La guerra fría no ha terminado en Europa

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El 6 de mayo pasado se efectuó desde Zagreb, Croacia, país que ocupa la presidencia de la Unión Europea, la reunión virtual de los 27 miembros y los 6 países de los Balcanes occidentales -Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia-, que en fila esperan ingresar un día a ser miembros plenos. En la conferencia participaron los Jefes de Estado y Gobierno, concluyendo con un comunicado oficial de la UE que produjo desazón entre los seis invitados.

La Declaración de Zagreb sigue la línea clásica de la diplomacia utilizada para dar las malas noticias. Resalta las afinidades, anuncia que entregará 3,3 mil millones de euros para la lucha contra el coronavirus y recuperación económica -cifra no menor en estos tiempos-, destaca“la perspectiva europea de los Balcanes occidentales”, así como los desafíos comunes y “la defensa de principios y valores europeos”, entre otros puntos.Declaración de Zagreb

Sin embargo, no incluyó ninguno de los dos temas que esperaban anhelantes los potenciales socios balcánicos: la voluntad de avanzar en la ampliación de la UE y un calendario con fecha de inicio para el lanzamiento de las negociaciones. En realidad, no fue sorpresa para los participantes por cuanto ya se conocía la posición de los países que se oponen a la ampliación del espacio común europeo.

Probablemente buscando flexibilizar las posiciones, el presidente serbio, Aleksander Vučić, declaró en marzo pasado, cuando los negociadores preparaban la conferencia y ya estaba claro cuál sería el resultado, que “la solidaridad europea no existe, solo China nos puede ayudar”, debido a la prohibición que impuso en esos días la Comisión Europea a exportar productos médicos fuera de sus fronteras. (1)

El ingreso de los países balcánicos occidentales que aún faltan a la UE -Croacia y Eslovenia ya lo hicieSerbia president Aleksandar Vucic taken to hospital with heart ...ron- tiene el firme apoyo de los Estados Unidos y de la OTAN, principalmente. Es una visión propia de la Guerra Fría que parecía superada, pero de la cual la UE no se ha podido liberar por las presiones de su principal aliado. La fuerza militar europea, importante y con armas atómicas en el Reino Unido y Francia, no será nunca comparable con el poderío nuclear ruso.

Por ello es difícil comprender la obsesión de Washington que busca aislar completamente a Rusia y también alejar a China del espacio europeo. La visión estadounidense de alinear a la UE con sus intereses ha sido posible debido al vacío dejado por los grandes países que en el pasado contaron con líderes que buscaban el desarrollo de una política exterior europea, de acuerdo con sus propios intereses.

Hoy, con algún reparo de la Canciller Federal alemana, la hegemonía de Washington se ha impuesto en la mayoría de los temas sensibles, como ha sido el reconocimiento de Kosovo -país con escasas posibilidades de llegar a ser un Estado verdadero-, la ampliación de la OTAN o las presiones para aumentar el gasto militar de los socios europeos. Los sueños de los padres fundadores de la UE parecen haber sido olvidado y pese a que todos los conocen e invocan, poco hacen por aplicarlos.

El Papa Francisco se refirió a ello cuando dijo que se debía volver “a un sueño llamado solidaridad”, al recordar los 70 años del discurso de Robert Schumann al momento de la declaración de la Comunidad del Carbón y el Acero, en 1950.(2)

A la división existente en la Unión Europea entre los países acreedores y los endeudados, se han sumado las corrientes populistas estimuladas por las olas de emigrantes que llegan precisamente de lugares donde en el pasado dominó el colonialismo europeo y hoy la UE no puede tener una visión autónoma. Ello ha estimulado el crecimiento de caudillos populistas, del nacionalismo y de la xenofobia que se ha extendido hasta el norte más desarrollado de Europa, algo que hubiese sido impensable en el pasado reciente.

La diversidad de visiones y la falta de convergencia en temas económicos principalmente, como se vio durante la crisis griega o con los flujos migratorios, llevaron al abandono del Reino Unido de la UE.  Así las cosas, parece impensable que en el mediano plazo se vayan a expandir los bordes comunitarios para cubrir los Balcanes occidentales. Habrá seguramente promesas y presiones, pero estos países tendrán que seguir esperando, como lo hace Turquía desde el año 2005.  Mientras tanto, continuarán siendo cortejados por Rusia y China.

Notas

1) https://www.nedeljnik.rs/samo-kina-moze-da-nam-pomogne-evropska-solidarnost-ne-postoji/

2) https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2020-04/volver-al-sueno-de-los-padres-fundadores-comunidad-europea.html

*Economista de la Universidad de Zagreb en Croacia y Máster en Ciencia Política de la Universidad Católica de Chile. Exembajador, actualmente es consultor para FAO en Roma en temas de cooperación Sur-Sur, académicos y parlamentarios. Artículo publicado en Treccani, de Italia. 

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