Después del luto hay más que recuerdos a la espera de otra victoria

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NICOLDespués de una semana dominada absolutamente por la impactante despedida amorosa de su pueblo al Comandante Chávez, nos toca ahora voltear la mirada hacia el escenario electoral, el asunto más importante que nos convocará hasta el 14 de abril.
Pero aun nos quedan por decir un par de cosas sobre la despedida de Chávez: Ha quedado demostrado que la frase usada en la pasada campaña electoral “Chávez, corazón de mi Patria” no era un simple consigna, sino un sentimiento nacional, real.|NÉSTOR FRABCIA

 

Hasta para la oposición ha quedado claro que Chávez es el corazón de Venezuela, aunque ellos no lo asuman con el mismo sentimiento amoroso con que lo hace el pueblo revolucionario y mayoritario.

 

El impacto político que deja esta situación es imborrable. Mucha gente que simpatizaba con Chávez, que votaba por él, pero sin sentimiento militante, tal vez no sabía exactamente cuáles eran sus sentimientos hacia el presidente. Aquí se aplicó la frase “Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Muchos venezolanos, de esos que han venido conformando el voto “blando” por Chávez, fueron arropados por la constatación de que en realidad no sabían cuanto lo querían, cuán grande es ese amor que resurgió plenamente con la ausencia.

 

Desde el punto de vista político, ese fue el sector de la población venezolana más afectado, en un sentido positivo. Paradójicamente, una vez que se ha ido el líder físicamente (en realidad está más vivo que nunca), el chavismo ha renovado sus lazos afectivos con el presidente Chávez y con la Revolución Bolivariana. Hoy el chavismo es más fuerte, cuantitativa y cualitativamente, que antes del 5 de marzo.

 

La campaña electoral
Ahora bien, volviéndonos hacia el tema de la campaña electoral, hay varias cosas que comienzan a estar claras. Desde el punto de vista de la oposición, ha pasado a ser muy importante la presión por que se haga un debate entre los dos principales candidatos. Esto tiene sus bemoles, porque esa insistencia puede transformarse en una certificación de su derrota. Si terminan viéndose desesperados en la exigencia de un debate, va a quedar claro que están perdiendo.

 

En Venezuela se sabe, como ya hemos dicho, que la tradición es que el perdedor pida un debate y el ganador lo niegue. Aquí tiene que seguir siendo igual, Nicolás no puede aceptar darle respiración artificial a la agónica candidatura de la derecha

 

¿Cómo responder al argumento de que Maduro tiene miedo de debatir?
– En primer lugar, dejar en claro que Capriles realmente no se ha disculpado con la familia de Chávez ni mucho menos se ha retractado de su ofensa, sobre lo que volveremos más adelante.
– En segundo lugar, dejando establecido de que en Venezuela ya hay un debate, y que este se está dando todos los días, no desde ahora, sino desde mucho antes: el debate entre dos modelos, entre dos proyectos de sociedad.
– En tercer término, dejar en claro, con profusión, que la desesperación de Capriles por un debate obedece a que está perdiendo las elecciones y que quiere aprovecharse de Maduro para hacer propaganda a una candidatura desde ya perdedora.
Que debata con el pueblo, debe ser la respuesta.

 

Que debata con los millones de beneficiarios de las misiones, con los centenares de miles que están recibiendo viviendas, con los niños que han recibido sus canaimitas, con los millones atendidos por Bario Adentro y Misión Milagro, por los estudiantes de las misiones Sucre y Ribas, con los deportistas que nunca antes habían sido apoyados como ahora, con los viejitos incluidos por Chávez, con el pueblo trabajador y mayoritario venezolano.

 

Es ese el debate que existe y que debe continuar. El gobierno en Venezuela es Chávez, es el pueblo, así debe ser dicho con toda claridad, y Capriles es enemigo de Chávez y del pueblo.

 

Por cierto, están ayudando bastante las metidas de pata del candidato opositor y de su comando de campaña. El primero de ellos fue el irrespeto a la familia de Chávez, del cual no han podido huir tan fácilmente. Es notorio que Capriles no ha pedido realmente disculpas a la familia Chávez, y esto hay que recalcarlo.

