Otro An(-)o Nuevo… ¿realmente ?…

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Nietzsche  anunció la muerte de Dios, Foucault la muerte del Hombre y  Fukuyama el fin de la Historia. Hoy, siguiendo con esta secuencia,  podemos anunciar  el fin del Tiempo. Algo extraño comienza a pasar en nuestro mundo familiar, dice Einstein, cuando empezamos a penetrar los misterios de la luz.

Imaginemos que quisiéramos emprender un viaje espacial a la estrella NSG 549672, ubicada en el corazón mismo de la constelación Carina. Su distancia de la Tierra es 40 años luz. Un viaje con pasaje de ida  y vuelta a esa velocidad demoraría 80 años de nuestro tiempo. La vida completa de un ser humano lo que lo hace imposible…

Y sin embargo, si volvemos a pensar, lo imposible ocurre. La clave esta en la frase «80 años de nuestro tiempo». Algo nunca soñado empieza a ocurrir cuando viajamos en la proximidad de la velocidad de la luz. El tiempo deja de ser aquello a lo cual estábamos acostumbrados. Su flujo cambia de velocidad. Su pasar se hace mucho más lento y lo increíble ocurre.

Nuestros 40 años se trasforman en no mas de dos semanas.  Y nuestro viaje de ida y vuelta solo tomaría 4 semanas, lo que significa que al volver a la Tierra solamente seriamos un mes más viejos. Pero, al descender de nuestra nave nos encontraríamos con una tremenda paradoja. El calendario habría avanzado 80 años y ninguno de aquellos que dejamos atrás quedaría vivo.

En una primera aproximación, esta concepción temporal nos aparece como algo fantástico, mero producto de una mente imaginativa y relegada solamente al plano de la Física teórica. Nuestra experiencia cuotidiana , nuestro mundo comun esta enmarcado y, por lo tanto, constreñido dentro del universo clásico newtoniano  donde el tiempo es experimentado como una constante, mas aun, como una cualidad inmutable que constituye y permea todo lo que existe.

Lo que contradiga esta forma de percibir no tiene sentido. Pero, de cuando en cuando, siempre hay alguien que se escapa de los marcos vigentes. La Física del siglo XX reformula la visión temporal newtoniana y empieza a modificar su marco. La Teoría de la Relatividad muestra que el tiempo no constituye una constante absoluta y predice que este pasa más lentamente a medida que la velocidad del objeto aumenta, lo que experimentalmente ha sido posible observar con el uso de relojes atómicos ultras sensitivos.

Pero… ¿que es el tiempo? Hay alguien,  a través de la historia humana, que haya dado una explicación satisfactoria acerca de esta enigmática dimensión de lo real? Hay algo fuera del tiempo?  Si lo hay, significa que el tiempo tiene limites? Y si es asi, que lo limita ? Y…mas aun, el tiempo… ¿existe realmente? Que pasa si este es solo una ilusión, un engaño o un mero producto neuro-químico? Imaginemos la siguiente escena borgesiana:arg borgiano

Un día, mientras descansaba en el
parque por algunos minutos para calmar mi
ritmo apresurado de vida, absorvida en la con-
templacion de las configuraciones geométricas
que, més allé de las hojas rojizas, los patos
silvestres desplegaban en el cielo en un atarde-
cer otoñal, alguien se sienta a mi lado. La cu-
riosidad me hace dar vuelta la cabeza y al mirar
la figura desconocida, una extraña sensación reco-
rre mi cuerpo. Quien se sienta a mi lado soy
yo. No la de hoy, aquí en Ottawa, sino, la de al-
gunos años atrás, la que vivía en Santiago. Rehu-
sando a creer lo que veía le pregunto por su nom-
bre. Y es el mío. Pienso que es solo una coinciden-
cia. Pero, mas adelante en la conversación, descubro
que tenemos los mismos padres, la misma fecha y lu-
gar de nacimiento. Los mismos hijos. Al mencionarle
la muerte de mis padres, ella expresa sus condolen-
cias y me hace saber lo afortunada que es al tener-
los ella a su lado. Y cuando le propongo que al
día siguiente nos juntemos en este hermoso parque
de Ottawa, ella responde… pero este no es el par-
que de Ottawa,  es el parque de Santiago. En ese mo-
mento me di cuenta de que éramos la misma persona,
pero en diferente espacio y tiempo y que por alguna
misteriosa razón  los cordeles espacio-temporales
se habían cruzado

