional el 9 de marzo de 2012. En España, los dos principales sindicatos (UGT y CCOO) se movilizaron una gran protesta contra de la flexibilización salvaje del mercado de trabajo, intentando convertirse en el eje de referencia de toda la oposición social a la dictadura financiera consolidada por el gobierno de derechas (PP). La huelga general fue atravesada por la constelación de los movimientos del 15M rumbo a la movilización global del 12 y 15 de mayo. En las manifestaciones, la multitud de jóvenes precarios y desempleados se apropiaba de la huelga (Toma la huelga) para preparar una huelga nueva (Otra huelga).

En lugar de constituir una normalización del movimiento en los modelos tradicionales de organización sindical, la huelga española se acabó mezclando con las prácticas de lucha de los trabajadores que ya están fuera de la relación salarial y precisan de nuevas formas de organización y, sobre todo, de un nuevo programa. Apareció con claridad el desafío de unir la huelga «general» contra la austeridad y la deuda a las luchas en defensa de las condiciones generales de vida (biopolíticas) democráticas [2]. La cuestión que se plantea es cómo la «huelga general» devendrá en otra huelga, una resistencia general contra el chantaje de la austeridad y la deuda, hacia un programa que tenga como base la defensa de la vida misma, de las bases biopolíticas de la democracia: ¡huelga general y renta básica universal!

 

¿Cuáles son las posibilidades de construir síntesis de estas nuevas movilizaciones para una nueva agenda democrática?

Más que pensar en la construcción de la nueva «síntesis», el desafío actualmente es la renovación y la propagación de los movimientos «constituyentes» y, dentro y a partir de ellos, una nueva agenda democrática, un nuevo «programa», un programa de la multitud. El eje de estos esfuerzos ha sido definido por los movimientos: se trata de la lucha por la reapropiación social de todo lo que la renta financiera expropia; una lucha que posibilite la construcción de un «nuevo welfare», capaz de liberar la vida del chantaje de los dispositivos de la deuda y de las infinitas modulaciones de los fragmentos de inclusión-exclusión, exclusión-inclusión.

Dicho de otra manera, ante el ataque generalizado sobre la producción social en su totalidad, la única manera de defender el trabajo es defender la cooperación social en su conjunto. La defensa del «trabajo» debe estar radicada en la defensa de la producción social en su totalidad, es decir, la conexión de las luchas por el salario «dentro» de la empresa con las luchas de todas las subjetividades por la renta «fuera» de la empresa. Sin esta conexión, las luchas son incomprensibles e impotentes. Tenemos aquí el contenido y la función del programa. El nuevo programa será adecuado si sabe cómo construir esta conexión: la renta incondicional, el welfare universal y la apropiación de los servicios y los bienes más allá de división público/privado en el terreno de la constitución de lo común.

La gestión de la crisis del capitalismo global se está dando sobre un terreno de excepción, al que solo las dinámicas constituyentes de los movimientos de nuevo tipo pueden responder para transformarlo en radicalización democrática. En este sentido, las manifestaciones sindicales del 9 de marzo en Italia y en la huelga general del 29 de marzo en España constituyeron momentos importantes de generalización de las luchas. «A corto plazo, el mes de mayo se presenta como un momento decisivo para saber si podemos contar con una posible de nueva fase de luchas constituyentes, después de la que conocimos el año pasado. Mucho depende del resultado del Primero de Mayo organizado por Occupy en EE.UU. y la movilización global de los días 12 y 15 de mayo. La gran pregunta es si el 15M y las redes sindicales serán capaces de encontrar un terreno no corporativo», defienden Antonio Negri y Giuseppe Cocco.

En términos más generales, la cuestión es si el 15M y las redes sindicales serán capaces de encontrar un campo no corporativo, es decir, la construcción de una agenda adecuada. Y esta agenda solamente será adecuada si tiene claro el hecho de que no se trata de defender (sólo) el trabajo dentro de la relación salarial (dentro del empleo), sino las bases sociales generales del trabajo realizado también, y sobre todo, fuera del empleo, envolviendo la vida como un todo: en el sector terciario (servicios), en las redes sociales, en la precariedad y en la informalidad. Sin esta comprensión de las dimensiones post-industriales del trabajo productivo, las cualidades cognitivas de la fuerza de trabajo y, en definitiva, las dimensiones sociales que la califican al mismo tiempo que califican la producción como un todo, no habrá recomposición de clase. Es en este sentido que la lucha hoy consiste en la defensa de las condiciones generales de vida e implica la construcción de una nueva agenda democrática a partir de la Renta de Ciudadanía.