 

Fíjense la manera de disculparse que tiene este farsante: dice que en sus palabras no hubo ofensas para con la familia del presidente fallecido, pero que si “alguna palabra pudiera ser malinterpretada, vaya una palabra de excusa”. Es decir, los brutos de la familia Chávez malinterpretaron las palabras del genio Capriles, quien pide disculpas a esos brutos que lo malinterpretaron.

 

Pero además el Comando George Bush desdice de las supuestas excusas del majunche remasterizado, al afirmar:
“El Comando Simón Bolívar quiere reiterar que nuestro candidato Henrique Capriles en ningún momento ha pronunciado alguna frase que pudiera considerarse ofensiva en contra de la memoria del presidente Chávez y de sus familiares”
¡Disculpas un chorizo!

 

La respuesta del Comando Hugo Chávez fue contundente:
“Si tuviera un atisbo de moral, que su escueta práctica política señala que brilla por su ausencia, Capriles debe retirar esa ofensiva tesis y aceptar públicamente que la fecha del fallecimiento es la expresada por María Gabriela Chávez en su reciente carta, que no es otra que la que el presidente encargado Nicolás Maduro informó responsablemente al país en cadena nacional minutos después de fallecido el Comandante de la Revolución Bolivariana: el 5 de marzo de 2013 a las 4:25 pm en el Hospital Miliar Dr. Carlos Arvelo de Caracas, donde el pidió estar días antes, en su Patria, con su pueblo amado…
«Capriles debe aceptar como equivocadas sus palabras del pasado domingo: ‘¡Quién sabe cuándo murió el presidente Chávez! Ustedes tenían todo cuadrado’. Debe rectificar sus malsanos comentarios”.

 

Otro error de la derecha, producto de su desesperación y de su confusión, es no desvincularse de matrices falseadoras de la realidad que van cayendo una a una de manera estrepitosa, como la manipulación de la frase de Pérez Arcay y el tema del abrazo entre María Gabriela y Nicolás. Está cayendo su credibilidad como agua entre los dedos.

 

El candidato del imperialismo se desespera por enterrar a Hugo Chávez y mandarlo al olvido, vana ilusión. Según Capriles:
“El deseo cuando desaparece físicamente una persona, es que descanse en paz. No convertirlo en un tema político de campaña”.
Como si Chávez fuese una estrella pop o un futbolista. Chávez era, cien por ciento, un político, además, como todos sabemos, un político fuera de serie. Por otra parte, Maduro es expresamente el candidato de Chávez. Digan lo que digan, los majunches remasterizados no podrán sacar a Chávez de la campaña.

 

La derecha está cometiendo los mismos errores que en 2012, y además errores nuevos. Uno de los errores más de bulto es seguir hablando de “unión” de todos los venezolanos y paralelamente abrir una campaña que apunta a la confrontación radical. Esta incoherencia la van a pagar caro. CAPRILEn ese sentido, Leopoldo Puchi vertió la siguiente opinión en su columna “Enfoque” de Ultimas Noticias:
“¿Es el mensaje con el que ha iniciado la campaña electoral, el más adecuado para alcanzar estos objetivos? Todo indica que no, porque la parte más llamativa del mismo estuvo dirigida sólo al núcleo duro de la oposición, que estaba tentado por la abstención. Sirve para superar el pesimismo y galvanizar a los más convencidos, pero puede alejar a los más moderados o indecisos…
«Al parecer, para persuadir a los opositores más radicales de que había que participar en las elecciones, Capriles sacrificó en su discurso los elementos novedosos que habían caracterizado su hábil campaña de 2012: la mano tendida al pueblo chavista, su aceptación de las misiones, el tono respetuoso, la aprobación del proceso organizado por el Consejo Nacional Electoral.
«Sin embargo, el efecto fue contrario al esperado, porque al levantar aspectos subalternos de la diatriba política, como lo relacionado con el momento de la muerte de Chávez, tocó zonas del duelo muy delicadas y difíciles de manejar. La presencia pública de los familiares bastó para revertir el movimiento táctico realizado”.