Si mal no recordamos, Parménides probablemente ha sido el primer ser humano en negar la existencia del tiempo y considerarlo solo como un engaño de los sentidos. Dos mil quinientos años mas tarde, Julián Barbour, físico británico, no solo sigue los pasos de Parmenides, sino que, al mismo tiempo, esta determinado a probar, con los métodos científicos mas rigurosos que le proporciona la FisicaTeorica, la intuición literaria de J.L. Borges, sin tener , aparentemente, contacto con él o conocimiento de su obra literaria. De acuerdo con Barbour, vivimos en un extraño mundo, en un universo que no tiene pasado ni futuro y en el cual estamos vivos y muertos al mismo tiempo. Lo único que existe, es un presente eterno en donde el paso del tiempo es solo una ilusión.

En el mundo de la Física clásica, todo evento esta rigurosamente determinado y cada uno de ellos es predictible si conocemos sus condiciones iniciales. En la Mecanica Quantica, en cambio, este mundo se invierte y su imagen es como la de un mundo de ciencia ficción. Las partículas sub-atómicas actúan sin ningún respeto por la legalidad newtoniana y se ríen abiertamente de la predictibilidad. Y por si esto no fuera poco, posee la capacidad de existir en dos diferentes lugares al mismo tiempo, pudiendo ser la separación tan vasta como el Universo mismo. Si estas partículas no tienen reverencia por el espacio, tampoco la tienen por el tiempo. Viven en un mundo a-temporal, en donde el tiempo no existe. De acuerdo a Barbour, este fenómeno es valido para todo lo existente y no solamente para las particulas microscópicas.Naufragio escritorio

En un reportaje de Steve Farrar, aparecido unos pocos años atrás en el diario londinense «The Time», el físico británico explica que cada instante de nuestras vidas es como una fotografía, una instantánea, entretejidas por el tiempo, como las imágenes de una película. Pero este tiempo es un engaño. Todas estas fotografías de nuestra vida, todas estas instantáneas, no existen una después de la otra, en una secuencia lineal. Ellas co-existen en el mismo momento. Y es así como uno  puedo estar en Ottawa y en Santiago, con diferentes edades, en el mismo momento. En cada instante hay un sin-numero de alternativas.

Toda esta multiplicidad de fotografías existen y son reales. En cada momento de nuestra existencia hay un tremendo numero de posibilidades paralelas. Pero, solo estamos conscientes de una sola. Y lo mismo vale para el Universo. Hay un infinito numero de ellos y todos reales. Toda esta multiciplidad de diferentes instantáneas fotográficas podrían, por supuesto, dar la posibilidad de mezclarse de manera desordenada y azarosa, creando un mundo de locura. Pero, sabemos, esto no ocurre. Las complejas reglas matematicas de la Mecánica Quántica las unen y ordenan de manera coherente. La conciencia humana percibe el paso del tiempo en cada una de estas instantáneas, pero este es solo una ilusión, una construcción mental, un «engaño» de nuestro cerebro.
Muchos han venido investigando la existencia del flujo temporal. Pero de acuerdo con algunos comentadores, lo que J. Barbour ha hecho es ver el problema desde una nueva perspectiva, basada no en una especulación abstracta, sino en la forma en que el tiempo debería funcionar en Física, proporcionando así un importante conocimiento de la realidad del mundo físico. Para Stephen Hawking “es una idea tan valida como la idea opuesta, que ve el tiempo en la forma que corrientemente lo entendemos…Uno no puede decir que una es mas correcta que la otra, solo que es mas útil”. Mr. Barbur, según el reportaje londinense, esta consciente que su teoría será criticada y posiblemente no considerada seriamente y expresa que «esto es perfectamente natural. Estamos siendo confrontados por dilemas y rompecabezas extraordinarios, porque estamos en el borde de las fronteras de la ciencia».2013 adios

Los resultados de treinta y cinco años de trabajo riguroso elaborando la fundamentacion matemática de su teoría se dieron a conocer en Enero del 99 con la publicación de su libro titulado «The End of Time». Y, por supuesto, esto es solo un decir, porque si seguimos la teoría de Barbour este, su libro, no fue  publicado en el año 99. La verdad es que desde siempre lo ha estado, solo que en una dimensión diferente.

¡Feliz An(-)o Nuevo!…  ¿o no?


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1 comentario
  1. Delfin Dorado dice

    Muy buen artículo, seduce porque pone a prueba nuestras certezas. ¡Gracias!

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