Por otra parte, sindicatos y movimientos tienen que construir frentes e instituciones como «Bolsas de trabajo» o «Puntos de trabajo» para poder organizar las reivindicaciones salariales para todos: para los que tienen un empleo y para los no lo tienen, para los que tienen un contrato y para los que están en condiciones precarias, y esto pasa necesariamente por luchar por una renta social incondicional. Cuando la empresa deviene social,  el sindicato también debe ser social. ¡Esto es de gran actualidad en Brasil! Consideremos, por ejemplo, cómo las luchas de los sindicatos de profesores, limitadas y corporativas, son incapaces de articularse con los territorios.

Sin la reconquista de la riqueza socialmente producida por medio de una renta social universal e incondicional, la relación salarial no se convertirá en la base constituyente de una agenda democrática, de mayor libertad e igualdad, para superar el neoliberalismo.
El salario es hoy una herramienta social. Es por eso que el capital financiero controla directa o indirectamente la industria, los servicios, el trabajo social en general; y su actuación es inmediatamente política: por esta razón el capital toma directamente los gobiernos que, a su vez, operan a partir  de medidas las calificaciones (ratings) que imponen las propias finanzas. Ante la governance financiera del trabajo social, los gobiernos se convierten  en órganos de ejecución de su mando directo. Asistimos a una inversión de las tradicionales relaciones de servilismo entre gobiernos y capital: los ministros ya no son empleados del capital, sino que los empleados del capital son los ministros actualmente.
Las acampadas del 15M, Occupy, la plaza Syntagma, así como las embrionarias surgidas en Río de Janeiro, Sao Paulo y Salvador, están pisando un terreno nuevo, recomponiendo -entre las redes y las plazas- las luchas obreras, las luchas por la vivienda, para la educación, la salud, y también comienzan a intervenir en la gestión de escuelas y hospitales, elaborando  experiencias innovadoras en el mercado laboral. De eso se trata, de reconstruir desde abajo las redes sociales que hoy permiten la producción, señalar las contradicciones en el plano concreto, los que innovan y los que destruyen las redes; aprender, junto a los trabajadores y/o los ciudadanos, los modos de producción de subjetividad que las instauran.

La síntesis que hoy tiene sentido es realmente la de un «estilo de militancia» que una en la lucha por la generalización de la renta universal a todos los segmentos de trabajo social y la reconstrucción de las luchas de las fuerzas del trabajo social con las luchas de los trabajadores industriales, en el terreno de la constitución de lo común.
… … …
1] El 15M como insurrección del cuerpo-máquina, Raúl Sánchez
http://uninomade.org/el-15m-como-insurreccion-del-cuerpo%c2%admaquina/

2] 5 razones para volver a salir el 12M: comunicado desde redes de Barcelona  http://madrilonia.org/2012/04/5-razones-para-volver-a-salir-el-12m-comunicado-de-dry-barcelona/

 

Así pues, con el fin de garantizar el derecho a la existencia del 99%, exigimos:

1. Ni un euro más para rescatar a los bancos. Auditoría ciudadana de la deuda. No pagaremos la deuda ilegítima creada por aquellos que provocaron la crisis.

2. Educación y sanidad públicas, gratuitas y de calidad. No a los recortes del gasto público, no a la privatización de los servicios públicos.

3. Reparto justo del trabajo, salario digno y no a la precarización. No a la jubilación a las 67 y retirada de la Reforma Laboral.

4. Derecho garantizado al acceso a una vivienda digna. Dación en pago retroactiva. Parque de viviendas de alquiler social. Promoción de cooperativas de vivienda.

5. Reforma fiscal que permita distribuir de forma justa la riqueza que producimos entre todos y todas. Renta Básica universal para todas las personas.

 

Fuente original: http://cartamaior.com.br/templates/materiaImprimir.cfm?materia_id=20069

Fuente de la traducción: https://n-1.cc/pg/blog/read/1292212/las-movilizaciones-de-mayo-sern-decisivas
(Traducción de Nemoniente).

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.