«Por otra parte, y como consecuencia del impacto que tuvieron en el mundo los funerales de Chávez, el imperialismo y la derecha internacional están haciendo más evidente su apoyo a Capriles, lo cual por supuesto lo desfavorece ampliamente en la actual coyuntura. No otra cosa se infiere de los recientes comentarios tanto de la secretaria de Estado adjunta de EE UU para Latinoamérica, Roberta Jacobson, como de personajes de la calaña de Roger Noriega y Otto Reich. En el fondo, estos saben que Capriles no tiene chance, y están tratando de ayudarlo a mantener y estimular el voto antichavista minoritario para que la derrota se vea atenuada en algo.

 

Mientras tanto, Maduro y el Comando Hugo Chávez se vienen manejando con bastante eficiencia política, como por ejemplo en eso de convertir una supuesta debilidad, el hecho de que Maduro no es un hombre “estudiado” sino un chofer de autobús, en una notable fortaleza. Manejando autobuses, Maduro realiza una acción reivindicadora del pueblo trabajador que lo acerca a ese pueblo.
Queda más nítido que mientras el candidato de la Patria es un trabajador, un hombre del pueblo, el otro es un burguesito, un niño de papá. Mucho más cuando el “chofer de autobús” traslada a refugiados y les entrega viviendas.

 

Otro acierto de nuestra dirigencia son las acciones para mantener a Chávez vivito y coleando y metido de frente en la campaña. En esto incluimos la inauguración ayer del programa “Aló, Comandante”, que nos devolverá a Chávez todos los domingos. También ayer también pudimos ver un aviso donde se presentan las palabras de María Gabriela Chávez y de Adán Chávez en ocasión del traslado del Comandante al Cuartel de la Montaña, palabras rebosantes de amor y emoción, además de altos contenidos políticos.
Y ni que decir de la majestuosidad y potencia política de la despedida al comandante del pasado viernes.

 

En ese sentido, una vez más el amor es un tema de nuestra campaña, aunque Maduro dejó en claro de qué amor estamos hablando:
“Cuando yo hablo de amor, no hablo de amor bobo, hablo del amor de los guerreros… No es un amor bobalicón, ellos son unos vampiros y canallas, cuidado, mira que nosotros venimos de las calles, venimos de combatir toda nuestra vida”.

 

La «teoría» del empate técnico
La derecha ha comenzado a cometer de nuevo un fraude contra sus seguidores y a trata de crear la matriz de que en realidad Capriles puede ganar las elecciones. Henri Falcón, jefe de campaña nacional de Capriles dijo que “Sí es posible obtener una victoria… Estamos convencidos que esta es una gran oportunidad para Venezuela”.

 

Esto se une a unas encuestas publicadas ayer en avisos de distintos periódicos, donde se apunta a un “empate técnico”.

 

Claro, en esta oportunidad ese cuento es mucho más difícil de creer, de hecho comienzan a aparecer factores de la derecha que vaticinan su derrota, cosa que no ocurrió en las pasadas elecciones presidenciales. Véase este análisis de la agencia de prensa derechista IPS:
“Aunque las especulaciones por la ausencia del presidente Hugo Chávez pueden ser muchas, las posibilidades de alteración de la política y la sociedad de Venezuela son pocas…
«Para identificar qué significado tienen los próximos comicios, es necesario remitir el análisis a los resultados de las tres elecciones presidenciales de los últimos 12 años. En ellas hay una constante, la definición del electorado a favor de la candidatura de Chávez con desempeños irregulares de la oposición…
«El mejor resultado de las fuerzas que apoyaban al presidente se da en 2006, cuando alcanzan 62,84 por ciento de la votación frente a 36,9 por ciento de la oposición. Seis años atrás, Chávez obtenía un resultado ligeramente menor: 59,76 por ciento versus una proporción parecida para la oposición: 37,52 por ciento…
«En 2012 vuelve a ganar Chávez, pero esta vez su candidatura baja cuatro puntos, a 55,07 por ciento, mientras la de la oposición crece ocho, a 44,31 por ciento…
«En primer lugar el sostenimiento históricamente sólido de la ventaja electoral de las fuerzas gubernamentales. El margen más cercano de ventaja del gobierno sobre la oposición es gigantesco en términos políticos, 11 por ciento, mientras el mayor es de 36 por ciento; entre esos dos escenarios podría ubicarse un próximo resultado, si las tendencias no varían demasiado…
«Con estos elementos cabe preguntarse si un hecho de magnitudes dramáticas, como el fallecimiento del presidente venezolano, puede alterar el escenario electoral y las tendencias que se han consolidado en los últimos 12 años, y la respuesta parecería ser que es improbable, por varias razones…el espectro electoral no puede haber variado mucho desde la última elección.
«Los márgenes de participación y la motivación de los electores probablemente van a ser similares. La figura que encarna las fuerzas gubernamentales es distinta, pero la votación obtenida por Chávez ha sido consistente, y no solo eso, sino que las votaciones regionales en Venezuela han probado largamente que los sufragios de la candidatura presidencial sí se transferían a otras figuras afines al presidente…
«La candidatura gubernamental va a apelar a la memoria del presidente fallecido y legítimamente va a evocarse como su continuidad; hay demasiados elementos racionales para sustentar esto, la cercanía en la gestión gubernamental y la invocación explícita del propio presidente a votar por ello…
«La oposición no tiene otra opción que seguir siendo oposición, aunque suene tautológico. En otras palabras, en el terreno de las imágenes, también hay estabilidad para la campaña venezolana, los actores políticos son los mismos y su discurso no ha variado”.

 

También Leopoldo Puchi, que tiene influencia en sectores blandos de la oposición, ha escrito:
“La campaña que le toca adelantar a Nicolás Maduro en las próximas semanas es relativamente sencilla. Tiene de su lado una inclinación general hacia el modelo económico y social de igualitarismo y redistribución de la riqueza, que facilita su elección como una suerte de reconducción de un mandato.

«Del mismo modo, lo favorece la poderosa imagen de un Chávez en la cúspide del fervor popular. También cuenta con los recientes triunfos electorales en las presidenciales y en las de gobernadores, en particular en estados como Zulia, Carabobo y Táchira. Le falta a Maduro, claro está, que su propia figura pase el escrutinio de los electores. Este aspecto dependerá de su desempeño como candidato, pero no luce determinante”.

 

Muy importante lo dicho por Vladimir Gessen, un opositor abierto vinculado a Diego Arria a través del Diario de Caracas, que a la pregunta de que si cree que ganará Maduro, respondió:
“Si, por ello no entiendo por qué no aprovecha la campaña para que la gente lo conozca y vote por él. No comprendo por qué no genera su propio liderazgo.
«No sé a qué le teme. Pero de una cosa estoy seguro, si no cambia su estrategia y la gente lo elije pensando que vota por Chávez, se verá en problemas, porque en corto plazo cuando, una vez electo, comience a tomar medidas económicas, sociales y políticas, muchos comenzarán a decir cosas como: ‘Si Chávez estuviera vivo esto no pasaría’, o ‘Maduro no es como Chávez'».

 

Los peligros que señala Gessen no dejan de ser un tema interesante, pero mucho más su reconocimiento de que Maduro ganará las elecciones.

 

También el diario de derecha El Sol de Margarita asume el barranco: “Las posibilidades de victoria de la oposición son tan escasas que su candidato Henrique Capriles ha dicho que recibió comentarios de personas que le advirtieron que lo llevaban ‘al matadero’. Los elegidos por Hugo Chávez para seguir adelante con su revolución socialista parecen estar improvisando nuevas reglas de gobierno a medida que se encaminan hacia lo que la mayoría de los venezolanos considera una victoria cantada en las elecciones para llenar el vacío dejado por el finado presidente”.

 

Hasta El Nuevo Herald publica una entrevista a Diego Arria donde este vaticina la derrota opositora:
“La oposición venezolana se dirige mansamente hacia una nueva emboscada, al competir en unas elecciones presidenciales previstas para el próximo mes sin contar con las condiciones mínimas necesarias para garantizar la transparencia del proceso, advirtió el jueves el ex embajador de ese país ante las Naciones Unidas, Diego Arria…
«El otrora candidato presidencial dijo que la oposición parece estar repitiendo los errores que condujeron a la derrota en las urnas del pasado 7 de octubre, al no exigir la ejecución de los cambios requeridos dentro del sistema electoral como condición previa para su participación en los próximos comicios”.

 

Ahora bien ¿Cómo se está preparando la derecha para asumir la derrota? De este tema hablaremos más adelante.
——
* Periodista

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